Ra¨²l Vicente, bombero forestal: ¡°Vamos a tener cada vez m¨¢s veranos de incendios como este¡±
En ¡®Hermano fuego¡¯, el brigadista recoge en un libro sus vivencias m¨¢s personales tras dos d¨¦cadas combatiendo el fuego
![Ra¨²l Vicente posa en el parque del Retiro de Madrid.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/JKM63WF4VVDZDEN7LN5SE2OH5A.jpg?auth=50c67ff9f615fb26e23671027015a1101648b181e841ae200e48bba47d0a6300&width=414)
![Raquel Vidales](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2F0a2c26a1-c003-4f7e-be76-09d246e0085f.jpg?auth=1dba1160782c97acca9223b36ac9b8f4344063b34edd7f05f420d573a3015b70&width=100&height=100&smart=true)
En 2010, el bombero forestal Ra¨²l Vicente (Zaragoza, 49 a?os) compareci¨® en el Parlamento catal¨¢n para defender la actuaci¨®n de su brigada en el incendio que cost¨® la vida a cinco compa?eros en Horta de Sant Joan (Tarragona) en el verano de 2009. Adem¨¢s de dar una buena lecci¨®n a los pol¨ªticos all¨ª presentes sobre los peligros a los que se enfrentan quienes se ven las caras a diario contra el fuego, aquella intervenci¨®n supuso para ¨¦l un punto de inflexi¨®n que le llev¨® a reflexionar profundamente sobre su trabajo y que ha acabado volcando en el libro Hermano fuego. Percances, alegr¨ªas y sinsabores de un bombero forestal, reci¨¦n publicado por Pepitas de Calabaza. Un relato ¨ªntimo de sus dos d¨¦cadas de profesi¨®n que emerge como un grito de alerta tras el peor verano de incendios de la ¨²ltima d¨¦cada en Espa?a.
Pregunta. ?C¨®mo se vive dentro de una brigada contra incendios un verano tan terrible como este?
Respuesta. Con tristeza. Hemos vuelto a cifras de 1994 y eso es terrible porque Espa?a ha hecho una inversi¨®n brutal en dispositivos de extinci¨®n desde entonces, pero la realidad es que con m¨¢s bomberos y mejor preparados que hace 30 a?os se nos est¨¢ quemando la misma superficie. Algo estamos haciendo mal.
P. ?Por ejemplo?
R. Esto no se resuelve aumentando el n¨²mero de bomberos forestales, sino mejorando la gesti¨®n del territorio. La despoblaci¨®n del mundo rural, por ejemplo, es uno de los principales problemas y no se est¨¢ haciendo nada en ese sentido.
P. La palabra ¡°dolor¡± aparece de manera reiterada en su libro. Es duro estar cerca de la tragedia tan a menudo, ?no?
R. En mi caso, te cierras un poco. Vas poniendo capas y parece que as¨ª lo vas superando, pero lo cierto es que cuando miras un poco m¨¢s a fondo se remueven muchas cosas. Siempre queda la duda de si pod¨ªas haber hecho algo m¨¢s o si te equivocaste en alguna decisi¨®n.
P. ?Sigue d¨¢ndole vueltas a lo que pas¨® en Horta en 2009?
R. Despu¨¦s de un accidente tan duro como aquel, hay un tiempo en el que no te atreves a hablar de ello. Pero ocurri¨® que ese incendio ha sido posteriormente tan analizado y puesto como ejemplo en cursos y formaciones, que un d¨ªa te das cuenta de que todo el mundo habla de ello menos t¨². Me ha costado un tiempo.
P. ¡°En todos mis a?os de profesional no he visto a la bestia de cerca m¨¢s de una docena de veces¡±, escribe en su libro. ?Qui¨¦n o qu¨¦ es la bestia?
R. La bestia es ese fuego de tal magnitud que resulta imposible apagarlo. La primera vez que la ves de frente, te sobrecoge. Hablamos de llamas de 20 metros crujiendo, gritando...
![Ra¨²l Vicente posa en El Retiro de Madrid.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/BPIYT5R5B5EILK6ABP6DCQT5JQ.jpg?auth=1eeeb242f5f202049807ad0dc4af2abc8cc1f84afbba05de2c80ca5cfb3040ec&width=414)
P. ?El fuego grita?
R. Much¨ªsimo. Toda esa madera ardiendo cruje una barbaridad¡ es un espect¨¢culo a su manera. Te hace sentir muy peque?o frente a la naturaleza.
P. Y el olor, ?c¨®mo se aguanta?
R. Te acostumbras. A nosotros se nos mete tanto en los poros que cuesta sacarlo. Ni despu¨¦s de cuatro duchas. Y lo peor es que t¨² no te lo hueles. Yo tengo el olfato atrofiado, puedo detectar el olor a quemado en grandes cantidades, pero no el que se me queda a m¨ª en la piel.
P. ?Nunca ha sentido ganas de dejarlo y cambiar de oficio?
R. Bueno, es que este trabajo engancha. Cuando sales a los incendios no miras el reloj y genera mucha adrenalina.
P. Ha estado alguna vez cara a cara con alg¨²n incendiario.
R. No. Pero me crear¨ªa un gran conflicto.
P. ?Qu¨¦ le dir¨ªa?
R. ?Por qu¨¦ est¨¢s haciendo tanto da?o? No eres tan importante, ninguno lo somos.
P. Este verano les han recibido como a h¨¦roes en muchos pueblos. Casi como a los m¨¦dicos en los primeros meses de la covid. ?Cree que al menos lo que ha pasado va a servir para algo?
R. Bueno, se agradece mucho el reconocimiento de la gente. Pero soy pesimista: creo que vamos a seguir atentos a lo urgente, pero no a lo importante. Si no cambiamos eso, vamos a tener cada vez m¨¢s veranos como este.
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