Gracias a la sostenibilidad la segunda mano ya no es cutre: ¡°Cada vez est¨¢ m¨¢s de moda¡±
Las aplicaciones de venta entre particulares triunfan, Wallapop ha crecido un 200% en dos a?os, y la tendencia se abre paso en supermercados y tiendas de lujo. La inflaci¨®n tambi¨¦n empuja la venta de ropa, tecnolog¨ªa, bicicletas o libros usados
Comprar un m¨®vil o una sudadera de segunda mano en Espa?a ha estado considerado durante a?os como algo cutre. Pero la conciencia ecol¨®gica, y ahora tambi¨¦n la inflaci¨®n, est¨¢n transformando la mentalidad de cada vez m¨¢s personas, que se lanzan a comprar productos usados sin complejos. Lo usado, ahora, es cool, sobre todo entre los j¨®venes. Gran parte de culpa la tienen aplicaciones como Wallapop ¡ªcuyos env¨ªos han crecido un 200% en dos a?os¡ª o Vinted, que permiten la compraventa entre particulares y juntos suman...
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Comprar un m¨®vil o una sudadera de segunda mano en Espa?a ha estado considerado durante a?os como algo cutre. Pero la conciencia ecol¨®gica, y ahora tambi¨¦n la inflaci¨®n, est¨¢n transformando la mentalidad de cada vez m¨¢s personas, que se lanzan a comprar productos usados sin complejos. Lo usado, ahora, es cool, sobre todo entre los j¨®venes. Gran parte de culpa la tienen aplicaciones como Wallapop ¡ªcuyos env¨ªos han crecido un 200% en dos a?os¡ª o Vinted, que permiten la compraventa entre particulares y juntos suman 23 millones de usuarios mensuales, casi tantos como Milanuncios (22 millones), web que el a?o pasado movi¨® 5.600 millones en transacciones. Todo es susceptible de reutilizaci¨®n, de coches a bicis y de muebles a libros. Y se empiezan a romper antiguas barreras: la ropa vieja se convierte en vintage y la segunda mano entra en grandes supermercados, tiendas de moda y en el mundo del lujo.
La tienda Humana Vintage de la calle Hortaleza, junto a la Gran V¨ªa de Madrid, ejemplifica esta tendencia. En el escaparate, maniqu¨ªes con prendas antiguas. Dentro, paredes de ladrillo visto, tubos de metal y m¨²sica animada acompa?an a la ropa, original y de colores chillones, que parece sacada del mercadillo londinense de Portobello Road. La palabra vintage se lee por todas partes. La ¨²nica diferencia con una tienda de ropa nueva es que aqu¨ª las prendas no valen 50 o 100 euros, sino diez veces menos. Hay j¨®venes y turistas; se escucha ingl¨¦s y franc¨¦s.
¡°Comprar de segunda mano ya no se considera cutre, cada vez est¨¢ m¨¢s de moda entre los j¨®venes¡±, dice Marian Ortiz, de 19 a?os, que lleva en la mano varias sudaderas a cinco euros cada una. Jos¨¦ Luis Mi?arro, de 25, suele comprar gorros, pa?uelos, chaquetas y camisetas usadas: ¡°Es m¨¢s econ¨®mico, m¨¢s ecol¨®gico, m¨¢s original y tiene un punto creativo, te sales de la moda que lleva todo el mundo¡±. Mar Garc¨ªa, de 21, viste con varias prendas de segunda mano y pone el acento en la sostenibilidad: ¡°No compro ya casi nada nuevo, hay demasiadas cosas fabricadas que se pueden aprovechar para no producir m¨¢s¡±. En esta tienda no solo hay veintea?eros, aunque son mayor¨ªa. Pedro Qui?ones, de 43, busca un chaquet¨®n: ¡°La segunda mano se est¨¢ quitando la etiqueta de pobre, ya la compra cualquiera¡±.
La marca ha pasado de 36 locales en 2015 a 48 en 2022 ¡ªla mayor¨ªa en Madrid y Barcelona, siete de ellas vintage¡ª y a casi doblar las prendas vendidas en ese periodo (de 3,18 millones a 5,91 millones). ¡°Estas tiendas antes ten¨ªan la ropa amontonada, tipo mercadillo, pero ahora est¨¢n refinando la experiencia para darle un tono ordenado y cool, dice David Cord¨®n, profesor de comportamiento del consumidor en la Universidad Complutense. Marina M¨¢rquez, presidenta de la ONG Visi¨®n Circular, da otra idea: ¡°En el norte de Europa, comprar de segunda mano lleva a?os siendo tendencia, y por fin se empieza a trasladar tambi¨¦n a Espa?a¡±.
