La rebeli¨®n de los bomberos forestales
A pesar de los catastr¨®ficos incendios de este verano, trabajadores que luchan contra el fuego en Castilla y Le¨®n denuncian el despido de refuerzos que podr¨ªan dedicarse a la prevenci¨®n en invierno. Operarios de otras comunidades muy afectadas, como Galicia o Comunidad Valenciana, se quejan de su precariedad
Las cartas de despido han empezado a llegar a los bomberos forestales de Castilla y Le¨®n. El 30 de septiembre concluye la campa?a estival y muchos de los casi 5.000 integrantes del dispositivo que se enfrentaron a los terribles fuegos de este verano se quedan sin trabajo. Aunque se suele decir que los incendios se apagan en invierno, cuando hay que realizar tareas forestales para prevenir la acumulaci¨®n de combustible en los montes, en la comunidad con datos m¨¢s catastr¨®ficos ¡ª80.000 hect¨¢reas calcinadas y tres v¨ªctimas mortales entre junio y septiembre¡ª se vuelven a reducir ya los efectivos contratados, como en a?os anteriores. Sin embargo, esta no ha sido una campa?a de incendios como otras. Bomberos de Castilla y Le¨®n no solo reclaman que se extienda su periodo laboral para reforzar el equipo que trabaja en prevenci¨®n (realizando desbroces, cortafuegos y otras labores forestales para cuando vuelvan las temperaturas extremas), sino que han salido a protestar, caminando. El martes arranc¨® una marcha de Villardeciervos (Zamora) en la que se van turnando grupos de estos profesionales para recorrer 150 kil¨®metros hasta Valladolid, donde se manifestar¨¢n este s¨¢bado para reclamar ser reconocidos como bomberos y no como meros ¡°peones forestales¡±. En otras comunidades muy afectadas tambi¨¦n por el fuego como Galicia o Comunidad Valenciana, no se han mandado todav¨ªa cartas de despido, pero este colectivo se queja igualmente de la precariedad laboral que sufren.
En la marcha de protesta en Castilla y Le¨®n, el ritmo de los tres primeros caminantes deja claro que est¨¢n acostumbrados a trabajar cargando mochilas de hasta 15 kilos. Sus piernas avanzan a paso ligero por las carreteras de Zamora, donde solo se escuchan sus conversaciones y la berrea de los ciervos. La fase de celo y reproducci¨®n de estos venados acontece este a?o entre hect¨¢reas arrasadas, de color negro y olor a ceniza. ¡°Reivindicamos mejoras laborales b¨¢sicas como la categor¨ªa de bomberos forestales [sus convenios los definen como peones forestales, con peores condiciones], mayor formaci¨®n y estabilidad para trabajar todo el a?o y no solo unos meses¡±. Aseguran que los rebeldes, como un compa?ero con 15 a?os de experiencia que critic¨® la calidad del EPI que le ofrece la empresa subcontratista, son fulminados. Este colectivo ha insistido desde junio, cuando las llamas de la Sierra de la Culebra desolaron el entorno por donde ahora transitan, en la importancia de la prevenci¨®n y de apagar los fuegos en invierno. Las brigadas se reducen a un nimio 25%, pese a que los meses de menos riesgo deber¨ªan aprovecharse para retirar la madera quemada ¡°para que no sea como cerillas para 2023¡å o reducir el sotobosque que sirve como ¡°combustible¡± en cuanto una chispa alcanza suelos desatendidos. Esas reducidas brigadas, lamentan, no bastan.
