De Arthur a Theta, la temporada de huracanes que ha batido r¨¦cords
2020 se convierte en el a?o con mayor n¨²mero de ciclones en el Atl¨¢ntico al superar a 2005, cuando se produjo el devastador Katrina
La temporada de huracanes de 2020 tiene asombrados a los meteor¨®logos al convertirse, a 20 d¨ªas de su final oficial, en la m¨¢s activa desde que hay registros, a mediados del siglo XIX. Tanto, que hace ya 52 d¨ªas que se acab¨® la lista previa con 21 nombres y hubo que tirar del alfabeto griego. Desde que en 1953 empezaron a nombrarse, solo hab¨ªa ocurrido antes una vez, en 2005, hasta ahora la temporada m¨¢s fren¨¦tica de la historia documentada. Aquel a?o, el del Katrina, se lleg¨® hasta Zeta y este, de momento, van dos m¨¢s, Eta y Theta, que fue bautizada el martes por el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos (NHC), el organismo que estudia los ciclones ¡ªt¨¦rmino que engloba a depresiones tropicales, tormentas tropicales y huracanes dependiendo de la fuerza de sus vientos¡ª en la cuenca atl¨¢ntica. Para mayor anomal¨ªa, Theta, nacida como tormenta subtropical ¨Dun h¨ªbrido con rasgos de borrascas de latitudes medias y de sistemas tropicales¨D y evolucionada a tropical, se dirige a las Azores y pasar¨¢ relativamente cerca de Canarias.
Theta ¨Doctava letra griega y pronunciada ceta¨D, que se form¨® en medio del Atl¨¢ntico, a 1.545 kil¨®metros al suroeste de las Azores, es ¡°la primera tormenta con nombre en alcanzar el n¨²mero 29 en una temporada de huracanes en el Atl¨¢ntico, lo que supera en uno el r¨¦cord establecido en 2005¡±, relata Rub¨¦n del Campo, portavoz de la Agencia Estatal de Meteorolog¨ªa (Aemet). A simple vista, no cuadra, ya que son dos ciclones m¨¢s, Eta y Theta. Este aparente desfase, aclara Del Campo, se debe a que la NHC determin¨® a posteriori que en septiembre de 2005 se produjo una tormenta subtropical que no fue considerada como tal y no se nombr¨®, as¨ª que la temporada se cerr¨® con 28 ciclones, 27 con nombre.
En este momento, la trayectoria de Theta, que genera vientos sostenidos de 110 kil¨®metros/hora, no la lleva a afectar directamente a Canarias o a la Pen¨ªnsula. ¡°Pero hay que estar muy atentos, porque puede haber temporal mar¨ªtimo en Canarias o incluso vientos en el extremo occidental de la Pen¨ªnsula¡±, advierte el meteor¨®logo. Mientras, la tambi¨¦n tormenta tropical Eta se ha intensificado y presenta vientos sostenidos de 100 kil¨®metros mientras se desplaza por el suroeste del golfo de M¨¦xico. Adem¨¢s, el NHC vigila lo que puede ser el germen de otro sistema tropical personalizado, Iota. Si llega a generarse, ¡°y la probabilidad es de 80%¡±, apunta Del Campo, ser¨ªa la primera vez que hay tres ciclones nombrados a la vez en noviembre, un mes en el que la actividad suele decaer.
El NHC califica la temporada de ¡°extremadamente activa¡±. De los 29 ciclones, que se han cobrado al menos 420 vidas y han devorado 32.783 millones de d¨®lares en da?os seg¨²n estimaciones de EE UU, 12 han sido huracanes ¨Des decir, han generado vientos de m¨¢s de 120 kil¨®metros por hora¨D y cinco de ellos, grandes huracanes ¨Dde la categor¨ªa 3 a la 5 de la escala Saffir-Simpson¨D. Ninguno ha llegado, sin embargo, a 5. Cuatro se quedaron en categor¨ªa 4: Laura, Teddy, Delta y Eta.
Este aspecto hace que uno de los mayores expertos en estos fen¨®menos de Espa?a, Juan Jes¨²s Gonz¨¢lez Alem¨¢n, no la considere la peor temporada. Para este doctor en F¨ªsica e investigador en din¨¢mica atmosf¨¦rica, es ¡°la m¨¢s activa en cuanto a nombres pero no en cuanto a intensidad o duraci¨®n de los fen¨®menos¡±. ¡°La de 2005 es la m¨¢s impactante por n¨²mero de ciclones de alta categor¨ªa, lo que, por su capacidad destructora, es un factor m¨¢s importante que el n¨²mero total¡±, sostiene. En 2005, hubo 15 huracanes, siete de categor¨ªa 3 y cuatro de 5, la mayor cifra hasta la fecha. Murieron 3.912 personas y el perjuicio econ¨®mico ascendi¨® a 171.700 millones.