Albert Vinyals, experto en psicolog¨ªa del consumo en la Universidad Aut¨®noma de Barcelona, lo resume as¨ª: ¡°En Espa?a hemos estado malcriados como consumidores y marcados por el qu¨¦ dir¨¢n, por eso la segunda mano estaba mal vista y lo quer¨ªamos todo nuevo. Pero est¨¢ habiendo un cambio de valores impulsado por la mayor conciencia ambiental. En esto ha tenido mucho que ver la pandemia, que nos ha hecho reflexionar m¨¢s sobre c¨®mo compramos. Ya no vales menos por llevar algo usado¡±. Seg¨²n una encuesta de Milanuncios, el 70% de los consumidores afirma haber comprado algo de segunda mano, principalmente por precio (77%) y por sostenibilidad (39%).
Cord¨®n, de la Complutense, tercia: ¡°La sociedad espa?ola est¨¢ virando hacia los productos reusados, sobre todo en las franjas de 30 a 45 a?os, como muestran cada vez m¨¢s estudios¡±. En su opini¨®n, se debe en gran parte a las apps que permiten la compraventa entre particulares, como Wallapop (17 millones de usuarios al mes en Espa?a) o Vinted (seis millones), especializada en ropa: ¡°Son plataformas sencillas e intuitivas, se usan en el m¨®vil, y adem¨¢s es un mercado autom¨¢tico, puedes ver miles de productos desde casa, elegirlos, regatear, y luego quedar con el vendedor o pedirle que te lo env¨ªe. Ahorras tiempo y dinero y es m¨¢s ecol¨®gico. Esa sencillez est¨¢ derribando muchas barreras¡±.
Zapatillas descatalogadas
Sol Rodr¨ªguez, argentina de 26 a?os, descubri¨® Wallapop al irse a vivir a Barcelona, porque necesitaba muebles baratos. ¡°Empec¨¦ por un tema econ¨®mico, pero luego me enganche a la econom¨ªa circular¡±, cuenta. Desde entonces, ha comprado c¨¢maras de fotos, libros, ordenadores, ropa¡ ¡°Y unas zapatillas que ya no se fabricaban y me encantaban¡±, dice. Se lo recomienda a todos sus amigos. ¡°?Para qu¨¦ comprar algo nuevo si ya existe y alguien no lo usa?¡±. Manel Lende, barcelon¨¦s de 45 a?os, busca en la app juegos de mesa, de cartas y coleccionismo. ¡°Tengo un grupo de amigos que quedamos para echar partidas de juegos de mesa modernos. Algunos ya no se venden, as¨ª que si los consigues de segunda mano se valoran much¨ªsimo¡±, apunta.
Jon Kareaga, activista ambiental de 24 a?os, ha ido m¨¢s all¨¢ y ha sellado una alianza con la aplicaci¨®n para camperizar una furgoneta [convertirla en caravana] solo con productos comprados en Wallapop. ¡°Se puede comprar de todo de segunda mano, de maderas a tornillos y de bisagras a placas solares¡±, explica. ¡°La sostenibilidad para m¨ª es fundamental, y el coste ambiental de las cosas usadas es cero, tan solo el transporte¡±, prosigue.
Esta nueva realidad ha llevado a crear la Asociaci¨®n Espa?ola de Segunda Mano (Aesema), de la que forman parte Cash Converters, Milanuncios, Wallapop, CeX y Game (estas dos ¨²ltimas venden sobre todo m¨®viles, inform¨¢tica y videojuegos). Seg¨²n Blanca Pi¨¦drola, portavoz de la entidad, Aesema pretende ¡°dignificar este tipo de comercio¡± y ¡°mejorar la normativa para el sector¡±. Pi¨¦drola trabaja adem¨¢s en Cash Converters, que tiene 73 tiendas por toda Espa?a donde se compran y venden todo tipo de productos (salvo ropa), sobre todo m¨®viles, electr¨®nica, inform¨¢tica y peque?os electrodom¨¦sticos. Su cifra de negocio aument¨® un 19% en 2021 y en lo que va de a?o han crecido un 12%.