Los n¨²meros avalan esta impotencia: Castilla y Le¨®n, la comunidad m¨¢s extensa de Espa?a, dedica 65 millones de euros anuales a combatir las llamas, equivalentes a 13,65 euros por hect¨¢rea forestal; mucho menos que los 88,2 euros de Galicia o los 39,2 de Andaluc¨ªa. El recorrido se entrelaza con la lectura de un acuerdo anunciado esa misma ma?ana entre la Junta, la patronal y los sindicatos, que incrementa el presupuesto para incendios y el periodo de contrataci¨®n de los empleados. El consejero de Medio Ambiente, Juan Carlos Su¨¢rez-Qui?ones, sosten¨ªa en 2018 que era ¡°absurdo y un despilfarro¡± mantener las cuadrillas todo el a?o, pero ahora ha aceptado prolongar los contratos. La inversi¨®n llegar¨¢ a 130 millones de euros anuales en 2025, con subidas progresivas hasta entonces. La ¡°estabilizaci¨®n del personal del operativo y la mejora de sus prestaciones y condiciones de trabajo¡± recibir¨¢ 86 millones, 54 para el ¡°personal de car¨¢cter p¨²blico¡± y 31 para el de ¡°empresas privadas¡±. La comunidad cuenta con unos 4.500 bomberos, la mayor¨ªa pertenecientes a entidades subcontratadas. La lectura de esas condiciones genera cierto optimismo en los manifestantes. Sin embargo, consideran que no es suficiente, pues muchos ya recibieron la carta de despido. La protesta contin¨²a.
En la carretera, los bomberos se van encontrando con gente que les muestra su apoyo. Los pocos coches que pasan por estas zonas azotadas por la despoblaci¨®n pitan o saludan a los manifestantes que toman al relevo, que antes del mediod¨ªa llegan a Ferreras de Arriba, donde comenz¨® el primer fuego devastador del verano. All¨ª, bajo el ta?er de las campanas, leen un manifiesto y despliegan la pancarta que los acompa?a estos d¨ªas. Los carteles muestran que el pueblo est¨¢ con ellos. ¡°M¨¢s bomberos y menos consejeros¡± o ¡°La Culebra no se calla¡± destacan entre decenas de mensajes contra la Junta. As¨ª opina Salom¨¦ Canas, de 70 a?os, que espera turno en el m¨¦dico y habla de ¡°abandono¡±, otra palabra con la que coinciden los bomberos. ¡°De haber tenido m¨¢s gente en las brigadas y haber estado mejor el monte, el impacto se hubiera reducido, un bosque nunca ser¨¢ un jard¨ªn bot¨¢nico¡±, zanjan los bomberos rumbo a Ferreras de Abajo, donde una vecina les sonr¨ªe antes de que la ayuden a cargar un saco de pienso: ¡°Que Dios os guarde¡±. La primera jornada concluir¨¢ en T¨¢bara, de infausto recuerdo: all¨ª muri¨® abrasado su compa?ero Daniel Gull¨®n. Ten¨ªa 62 a?os, esposa y dos hijos. Uno de los bomberos ha portado todo el d¨ªa, con mimo frente a su pecho, una foto conmemorativa del veterano bombero que sufr¨ªa bajo esas condiciones precarias e inestables que hoy sus herederos luchan por cambiar en su memoria.
En Galicia prolongan el dispositivo
En otra de las comunidades m¨¢s afectadas por las llamas este verano, la Xunta de Galicia asegura que mantendr¨¢ su dispositivo contraincendios hasta el 17 de noviembre. En esa fecha se extinguir¨¢n los contratos de seis meses de los 1.000 profesionales que se incorporaron a estas tareas el pasado mayo, lo que equivale a una tercera parte del personal desplegado. Ante el oto?o seco que se avecina, la Conseller¨ªa de Medio Rural a¨²n no ha decidido que har¨¢ despu¨¦s, si prorrogar¨¢ o no los contratos de esos operarios para conservar la plantilla propia de las temporadas de alto riesgo. Fuentes de este departamento auton¨®mico se?alan que ¡°se actuar¨¢ en funci¨®n de las condiciones que se registren en cada momento¡± y no descartan ¡°evaluar su ampliaci¨®n¡±, ¡°siempre en funci¨®n de criterios t¨¦cnicos¡±. Por otro lado, la continuidad de los 1.300 trabajadores de refuerzo que aportan los ayuntamientos en verano depende de lo que decida cada consistorio, informa Medio Rural.
