La fotograf¨ªa como invento extraterrestre
La fotograf¨ªa es una t¨¦cnica que, en sus primeros a?os, combin¨® metales y elementos qu¨ªmicos como mercurio, plata, yodo, bromo o cloro, sustancias que, con el tiempo, ser¨¢n sustitu¨ªdas por componentes electr¨®nicos
Pocos d¨ªas despu¨¦s de su intento de suicidio, Edgar Allan Poe apareci¨® en el estudio de daguerrotipos de Samuel Masury y SW Hartshorn en Providence, dispuesto a hacerse un retrato que llegar¨¢ a formar parte de nuestro imaginario colectivo. Fue a principios de noviembre de 1848. Por entonces, el daguerrotipo llevaba difundi¨¦ndose algo as¨ª como diez a?os y Allan Poe, enfermo de curiosidad, se dej¨® arrastrar por la rara mezcla de ciencia y fantas¨ªa que envuelve el proceso fotogr¨¢fico. Y se puso frente al objetivo de un invento que ¨¦l mismo celebrar¨ªa como ¡°el triunfo m¨¢s extraordinario de la ciencia moderna¡±.
Porque, sin duda alguna, la fotograf¨ªa y sus avances han sido el resultado del m¨¦todo cient¨ªfico. Se trata de una t¨¦cnica que, en sus primeros a?os, combin¨® metales y elementos qu¨ªmicos -mercurio, plata, yodo, bromo o cloro- y que con el tiempo se desarrollar¨ªa gracias a los avances en el proceso de revelado. Hay que se?alar el proceso de revelado que Kodak introdujo a principios de los setenta y que se conoce como C-41; un procedimiento cient¨ªfico por el cual se recubren m¨²ltiples capas de emulsi¨®n sobre el acetato de la pel¨ªcula, siendo cada capa sensible a un color determinado. Sin perder el hilo de las sustancias qu¨ªmicas aplicadas a la fotograf¨ªa, podemos alcanzar el territorio de la f¨¢bula para continuar con el invento de una pel¨ªcula que se sale de lo corriente por ser una pel¨ªcula que no requer¨ªa emulsi¨®n.
Se trata de una pel¨ªcula que se autorrevela y que se comercializa como Worldcolor en la novela de Walter Tevis titulada El hombre que cay¨® a la Tierra (Alfaguara), una lectura de ciencia ficci¨®n que fue publicada por primera vez a principios de los a?os sesenta y que, muy pronto, se convertir¨ªa en una pieza fundamental del g¨¦nero de anticipaci¨®n. Lo que viene a hacer Walter Tevis en esta impactante novela es una interpretaci¨®n futurista de la llegada de Cristo a la Tierra, un nuevo giro a la mitolog¨ªa judeocristiana con aproximaciones a la ciencia ficci¨®n, donde un pollo no es otra cosa que la manera que tiene un huevo de reproducirse a s¨ª mismo.
El nuevo Mes¨ªas viene de un planeta lejano. Es albino, flaco y bebe ginebra a palo seco. Cuando Walter Tevis escribi¨® esta novela no lleg¨® a imaginarse que la qu¨ªmica ser¨ªa sustituida por la electr¨®nica, pues, para su protagonista, Thomas Jerome Newton, la qu¨ªmica es la f¨ªsica de la complejidad de la materia, as¨ª como el huevo es el que calienta a la gallina y no al contrario.
De haber sabido c¨®mo iba a desarrollarse la ciencia aplicada a la tecnolog¨ªa, el escritor Walter Tevis no hubiese dudado a la hora de cambiar la direcci¨®n de los inventos con los que el extraterrestre Thomas Jerome Newton se har¨ªa millonario en nuestro planeta. Porque, adem¨¢s de inventar el Worldcolor, Thomas Jerome Newton desarroll¨® la televisi¨®n en tres dimensiones y no hubo cacharrito que no llevase su huella.
Al final terminar¨ªa alcoholizado, envuelto en una melancol¨ªa parecida a la que sufri¨® Allan Poe cuando, tras intentar achicar los demonios del dolor a base de l¨¢udano, sobrevivi¨® a su propia muerte y se present¨® en el estudio de daguerrotipos de Providence, decidido a que su mirada triste y oscura alcanzase la posteridad.
El hacha de piedra es una secci¨®n donde Montero Glez, con voluntad de prosa, ejerce su asedio particular a la realidad cient¨ªfica para manifestar que ciencia y arte son formas complementarias de conocimiento.
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