El calor ya es un riesgo si se trabaja a la intemperie, pero faltan planes para los episodios extremos

A las seis de la ma?ana, un grupo de agricultores ya est¨¢ preparado en Valdelacalzada, un pueblo de Badajoz. En cuanto se empiece a ver, comenzar¨¢n a recoger ciruelas. El objetivo es poder irse a casa alrededor de las doce y media, la una como muy tarde. ¡°A partir de esa hora ya no se puede estar¡±, explica Lorenzo Ramos, secretario general del sindicato Uni¨®n de Peque?os Agricultores, quien se dedica a la recolecci¨®n de fruta de hueso desde hace 25 a?os. El calor es un riesgo laboral y las empresas ya est¨¢n obligadas a incluirlo en sus planes de prevenci¨®n. En sectores como el de Ramos no es nada nuevo. Sin embargo, cuando llega una ola de calor como la que acaba de asfixiar a Espa?a no hay un protocolo espec¨ªfico para proteger a los trabajadores en el exterior de esos episodios extremos, que con el cambio clim¨¢tico ser¨¢n cada vez m¨¢s frecuentes e intensos.

La muerte de tres personas en la Comunidad de Madrid tras sufrir un golpe de calor mientras trabajaban, la ¨²ltima este jueves, ha puesto en el punto de mira la seguridad de los profesionales ante estos eventos extremos. El Defensor del Pueblo ha pedido a la Inspecci¨®n de Trabajo informaci¨®n sobre sus acciones para supervisar la protecci¨®n de los trabajadores en condiciones ambientales extremas. Fuentes del Ministerio de Trabajo explican que los d¨ªas de calor se reforz¨® la inspecci¨®n, especialmente en los sectores m¨¢s afectados por las altas temperaturas, ¡°trabajos al aire libre (construcci¨®n, agrario, jardiner¨ªa, recogida de residuos)¡±, pero tambi¨¦n ¡°en otras actividades, incluidas las industriales¡±, en las que la temperatura a la que se exponen los trabajadores ¡°se incrementa en el periodo estival¡±.

Sindicatos, inspectores de trabajo, expertos y el propio Gobierno creen que son precisas m¨¢s medidas cuando el term¨®metro sube tanto como estos d¨ªas. En Valdelacalzada, explica Ramos, no ha habido incidentes. Mucha agua, ropa ligera, sombreros que protegen del sol y descansos cada vez que son necesarios. ¡°Desde junio, muchos d¨ªas hemos superado los 40 grados. Antes pod¨ªamos dedicarle unas horas por la ma?ana y echarle otro rato por las tardes, a partir de las cinco o las seis, ahora llevamos unos a?os en que eso es imposible¡±. Algo que se agrava con los episodios de altas temperaturas. ¡°Hemos alcanzado los 46 grados¡±, a?ade.

La duraci¨®n de las olas de calor se ha triplicado en Espa?a entre 1975 y 2021, seg¨²n un an¨¢lisis del Ministerio para la Transici¨®n Ecol¨®gica. Entre el 10 y el 19 de julio, ha habido 1.047 fallecimientos atribuibles a las altas temperaturas, seg¨²n la ¨²ltima estimaci¨®n disponible en el panel de monitorizaci¨®n de la mortalidad diaria por todas las causas (MoMo) del Instituto de Salud Carlos III. Se trata de un c¨¢lculo en base a las series hist¨®ricas de mortalidad y de temperatura. Los fallecimientos por golpe de calor son una peque?a parte de todo el exceso de mortalidad, pero son la peor cara de olas como esta, que dur¨® 10 d¨ªas seg¨²n los datos provisionales de la Agencia Espa?ola de Meteorolog¨ªa, y es la m¨¢s extrema desde que hay registros.

La ley de prevenci¨®n de riesgos laborales, de 1995, obliga a que el empresario garantice la seguridad y la salud de sus empleados en todos los aspectos relacionados con el trabajo. Por lo tanto, aunque no se menciona el calor espec¨ªficamente, para las profesiones en que las altas temperaturas sean un problema ya debe contemplarse en sus planes. De hecho, un real decreto de 1997 especifica la temperatura m¨ªnima y m¨¢xima a la que se puede trabajaren espacios interiores: sin esfuerzos f¨ªsicos, entre 17 y 27 grados; si se trata de trabajos ligeros, entre 14 y 25. Pero esta misma precisi¨®n no existe en exteriores.

