?Es la mente humana un metaverso?
La sabia naturaleza nos sumerge en un metaverso mental que nos facilita la vida, adem¨¢s de recrear en ese mismo universo la ilusi¨®n de que el mundo en el que vivimos est¨¢ impregnado de luz, color, sonidos, olores y sabores
![Metaverso](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/HKYDAVB2ZMEP7WMS3FYWAJIAP4.jpg?auth=afe8d0a808f776b1626958a0bc1bfc845eb22c9a992b2902d93c280f08612c12&width=414)
Metaverso: experiencia multisensorial de inmersi¨®n en un universo virtual mediante diversos dispositivos y desarrollos tecnol¨®gicos.
Algunas grandes empresas, como Zara, Coca Cola y Nissan, o incluso algunos despachos de abogados, estudian ya c¨®mo crear un mundo virtual que simule la realidad y en el que los sujetos puedan experimentar los resultados de sus decisiones y comportamientos sin que ello les comprometa de manera f¨¢ctica. Los videojuegos fueron el adelanto de estos artilugios involucrando a personajes con los que puede identificarse el jugador. Ahora se trata de que los personajes de ese universo virtual sean los propios jugadores.
Los clientes de dichas y otras empresas que se adhieran a la f¨®rmula podr¨¢n solicitar la construcci¨®n del metaverso que m¨¢s se ajuste a sus necesidades o negocio y recrearlo como un juego o ¨¢mbito de prueba de su conveniencia antes de pasar a la realidad misma. Construir un metaverso no deja as¨ª de ser el usufructo de la impresionante capacidad imaginativa de la mente humana, que ya vive su propio mundo virtual, y que en estas l¨ªneas queremos dar a conocer. Si el metaverso es la vivencia ilusoria de un mundo que realmente no existe, la mente humana tiene mucho de metaverso, de ilusi¨®n, de interpretaci¨®n personal de la realidad. Ve¨¢moslo.
Para empezar, sentimos que vivimos en nuestro cuerpo, es decir, que la mente es inseparable del cuerpo, ilusi¨®n que se desvanece f¨¢cilmente cuando el experimentador desincroniza lo que vemos con lo que tocamos creando una percepci¨®n extracorp¨®rea, el sentimiento de que la mente sale del cuerpo vi¨¦ndonos a nosotros mismos en la distancia, como nos ver¨ªa otra persona. Los experimentos del investigador Henrik Ehrsson, del Instituto Karolinska de Estocolmo, llegan incluso a hacer sentir a una persona que su mente habita en artilugios no biol¨®gicos, como el pl¨¢stico cuerpo de una mu?eca Barbie. Pero es solo una ilusi¨®n, la m¨¢s grande quiz¨¢, que es capaz de crear el cerebro humano.
Igualmente, sentimos que la luz y los colores est¨¢n ah¨ª fuera, rellenando el universo y el ambiente en el que vivimos, y que nuestros ojos lo ¨²nico que hacen es captarla para percibirla. O creemos tambi¨¦n que el olor sale de la taza de caf¨¦ caliente y lo percibimos cuando alcanza nuestras fosas nasales. Pero resulta que nada de eso es cierto, porque la luz no existe fuera de nosotros y nuestra mente, es decir, fuera de nuestro particular metaverso, siendo el cerebro el que la crea cuando recibe el torrente de peque?as descargas el¨¦ctricas de las neuronas del nervio ¨®ptico, originadas a su vez por el impacto en nuestros ojos de la energ¨ªa electromagn¨¦tica que inunda el universo y que nosotros, ilusoriamente, sentimos como si fuera la luz misma. Del mismo modo, el olor no est¨¢ ah¨ª fuera, siendo solo el efecto sobre el cerebro de las descargas el¨¦ctricas que viajan por los nervios olfatorios cuando nuestra nariz recibe las mol¨¦culas de caf¨¦ caliente que salen de la taza. Los sonidos, la m¨²sica que o¨ªmos, tampoco inundan el auditorio cuando la orquesta interpreta una composici¨®n, pues es el cerebro el que los crea al recibir los impulsos nerviosos que las vibraciones de las part¨ªculas de aire que originan los instrumentos musicales provocan en los nervios auditivos cuando alcanzan nuestros t¨ªmpanos.
No menos cre¨ªble resulta el sentimiento de que es la mano quien siente el tacto o la temperatura del objeto que toca, cuando en realidad es el cerebro el que, por as¨ª decirlo, siente ese tacto, pero, no sabemos c¨®mo, crea la ilusi¨®n de que lo hace la mano. Es por eso que las personas que por un accidente o enfermedad sufren la amputaci¨®n de una mano pueden seguir sintiendo el tacto en esa mano que ya no tienen, pues las neuronas de su cerebro siguen haciendo ese trabajo durante alg¨²n tiempo tras la amputaci¨®n. Es la conocida ilusi¨®n del miembro fantasma.
La neurociencia tampoco consigue explicar todav¨ªa por qu¨¦ la percepci¨®n del mundo en el que vivimos no se nos fractura o descompone, como ocurre cuando en el cine o la televisi¨®n la voz del actor no coincide con los movimientos de sus labios, pues los cambios de movimiento, sonido, color, forma, etc, de cada imagen o situaci¨®n que percibimos no son procesados por el cerebro a la misma velocidad, siendo algunos cambios procesados m¨¢s r¨¢pidamente que otros, lo que, en teor¨ªa, implicar¨ªa una desincronizaci¨®n permanente de nuestras percepciones. As¨ª, la integraci¨®n perceptiva en nuestra mente es otra de las grandes ilusiones que crea el cerebro humano.
Pero nuestro metaverso personal no es un capricho de la naturaleza, pues todas las mencionadas son ilusiones pr¨¢cticas que nos facilitan la vida. Sintiendo, por ejemplo, que es la mano quien toca no dejaremos de alcanzar con ella la pluma para escribir o la llave para abrir la puerta de casa, comportamientos m¨¢s dif¨ªciles de lograr si esos sentimientos los tuvi¨¦ramos en el propio cerebro. Imagine igualmente el lector lo complicado que ser¨ªa movernos por el mundo sinti¨¦ndonos fuera de nuestro cuerpo. La sabia naturaleza nos sumerge en un metaverso mental que nos facilita la vida, adem¨¢s de recrear en ese mismo universo la ilusi¨®n de que el mundo en el que vivimos est¨¢ impregnado de luz, color, sonidos, olores y sabores.
Ignacio Morgado Bernal es catedr¨¢tico em¨¦rito de Psicobiolog¨ªa en el Instituto de Neurociencia y en la Facultad de Psicolog¨ªa de la Universidad Aut¨®noma de Barcelona. Autor de ¡°La f¨¢brica de las ilusiones: Conocernos m¨¢s para ser mejores¡± (Ariel, 2015).
Materia gris es un espacio que trata de explicar, de forma accesible, c¨®mo el cerebro crea la mente y controla el comportamiento. Los sentidos, las motivaciones y los sentimientos, el sue?o, el aprendizaje y la memoria, el lenguaje y la consciencia, al igual que sus principales trastornos, ser¨¢n analizados en la convicci¨®n de que saber c¨®mo funcionan equivale a conocernos mejor e incrementar nuestro bienestar y las relaciones con las dem¨¢s personas.
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