¡°Est¨¢n siempre improvisando¡±, lamenta Ignacio Salcedo, bombero forestal de Pontevedra. ¡°Este a?o, a los que tenemos contrato de seis meses nos avisaron para incorporarnos con una semana de antelaci¨®n¡±. Salcedo, que es secretario de la Asociaci¨®n Profesional de Bomberos Forestales de Galicia (Apropiga), explica que la ¡°brutal inestabilidad laboral¡± que sufren los miembros del dispositivo en Galicia no solo supone un agravio para ellos sino que merma la eficacia de la lucha contra las llamas. Aboga por un operativo ¡°¨²nico, p¨²blico y anual¡±. Que todos los bomberos forestales trabajen todo el a?o, aunque el riesgo de incendios sea bajo, no supone que est¨¦n brazo sobre brazo, defiende: ¡°La prevenci¨®n no es solo desbrozar, hay muchas cosas que hacer¡±. Otros bomberos gallegos consultados apuntan tambi¨¦n a la necesidad de que se cubran las vacantes por bajas, ¡°que no se est¨¢ haciendo¡±.
Bomberos de la Comunidad Valenciana
En la Comunidad Valenciana, otra de las regiones con m¨¢s hect¨¢reas ardidas, la Generalitat cuenta con un millar de bomberos forestales: unos 700 trabajan todo el a?o y algo m¨¢s de 200 son refuerzo durante seis meses. Seg¨²n Ferran Edo, delegado sindical de CGT en la Sociedad Valenciana de Gesti¨®n Integral de Emergencias (SGISE), aqu¨ª tambi¨¦n falta personal para mejorar la prevenci¨®n. ¡°Los refuerzos deben trabajar todo el a?o, sobre todo en un escenario de cambio clim¨¢tico, y permitir un tercer turno que permita m¨¢s rotaci¨®n y refresco de los efectivos¡±, a?ade el sindicalista, que reclama adem¨¢s coeficientes reductores en la edad de jubilaci¨®n.
Por su parte, la secretaria auton¨®mica de Emergencia Clim¨¢tica y Transici¨®n Ecol¨®gica de la Consejer¨ªa de Agricultura, Paula Tuz¨®n, defiende que s¨ª se est¨¢ avanzando en evitar los incendios. ¡°El Gobierno valenciano [PSPV, Comprom¨ªs y Unides Podem] cre¨® en 2015 el departamento de prevenci¨®n, que no exist¨ªa antes, y se ha duplicado el presupuesto dedicado a prevenci¨®n, que en 2022 asciende a 27 millones de euros¡±. No obstante, la consejer¨ªa que preside Mireia Moll¨¤ (de Comprom¨ªs) ha pedido tras los grandes incendios de este verano m¨¢s dinero p¨²blico para este apartado, de forma que se llegue a los 86 millones, lo que superar¨ªa la cantidad presupuestada para apagarlos (81 millones).
Isaac Vidal, bombero forestal de Castell¨®n, estuvo en el ¡°dur¨ªsimo¡± incendio de Bej¨ªs. ¡°Trabajamos durante 10 d¨ªas en un grupo de solo tres bomberos (la unidad suele componerse de seis miembros), con muchas horas extra y poco descanso¡±, describe renegando de la etiqueta de ¡°h¨¦roes¡± que les cuelgan a menudo. ¡°No somos heroes sino profesionales y los medios p¨²blicos han de ser eficientes y para ello necesitan plantillas estables y en n¨²mero suficiente¡±, agrega este bombero con un contrato declarado por los tribunales en fraude de ley. Hay cerca de 300 efectivos en la misma situaci¨®n precaria que ¨¦l. Despu¨¦s de meses de protestas de la plataforma que los agrupa, arrancaron a la Generalitat el compromiso de que convocar¨ªan en 2023 un concurso de m¨¦ritos, en lugar de una oposici¨®n, para convertirse en personal fijo.
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