Antonio Moreno, m¨¦dico del trabajo en Quir¨®n Prevenci¨®n, asociada a la patronal Aspren (Asociaci¨®n Nacional de Servicios de Prevenci¨®n Ajenos), explica que ser¨ªan deseables estudios que ayuden a definir ¡°una horquilla, en funci¨®n de las caracter¨ªsticas de las personas y del entorno, que establezca a partir de qu¨¦ temperaturas no se puede trabajar en exteriores, o marque actuaciones concretas¡±. Pero a?ade que es una cuesti¨®n compleja, dos personas pueden reaccionar de forma diferente ante un mismo est¨ªmulo, en funci¨®n de variables como la edad, la superficie corporal, sus condiciones de salud y su aclimataci¨®n al calor, y adem¨¢s hay que tener en cuenta factores como la temperatura, humedad relativa, velocidad del aire, etc.

Un responsable de un servicio de prevenci¨®n de riesgos en la empresa privada, que prefiere no dar su nombre, explica que, ¡°pese a que hay gu¨ªas t¨¦cnicas¡± que les dan pautas sobre c¨®mo actuar (por ejemplo al definir el estr¨¦s t¨¦rmico o sobre el vestuario) con los que las empresas deber¨ªan definir sus propias horquillas con el m¨¢ximo de temperatura al que se puede trabajar, es complicado que ¡°las compa?¨ªas las aprueben porque no hay una normativa de referencia clara¡±. Aunque asegura que s¨ª hay ejemplos ¡°de protocolos bien definidos contra condiciones ambientales extremas¡±.

El debate est¨¢ sobre la mesa. El secretario general de UGT, Pepe ?lvarez, ha repetido en los ¨²ltimos d¨ªas que la normativa vigente est¨¢ ¡°obsoleta¡±. ¡°Creo que hay que limitar claramente cu¨¢ndo se puede trabajar al sol, qu¨¦ ritmos de trabajo son los que hay que tener, cu¨¢ndo hay que parar en las horas de m¨¢s calor. Eso hoy se puede hacer en algunos convenios colectivos, como el de la construcci¨®n, que lo tienen incorporado, aunque no siempre se respeta, pero la mayor¨ªa de los sectores no lo tienen¡±, dijo en Canal Sur. Asegur¨® que van a trabajar en la negociaci¨®n colectiva, pero a la vez exigir¨¢n al Gobierno ¡°un cambio en profundidad de la ley de prevenci¨®n de riesgos laborales¡±.

CC OO considera que cualquier refuerzo en las medidas es bienvenido, aunque la norma ya aporta ¡°herramientas suficientes para exigir que se act¨²e¡±, explica Carmen Manche?o, coordinadora de Salud Laboral. Sin embargo, critica que muchas empresas no lo est¨¢n haciendo como deber¨ªan. ¡°Tiene que ver con una redistribuci¨®n de jornadas, pausas en zonas sombreadas, que los trabajadores se puedan hidratar con l¨ªquido suficiente¡±, afirma. Algo que golpea m¨¢s a los ¡°m¨¢s precarizados, con menos capacidad de ejercer sus derechos y m¨¢s dificultad para denunciar y exigir que se cumplan unas condiciones de trabajo¡±.

Fuentes de la CEOE, en cambio, indican que no se puede generalizar y que en funci¨®n del sector del que se trate los peligros asociados al cambio clim¨¢tico afectan de manera diferente, pero que ¡°las empresas directamente implicadas se van poniendo al d¨ªa poco a poco¡±, a medida que van identificando riesgos. ¡°Existe la preocupaci¨®n, porque se van encontrando problemas que tienen que ir solucionando¡±, a?aden, ¡°y la v¨ªa para hacerlo no es reformar la ley, sino la negociaci¨®n colectiva¡±.

El Gobierno planea medidas para hacer frente al cambio clim¨¢tico. Esta ¨²ltima ola de calor ha puesto de manifiesto ¡°la necesidad de reforzar la preparaci¨®n y las capacidades de colectivos profesionales especialmente vulnerables en condiciones de calor extremo (desde bomberos forestales a operarios de limpieza en ciudades)¡±, se lee en un an¨¢lisis del Ministerio para la Transici¨®n Ecol¨®gica sobre este ¨²ltimo episodio. En el Plan Nacional de Adaptaci¨®n al Cambio Clim¨¢tico, que recoge la hoja de ruta en Espa?a entre 2021 y 2030, se prev¨¦ que se apruebe un plan nacional para actuar frente a los efectos de la crisis clim¨¢tica en la salud de los empleados y que se emitan recomendaciones para las empresas.

