El asombroso caso del drag¨®n de Komodo, todo un misterio para la ciencia
Se trata de un reptil de garras afiladas y dentadura de tibur¨®n cuya lengua amarilla se mueve nerviosa cada vez que se abalanza sobre su presa
El drag¨®n es un animal mitol¨®gico de alto recorrido literario. Se trata de un monstruo invencible al que siempre se enfrenta un h¨¦roe, ya sea San Jorge en la leyenda cristiana o H¨¦rcules en la mitolog¨ªa griega.
Hay una hip¨®tesis acerca de esta fantas¨ªa que nos remite a nuestro antepasado primate, de cuando ¨¦ramos homininos y nuestro mecanismo de reacci¨®n se pon¨ªa en marcha cada vez que asomaba el peligro en forma de serpiente, felino gigante o ave de rapi?a. Por eso mismo, los dragones combinan aspectos de todos estos animales, desatando los terrores del inconsciente y poblando el imaginario colectivo con su figura sobrenatural. Hay dragones en China y hay dragones mesoamericanos, como tambi¨¦n los hay mediterr¨¢neos y africanos.
El drag¨®n que hoy nos trae hasta aqu¨ª es uno de los grandes misterios de la ciencia. Se trata de un reptil de garras afiladas y dentadura de tibur¨®n cuya lengua amarilla se mueve nerviosa cada vez que se abalanza sobre su presa. Por si fuera poco, la saliva de este drag¨®n contiene abundantes bacterias venenosas, lo que puede acabar con la vida de su v¨ªctima en menos de 24 horas. No es broma; se han encontrado 58 poblaciones bacterianas diferentes, de las cuales 54 son potencialmente infecciosas debido a la alimentaci¨®n carro?era de este reptil que habita en la isla de Komodo, situada a 400 kil¨®metros al este de Bali, en la confluencia de los oc¨¦anos ?ndico y Pac¨ªfico.
Su nombre cient¨ªfico es Varanus komodoensis, aunque se le conoce com¨²nmente como drag¨®n de Komodo, el lagarto m¨¢s grande de la Tierra. Para hacernos una idea, el ejemplar m¨¢s brutal encontrado hasta la fecha med¨ªa 3,13 metros y pesaba 166 kilogramos. Cuando nacen, los animalitos son verdosos y rayados, pero, seg¨²n van creciendo, su piel va tomando el color de una armadura medieval de color gris cubierta de ¨®xido rojizo.
Estamos ante un reptil peligroso, de dieta carn¨ªvora al que, seg¨²n Michel Gall en su estudio sobre Las mil y una noches, se enfrent¨® Simbad en uno de sus viajes. De este monstruo con armadura medieval cabe destacar su olfato; siente tu presencia antes de que t¨² lo veas. Si te alcanza, no dejar¨¢ de ti ni los huesos. Eso s¨ª, solo se salvar¨¢ tu tel¨¦fono m¨®vil. Por eso, si llega a ocurrir tan desafortunado encuentro, lo mejor es poner tu tel¨¦fono a grabar, para que as¨ª quede registrado el fest¨ªn de v¨ªsceras regado con sangre que se va a pegar el animal. Una aut¨¦ntica pel¨ªcula snuff; sin trucos.
Bromas aparte, el bar¨®n Rudolf von Reding Biberegg, explorador suizo que se encontraba realizando una expedici¨®n en la isla, desapareci¨® sin dejar rastro en el verano de 1974. Todo apunta a que fue devorado por un drag¨®n de Komodo. Del bar¨®n solo encontraron las gafas, un sombrero y una c¨¢mara de fotos. Hoy, una cruz de madera clavada sobre un peque?o mont¨ªculo lo recuerda con la siguiente leyenda: ¡°En recuerdo del bar¨®n Rudolf von Reding Biberegg, nacido en Suiza el 8 de agosto de 1895 y desaparecido en esta isla el 18 de julio de 1974¡å.
El hacha de piedra es una secci¨®n donde Montero Glez, con voluntad de prosa, ejerce su asedio particular a la realidad cient¨ªfica para manifestar que ciencia y arte son formas complementarias de conocimiento.
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