La extinci¨®n silenciosa del gato mont¨¦s
En peligro por su hibridaci¨®n con los felinos dom¨¦sticos, un estudio en siete pa¨ªses europeos considera que las principales causas de muerte de esta especie son los atropellos y la caza furtiva
El gato mont¨¦s (Felis silvestris) es un depredador desconocido que est¨¢ desapareciendo de forma silenciosa. Esto ocurre en buena parte por su hibridaci¨®n con el gato dom¨¦stico, pero un nuevo estudio sobre la situaci¨®n de esta especie en siete pa¨ªses europeos, entre ellos Espa?a, incide ahora en dos causas principales de la muerte de ejemplares: los atropellos (57%) y la caza furtiva (22%). Como destaca Matteo Bastianelli, investigador de la universidad alemana de Friburgo y coordinador de este trabajo que lleva por t¨ªtulo Supervivencia y causas espec¨ªficas de la mortalidad del gato mont¨¦s europeo (Felis silvestris), el crecimiento de las v¨ªas terrestres en el viejo continente ¡ªque tiene la densidad m¨¢s alta del mundo¡ª ¡°interrumpe el flujo y la diversidad gen¨¦tica¡± de la especie, pues provoca el aislamiento de las diferentes poblaciones de gato mont¨¦s.
Los investigadores han calculado que por cada kil¨®metro de carretera construido, la amenaza de muerte para estos animales aumenta nueve veces. Por ello, otro de los autores del estudio, Pablo Ferreras, del Instituto de Investigaci¨®n en Recursos Cineg¨¦ticos (IREC), incide en la necesidad de tener en mente la seguridad de los animales a la hora de dise?ar estas infraestructuras, algo que ¡°no supone un coste adicional significativo¡±.
La presencia del gato mont¨¦s en tres continentes ¨DEuropa, ?frica y Asia¨D puede confundir a la hora de analizar su precario estado de conservaci¨®n, a lo que tampoco ayuda la escasez de informaci¨®n sobre sus poblaciones, su natalidad o las causas de su mortalidad. ¡°Tenemos una d¨¦cada para evitar su desaparici¨®n¡±, asegura Mar¨ªa Jes¨²s Palacios Gonz¨¢lez, de la Direcci¨®n General de Medio Ambiente de la Junta de Extremadura. El felino est¨¢ protegido por el Convenio de Berna y por la Directiva H¨¢bitats de la Uni¨®n Europea y est¨¢ incluido en la lista roja de la Uni¨®n Internacional para la Conservaci¨®n de la Naturaleza (UICN). En Espa?a figura como una especie de ¡°inter¨¦s especial¡±. Sin embargo, los especialistas consideran que sobran los motivos para incorporarlo a la lista de especies catalogadas como vulnerables o en peligro de extinci¨®n.
Paulo C¨¦lio Alves, del Centro de Investigaci¨®n en Biodiversidad y Recursos Gen¨¦ticos de la Universidad de Oporto, cuenta en una entrevista por Zoom que hace dos d¨¦cadas durante una charla en un colegio portugu¨¦s pidi¨® a los alumnos que adivinaran el nombre de los animales en unas im¨¢genes. Este peque?o experimento demostr¨® que el gato mont¨¦s era ya en aquel momento un gran desconocido. Su ¡°extinci¨®n silenciosa¡± se explica tambi¨¦n en gran medida con la proliferaci¨®n de individuos hibridados con el gato dom¨¦stico, que recibe mucha m¨¢s atenci¨®n por parte de la sociedad que su variedad salvaje. ¡°La gente confunde la protecci¨®n de las especies domesticadas con la protecci¨®n de la naturaleza¡±, se lamenta Alves. En pa¨ªses como Escocia este cruce gen¨¦tico est¨¢ siendo combatido mediante esterilizaciones masivas del felino dom¨¦stico, pues all¨ª el gato mont¨¦s est¨¢ ¡°funcionalmente extinto¡±.