Por su parte, fuentes del Ministerio de Trabajo sostienen que la ley de prevenci¨®n ya prev¨¦ ¡°una protecci¨®n eficaz en materia de seguridad y salud en el trabajo donde quiera que se desarrolle¡±, y a?aden que est¨¢ previsto que la Estrategia Espa?ola de Seguridad y Salud en el Trabajo 2022-2027, que actualmente se est¨¢ negociando, incluya como l¨ªneas prioritarias, entre otras, el an¨¢lisis del marco normativo para ¡°adaptarlo, en su caso, al cambio clim¨¢tico¡±, la promoci¨®n de la investigaci¨®n en prevenci¨®n de riesgos y el apoyo a empresas en estas tareas, en ¡°las actividades m¨¢s afectadas por los cambios medioambientales¡±.

La soci¨®loga Claudia Narocki, experta en salud laboral de la Fundaci¨®n 1? de Mayo, creada por CC OO, ha elaborado un reciente estudio en el que se llama a que ¡°el estr¨¦s t¨¦rmico relacionado con las condiciones meteorol¨®gicas¡± se trate como ¡°un riesgo laboral que se est¨¢ agravando¡±. En ¨¦l, se explica que son pocos los pa¨ªses de la Uni¨®n Europea que ¡°han desarrollado planes espec¨ªficos¡± para proteger a los trabajadores ante episodios de altas temperaturas. Narocki afirma que ¡°se est¨¢ empezando a sacar este tema a la luz, que ha permanecido oculto demasiados a?os¡±. Pa¨ªses del entorno como Francia y el Reino Unido han visto estos d¨ªas escalar sus term¨®metros de manera ins¨®lita para el clima al que est¨¢n habituados. Ahora ¡°los veranos empiezan mucho antes, no se limitan a julio y agosto y hay picos de calor desde mayo y hasta bien entrado septiembre, que afectan a nuevas actividades, como los centros educativos, y dan mayor intensidad a las que s¨ª lo estaban¡±.

La portavoz de la Uni¨®n Progresista de Inspectores de Trabajo, Mercedes Mart¨ªnez, critica que ¡°muchos planes de prevenci¨®n de riesgos laborales tratan el calor de forma gen¨¦rica, con medidas estandarizadas¡±, sin atender a factores como las caracter¨ªsticas del propio trabajador o el emplazamiento. Adem¨¢s, se?ala que se requerir¨ªan ¡°evaluaciones muy continuas¡± que no siempre se hacen. Dice que hay sectores como la construcci¨®n donde s¨ª se contemplan las temperaturas muy elevadas, pero que ¡°en la mayor¨ªa de actividades al aire libre¡± no es as¨ª.

Las patronales de la construcci¨®n y agraria replican que las empresas ya contemplan los riesgos. Son dos sectores que se mueven desde hace a?os. En Ciudad Real, se acaba de firmar un convenio colectivo que limita la actividad laboral en la construcci¨®n entre mediados de julio y mediados de agosto de siete a tres de la tarde. Es algo que tambi¨¦n ocurre ¡°en varias provincias andaluzas y en Madrid¡±, explica Mar¨ªa Jos¨¦ Leguina, directora del departamento laboral de Confederaci¨®n Nacional de la Construcci¨®n, la patronal del sector. Afirma que ¡°el calor es un factor de riesgo¡± en su proceso productivo, como tambi¨¦n lo es el fr¨ªo extremo, y que por cada obra hay un plan de seguridad y salud. ¡°Tenemos buenos t¨¦cnicos que implementan muy bien las medidas [que dicta en sus gu¨ªas t¨¦cnicas el Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo] y seguimos sus criterios¡±, dice. Los planes ¡°para nada son gen¨¦ricos¡±. En Asaja, la patronal agraria, su director, Juan Jos¨¦ ?lvarez, reclama un cambio en la ley de prevenci¨®n de riesgos laborales, aunque asegura que en los protocolos que se aplican ya se incluyen medidas como adelantar las jornadas de trabajo para evitar las altas temperaturas.

Joaqu¨ªn Nieto, expresidente de la Organizaci¨®n Internacional del Trabajo, recalca que lo primero es cumplir la ley, que ya obliga a evaluar los riesgos, pero cree conveniente ir m¨¢s all¨¢. Propone ¡°un plan de choque entre el ministerio, las comunidades y los agentes sociales para que las empresas se pongan al d¨ªa¡±, afirma, de forma que incorporen ¡°las situaciones extremas¡± en sus planes de prevenci¨®n. Tambi¨¦n recuerda que ¡°todo trabajador tiene derecho a abandonar su puesto de trabajo si est¨¢ en riesgo su vida o su salud¡±, no ante un peligro gen¨¦rico, sino uno ¡°grave o inminente¡±.