El escaparate de su local en Tetu¨¢n (Madrid) hay joyas y ordenadores, de violines a una PlayStation 2. Carritos de beb¨¦ por 89 euros, port¨¢tiles por 200 y cascos de moto desde 25. ¡°Viene un cliente familiar recomendado por otros amigos a los que una compra ha salido muy bien. Los precios son entre un 10% y un 50% m¨¢s baratos, se pueden comparar con el precio original¡±, explica Jos¨¦ Hern¨¢ndez, que atiende a los clientes. Uno es Eduardo B¨®rquez, chileno de 45 a?os: ¡°Estoy de visita, pero en Chile suelo comprar electrodom¨¦sticos y videojuegos de segunda mano, son mucho m¨¢s baratos y est¨¢n casi nuevos¡±. Su hijo toquetea un patinete el¨¦ctrico. Una joven compara varios modelos de m¨®viles (algunos no han salido de su embalaje original), mientras Guillermo de la Obra, de 68 a?os, revisa los taladros. ¡°Me gusta buscar ofertas baratas. Estoy mirando un arrancador de bater¨ªa, que es dif¨ªcil de encontrar, y vale solo 49 euros. Pero voy a preguntarle a un dependiente si funciona¡±. De hecho, los productos usados tienen dos a?os de garant¨ªa.
Cosas usadas en el s¨²per
Los grandes supermercados se est¨¢n sumando a esta tendencia. Carrefour acaba de sellar una alianza con Cash Converters para crear Carrefour Ocasi¨®n, un lugar para la compraventa de productos, en uno de sus centros en Madrid. Alcampo va m¨¢s all¨¢: tiene 15 espacios para ropa de segunda mano en otros tantos establecimientos en colaboraci¨®n con Moda Re, una marca de C¨¢ritas, y 40 locales para electr¨®nica de segunda mano gestionados por la malague?a ReWare.
Ambas cadenas ¡ªadem¨¢s de tiendas de alimentaci¨®n y restaurantes¡ª, usan tambi¨¦n Too good to go, una app permite comprar comidas o alimentos que no se han vendido al final del servicio a un tercio de su precio. La aplicaci¨®n ha vendido 10 millones de packs desde 2019, cuatro de ellos el a?o pasado. Mientras, Decathlon ha puesto en marcha Segunda Vida, donde los clientes pueden vender aquellos productos deportivos que ya no usan; la marca francesa se los compra, los revisa y luego los revende m¨¢s baratos a trav¨¦s de su web o en algunos establecimientos. Y da tres a?os de garant¨ªa (igual que con los productos nuevos).
El sector de la bici usada es uno de los que m¨¢s est¨¢ creciendo ¡ªimpulsado por la falta de stock¡ª , como lo muestran los datos de dos plataformas: Bike Ocasi¨®n ha pasado de vender 1.600 veloc¨ªpedos en 2019 a unos 4.000 este a?o (todav¨ªa sin cerrar), mientras Tuvalum crece una media del 60% anual desde 2020. Pero la tendencia llega a todos los sectores: Re-Read, que vende libros de segunda mano, ten¨ªa 42 librer¨ªas en Espa?a en 2019 y ahora son 55, y ha pasado de vender 1,6 millones de libros a casi 2 este a?o. Seg¨²n coches.net y motos.net se venden 2,3 coches usados por cada coche nuevo, y 2,5 motos (antes de la pandemia eran 2,1).
Hasta las marcas m¨¢s exclusivas se ha subido al carro. ¡°El lujo de segunda mano est¨¢ creciendo much¨ªsimo¡±, avanza Jos¨¦ Luis Nueno, de la C¨¢tedra de Cambios en el Comportamiento del Consumidor del IESE. ¡°Esto ocurre porque ha habido una profesionalizaci¨®n de los canales de venta de lujo online, porque la gente quiere cambiar m¨¢s a menudo de productos, porque no siempre hay disponibilidad en las tiendas, y en parte tambi¨¦n por sostenibilidad¡±. Este flujo se canaliza a trav¨¦s de webs como Vestiaire Collective o The RealReal, que garantizan que la ropa o los complementos son aut¨¦nticos. ¡°Si una chaqueta de Gucci vale 3.500 euros, en esas webs se vende por unos 2.000, con lo que sabes que te la puedes comprar y revenderla sin que pierda mucho valor, y luego comprarte otra¡±, a?ade. StockX hace lo mismo con zapatillas exclusivas y la plataforma vale ya 2.000 millones.
Seg¨²n Nueno, este sector crece a un 18% anual, tres veces m¨¢s que el comercio normal. Por ahora, muchas marcas de lujo est¨¢n de u?as contra este mercado. ¡°Sin embargo, algo est¨¢ cambiando: Gucci ha hecho una alianza con The RealReal para meter en su p¨¢gina producto antiguo y producto nuevo¡±, se?ala el profesor. Y llegar¨¢ a m¨¢s marcas: en noviembre, Zara lanz¨® en Reino Unido una plataforma (Zara Pre-Owned) para reparar ropa usada y revender sus compras de cualquier colecci¨®n con la garant¨ªa de la marca. Aunque todav¨ªa no tienen fecha para llevar el servicio a Espa?a, es un campo de pruebas que cambiar¨¢ el mundo de la moda.
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