La clave est¨¢ en los genes
La hibridaci¨®n es un problema en Escocia desde los a?os 70 del siglo pasado y, seg¨²n el doctor Roo Campbell, de la Sociedad de Mam¨ªferos del Reino Unido, el proceso se aceler¨® en 1995. Despu¨¦s de la II Guerra Mundial, la poblaci¨®n del gato mont¨¦s, anta?o mucho m¨¢s extendida, disminuy¨® con la fragmentaci¨®n del h¨¢bitat, el desarrollo de la agricultura y el descenso de las presas con las que alimentarse. La genetista Helen Senn, de la Real Sociedad Escocesa de Zoolog¨ªa, a?ade que el descenso de una poblaci¨®n determinada hace m¨¢s com¨²n la hibridaci¨®n que, en el caso de Escocia, se ha agravado con el emparejamiento entre h¨ªbridos. Senn trabaja con 156 gatos monteses a los que se ense?a a vivir al margen del ser humano y luego se dejan progresivamente en libertad. Se les hacen pruebas gen¨¦ticas, para considerarlos aptos para reproducirse entre ellos y mantener as¨ª la especie.
Con todo, todav¨ªa existen peque?os reductos de gatos monteses no afectados por la hibridaci¨®n. H¨¦ctor Ruiz, del Instituto Mixto de Investigaci¨®n de Biodiversidad (IMIB) de Asturias, destaca las ventajas del paisaje espa?ol, con m¨¢s separaci¨®n entre el pueblo y los espacios salvajes. En Escocia, existe una elevada presencia de hogares en las zonas naturales donde hay entre tres y cuatro gatos dom¨¦sticos. No obstante, Ruiz ha contabilizado cerca de 20 ejemplares de gatos monteses en la Cordillera Cant¨¢brica occidental sin que ninguno sea un h¨ªbrido. Entre las posibles explicaciones, est¨¢ el ¡°alt¨ªsimo valor ecol¨®gico¡± de esta zona, la abundancia de la rata topera que compone el 90% de la dieta del gato mont¨¦s, el miedo de los felinos dom¨¦sticos a adentrarse en zonas salvajes por la presencia de otros depredadores o la preferencia del gato mont¨¦s por un individuo de la misma especie para procrear. ¡°El bicho encuentra aqu¨ª todo lo que necesita: la comida y el refugio¡±, asegura Ruiz.
Sin embargo, la verdadera densidad del gato mont¨¦s sigue siendo un misterio. En Espa?a solo Andaluc¨ªa tiene datos concretos gracias al investigador Jos¨¦ Mar¨ªa Gil-S¨¢nchez. Los 800 ejemplares hallados a lo largo de esta comunidad aut¨®noma han dejado al descubierto la escasa densidad de 0.07 individuos por kil¨®metro cuadrado. En el resto del pa¨ªs la situaci¨®n no parece diferir mucho. A estos resultados poco halag¨¹e?os, se a?aden las pesquisas de Pablo Ferreras en el Parque Nacional de Caba?eros, que presenta ¡°la densidad m¨¢s baja de las estudiadas en Europa¡±. La investigaci¨®n, a¨²n sin publicar, revela que por cada 100 kil¨®metros cuadrados se han encontrado tres o cuatro ejemplares. Ferm¨ªn Urra, de la Asociaci¨®n de Naturalistas Palentinos, que ha analizado la tendencia poblacional del gato mont¨¦s en la Monta?a Palentina desde 2016, cuenta que se trata de una especie ¡°muy discreta y muy dif¨ªcil de ver¡±, por lo que, es justo hablar de ¡°una desaparici¨®n silenciosa¡± en el sur y el centro de Espa?a.
Seg¨²n Mar¨ªa Jes¨²s Palacios Gonz¨¢lez, que desde la Junta de Extremadura dirige el proyecto transfronterizo Biotrans con Portugal, en los ¨²ltimos 20 a?os ha habido una reducci¨®n dr¨¢stica del gato mont¨¦s, por lo que se podr¨ªa pedir que sea considerado ¡°en peligro de extinci¨®n¡±. Sin embargo, se?ala que hay que presentar un estudio que lo justifique. ¡°Con la experiencia con el lince Ib¨¦rico, Europa ha demostrado que tiene la capacidad econ¨®mica para salvar cualquier especie¡±, destaca Gonz¨¢lez. Queda por ver si el gato mont¨¦s tiene la misma suerte.
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