La Administraci¨®n Nacional de Oc¨¦anos y Atm¨®sfera (NOAA) estadounidense ya alertaba de que iba a ser una temporada fren¨¦tica, pero la realidad ha pasado por encima de sus pron¨®sticos: en mayo apunt¨® a 13¨C19 tempestades nombradas, una cifra que en agosto elev¨® a 19-25. Decir que ha superado lo normal se queda bastante corto, ya que el promedio por temporada de 1981 a 2010 est¨¢ en 12,1 tormentas, 6,4 huracanes y de ellos 2,7 mayores, mientras que la energ¨ªa cicl¨®nica acumulada se sit¨²a en un ¨ªndice 96.1 unidades. Este a?o es ya de 152.
Adem¨¢s, tuvo un inicio precoz, ya que a la fecha de comienzo del 1 de junio se adelantaron Arthur y Bertha, el 16 y 27 de mayo. ¡°Ya es el sexto a?o consecutivo que se generan sistemas de pretemporada¡±, subraya Del Campo, para destacar que tambi¨¦n se ha batido el r¨¦cord de ciclones que han tocado tierra, 18.
Septiembre fue el mes m¨¢s en¨¦rgico, con la formaci¨®n de las tormentas tropicales Rene, Vicky, Wilfred y Beta, la subtropical Alpha y los huracanes Nana, Paulette, Sally y Teddy. Con la llegada de Vicky, cinco ciclones llegaron a estar activos simult¨¢neamente en el Atl¨¢ntico, algo que no ocurr¨ªa desde 1995. El 16 de septiembre, las im¨¢genes v¨ªa sat¨¦lite eran un aut¨¦ntico espect¨¢culo, con tres huracanes de categor¨ªa 2 danzando al tiempo: Paulette, Sally y Teddy.
Pero esta temporada tambi¨¦n ha dejado otros hitos, como la formaci¨®n de la primera tormenta subtropical que puede calificarse de ib¨¦rica, lo que apuntala el inquietante acercamiento de este tipo de fen¨®menos a Europa. Alpha surgi¨® el 18 de septiembre a menos de cien kil¨®metros de Portugal en el seno de una borrasca que afectaba a la Pen¨ªnsula. El mismo d¨ªa y en apenas seis horas nacieron dos tormentas tropicales: Wilfred y Beta. Solo hab¨ªa ocurrido una vez antes.
M¨¢s all¨¢ de los datos, la clave es cu¨¢l es la causa de semejante hiperactividad. ¡°Hay dos factores que han contribuido: unas aguas m¨¢s c¨¢lidas de lo normal ¨Dcon un pico de casi dos grados m¨¢s en septiembre¨D, lo que libera una gran cantidad de vapor de agua, el combustible que alimenta a los ciclones al condensarse en agua l¨ªquida, y unas condiciones atmosf¨¦ricas favorables¡±, indica el portavoz de Aemet. Dichas condiciones fueron ¡°el monz¨®n africano, muy activo durante la primera mitad de la temporada, lo que generaba muchas perturbaciones que son semillas de futuros ciclones, y La Ni?a, que hizo que la cizalladura ¨Dvariaci¨®n en la velocidad y la direcci¨®n del viento respecto a la altitud¨D fuera escasa, lo que favorece la organizaci¨®n de la estructura sim¨¦trica del cicl¨®n alrededor de un ojo".
?Y el cambio clim¨¢tico tiene algo que ver? Seg¨²n Gonz¨¢lez Alem¨¢n, no se puede afirmar. ¡°A d¨ªa de hoy, y esto no quiere decir que se pueda descartar, una mayor frecuencia de los ciclones no se puede atribuir al cambio clim¨¢tico, pero s¨ª una mayor intensidad y una mayor duraci¨®n¡±, afirma el f¨ªsico. En cambio, Del Campo apunta a la mano del hombre como causa profunda, ya que el cambio clim¨¢tico es el responsable del aumento de la temperatura del agua. ¡°Un estudio de NOAA ha constatado un incremento en el Atl¨¢ntico norte y en el Pac¨ªfico central desde los ochenta que no se puede explicar solo por la variabilidad natural del clima, sino dentro del contexto del calentamiento global¡±, argumenta el meteor¨®logo, que tambi¨¦n cita otros indicios, como que ¡°17 de las ¨²ltimas 25 temporadas han sido m¨¢s activas de lo normal¡±, y que una de cada tres desde 1995 han sido ¡°extremadamente activas¡±, as¨ª como la clara tendencia al adelanto de las temporadas.
De aqu¨ª a finales de siglo, los modelos clim¨¢ticos hablan incluso de ¡°una disminuci¨®n de la cantidad de ciclones, pero una proporci¨®n mayor de ellos ser¨¢n m¨¢s potentes¡±. Ambos expertos coinciden en que afectar¨¢n m¨¢s a Europa y que esta tendencia est¨¢ relacionada con el cambio clim¨¢tico. ¡°La frecuencia de ciclones que se acercan puede ir en aumento¡±, indica Del Campo. De hecho, ya est¨¢ pasando. ¡°Es el segundo a?o consecutivo que tres ciclones con caracter¨ªsticas tropicales llegan a las puertas de Europa, Alpha, Humberto y Paulette", constata Gonz¨¢lez Alem¨¢n. Hasta ahora, llegaba uno cada tres o cuatro a?os. ¡°El a?o pasado sorprendi¨® y este, a¨²n m¨¢s¡±, concluye.
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