Por qu¨¦ siempre has dicho mal tu edad, seg¨²n los astrof¨ªsicos
Somos una colecci¨®n de ¨¢tomos que llevan miles de millones de a?os danzando por el cosmos. ?Cu¨¢l es la edad c¨®smica de nuestros cuerpos? ?Y de la Tierra?
?Cu¨¢ntos a?os tienes? Es una pregunta sencilla, que a todos nos habr¨¢n hecho alguna vez. Pero la respuesta no es tan simple; es m¨¢s, es sorprendente si nos paramos a pensar de d¨®nde venimos. La clave est¨¢ en darse cuenta de que los elementos que forman nuestro cuerpo son m¨¢s viejos de lo que pensamos, incluso m¨¢s que nuestro planeta.
Esta es la explicaci¨®n: se suele decir que somos polvo de estrellas; muy bonito, muy o¨ªdo ya, pero no es tan cierto. Si nos preguntamos sobre qu¨¦ edad tienen nuestros cuerpos, debemos analizar qu¨¦ es en realidad un cuerpo humano. Pues bien, nuestros cuerpos est¨¢n compuestos, en su mayor parte, de agua (alrededor de un 60% en masa). Eso es H?O, dos ¨¢tomos de hidr¨®geno por cada uno de ox¨ªgeno, lo que se traduce en que la mayor parte de los aproximadamente 7.000 cuatrillones de ¨¢tomos que nos componen son hidr¨®geno, como el 62% en n¨²mero. ?Y qu¨¦ edad tienen esos ¨¢tomos de hidr¨®geno? La respuesta no es sencilla de nuevo. Los ¨¢tomos de hidr¨®geno est¨¢n compuestos de un prot¨®n y un electr¨®n. Pues bien, los protones aparecieron en el Universo, seg¨²n nuestros c¨¢lculos m¨¢s recientes, hace un pel¨ªn menos de 13.813 millones de a?os, con un error 38 millones de a?os arriba o abajo.
En concreto, los protones de virtualmente todos los ¨¢tomos de hidr¨®geno que existen hoy aparecieron a partir del primer segundo despu¨¦s del Big Bang y en los primeros 3 minutos contados desde ese momento sucedido hace 13.813 millones de a?os. Desde el primer segundo de nuestro universo, los quarks, que dominaban antes todo el cosmos, desaparecieron para formar protones y neutrones. Tambi¨¦n en esa ¨¦poca remota (pero ocurri¨® aqu¨ª al lado, en el mismo lugar desde donde lee este art¨ªculo ¡ªy en cualquier otro sitio¡ª), los electrones ya eran bastante viejos, se formaron entre una millon¨¦sima y una billon¨¦sima de segundo despu¨¦s del Big Bang.
Pero electrones y protones no se juntaron para formar hidr¨®geno hasta unos 380.000 a?os despu¨¦s del Big Bang. As¨ª que el 62% de los ¨¢tomos de mi cuerpo y el suyo (que constituyen un 8% de su masa) tienen la friolera de m¨¢s de tres veces la edad de formaci¨®n de nuestro planeta, entendiendo por ello, el momento en el que se cre¨® esa bola donde vivimos. Y esto nos lleva a decir que no somos tan polvo de estrellas como se suele decir; nuestros ¨¢tomos fueron, m¨¢s bien, concebidos, en su mayor parte, poco despu¨¦s del Big Bang.
Volviendo a nuestra composici¨®n en t¨¦rminos de mol¨¦culas y sus ¨¢tomos, hab¨ªamos dejado colgado al ox¨ªgeno. Adem¨¢s, este elemento es muy importante, porque aunque el hidr¨®geno es el ¨¢tomo m¨¢s abundante en nuestro cuerpo, si nos fijamos en la masa, domina el ox¨ªgeno, que es unas 16 veces m¨¢s pesado que ese prot¨®n y ese electr¨®n de los que habl¨¢bamos. Un 65% de nuestra masa es ox¨ªgeno.
?Y qu¨¦ edad tiene ese ox¨ªgeno que domina lo que vemos en la b¨¢scula? Hay astrof¨ªsicos que llevan d¨¦cadas pregunt¨¢ndose por ello y buscando ox¨ªgeno, que la verdad que es f¨¢cil de encontrar en el universo, en galaxias m¨¢s y m¨¢s lejanas. Se ha visto ox¨ªgeno cuando el universo ten¨ªa menos de un 3% de su edad actual. Observar galaxias lejanas significa mirar atr¨¢s en el tiempo, pues est¨¢n tan lejos que la luz tarda casi una eternidad en llegar hasta nosotros. Y esa tardanza nos permite viajar en el espacio-tiempo. Nuestros estudios nos dicen que tres cuartos del ox¨ªgeno existente en el universo hoy se formaron en la primera mitad de la historia del cosmos, y el otro cuarto despu¨¦s. M¨¢s all¨¢ en espacio, y antes en tiempo, el 50% del ox¨ªgeno que tenemos por aqu¨ª hoy se form¨® en el primer cuarto de la historia del universo, en los primeros 3.500 millones de a?os despu¨¦s del Big Bang, cuando a¨²n faltaban unos 5.000 millones de a?os para que apareciera el Sol y la Tierra, que a su vez tienen otros 4.500 millones de a?os de edad. No damos m¨¢s datos de formaci¨®n de ox¨ªgeno, aunque los hay, y nos quedamos en que, en media, nuestro ox¨ªgeno puede tener unos 10.500 millones de a?os. Somos tan viejos como eso.
Somos ox¨ªgeno, carbono e hidr¨®geno
Si nos seguimos preguntando qu¨¦ edad tenemos contando cu¨¢ndo se formaron los elementos que nos componen, debemos ir al siguiente tipo de ¨¢tomo en contribuci¨®n en masa a nuestra medida de b¨¢scula. Ese elemento es el carbono, que da cuenta de casi un 20% de nuestra masa. Carbono, m¨¢s ox¨ªgeno, m¨¢s hidr¨®geno ya suman un 93% de la masa de nuestro cuerpo. El carbono es algo m¨¢s dif¨ªcil de observar, pero con un radiotelescopio podemos llegar casi tan all¨¢ y tan temprano en la historia del universo como en el caso del ox¨ªgeno.
Hasta aqu¨ª ya nos vale, m¨¢s o menos, para calcular la edad real de nuestros cuerpos. Dejamos la formaci¨®n de los otros elementos (nitr¨®geno, calcio y f¨®sforo son los siguientes en inter¨¦s bascular) como una peque?a correcci¨®n en la que no queremos meternos. Tampoco nos detenemos en el hecho de que cualquier ¨¢tomo, en realidad, proviene de ese hidr¨®geno primordial aparecido en el primer segundo de nuestro universo, mezclado en marmitas estelares, con ayuda de otras part¨ªculas antiqu¨ªsimas como los fotones (que no estuvieron ah¨ª siempre).
Para el planeta podr¨ªamos hacer una cuenta parecida teniendo en cuenta sus ¨¢tomos y de d¨®nde vienen y cu¨¢ndo aparecieron. ?C¨®mo se compara nuestra edad con la de nuestro planeta, en t¨¦rminos de lo mayores que est¨¢n nuestros ¨¢tomos? Un tercio de la masa de la Tierra es hierro, un pel¨ªn menos es ox¨ªgeno, y otro tercio est¨¢ dominado por silicio y magnesio, casi con 15% de masa cada uno, dejando ya solo espacio (mejor dicho, masa) para un poco de azufre, n¨ªquel, cadmio, etc.
?Cu¨¢ndo se formaron el hierro o el silicio que tenemos en nuestro planeta? Pues es mucho m¨¢s dif¨ªcil dar una respuesta que en el caso del ox¨ªgeno. El hierro se puede detectar en objetos muy distantes, aunque es extremadamente complicado. Hemos detectado hierro y silicio en las inmediaciones de agujeros negros supermasivos que exist¨ªan cuando el universo ten¨ªa un 5% de su edad actual, pero esos elementos seguramente aparecieron de una manera mucho m¨¢s pausada que el ox¨ªgeno: necesitamos seguir investigando para confirmarlo.
Dejamos aqu¨ª este viaje por la historia de nuestros cuerpos. No nos metemos en cu¨¢ndo la materia, que lleva eones danzando por el universo, se junt¨® de aquella manera y adquiri¨® algo que la filosof¨ªa y la religi¨®n llevan intentando explicar durante unos pocos milenios. Trocitos de nuestros cuerpos ya llenaban parte del vac¨ªo c¨®smico much¨ªsimo antes, y volver¨¢n a ¨¦l, aunque cada vez lo llenen un poco menos.
Vac¨ªo C¨®smico es una secci¨®n en la que se presenta nuestro conocimiento sobre el universo de una forma cualitativa y cuantitativa. Se pretende explicar la importancia de entender el cosmos no solo desde el punto de vista cient¨ªfico sino tambi¨¦n filos¨®fico, social y econ¨®mico. El nombre ¡°vac¨ªo c¨®smico¡± hace referencia al hecho de que el universo es y est¨¢, en su mayor parte, vac¨ªo, con menos de un ¨¢tomo por metro c¨²bico, a pesar de que en nuestro entorno, parad¨®jicamente, hay quintillones de ¨¢tomos por metro c¨²bico, lo que invita a una reflexi¨®n sobre nuestra existencia y la presencia de vida en el universo. La secci¨®n la integran Pablo G. P¨¦rez Gonz¨¢lez, investigador del Centro de Astrobiolog¨ªa, y Eva Villaver, Directora de la Oficina Espacio y Sociedad de la Agencia Espacial Espa?ola, y profesora de Investigaci¨®n del Instituto de Astrof¨ªsica de Canarias.
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