La explosi¨®n sin precedentes de las renovables: m¨¢s de 1.400 proyectos en camino
El Gobierno ha dado el visto bueno ambiental a 182 macroparques e¨®licos y solares desde principios de 2022 y las comunidades han autorizado 1.236 m¨¢s peque?os. Espa?a vivir¨¢ un bum en los pr¨®ximos dos a?os, lo que est¨¢ creando tensiones
Todos los expertos consultados para este reportaje coinciden: no hay precedentes de una explosi¨®n renovable como la que se espera en los dos pr¨®ximos a?os en Espa?a. ?La raz¨®n? El visto bueno ambiental de las comunidades aut¨®nomas y el Gobierno a m¨¢s de 1.400 proyectos de e¨®lica y, sobre todo, solar. Esta nueva oleada se une a lo ya instalado durante los dos ¨²ltimos a?os, que tambi¨¦n han sido de r¨¦cord para la fotovoltaica, la tecnolog¨ªa que est¨¢ viviendo el momento m¨¢s dulce. Esta r¨¢pida y masiva expansi¨®n est¨¢ ayudando a Espa?a a desengancharse de los combustibles f¨®siles, principales responsables del cambio clim¨¢tico, y a obtener una electricidad m¨¢s barata. Pero, a la vez, est¨¢ causando tensiones derivadas de la competencia por el suelo o los impactos paisaj¨ªsticos y en la biodiversidad, lo que est¨¢ acrecentando un cierto movimiento de rechazo en algunas zonas rurales.
A la lucha clim¨¢tica se une la obligaci¨®n que se ha fijado la Uni¨®n Europea de alejarse del gas y el petr¨®leo de Rusia tras la invasi¨®n a Ucrania. Bruselas ha marcado el camino de forma cristalina: m¨¢s renovables a¨²n m¨¢s r¨¢pido y eficiencia energ¨¦tica. Y en eso est¨¢ la UE: en 2022, la e¨®lica y la solar generaron una quinta parte de la electricidad de Europa (22%), superando por primera vez al gas (20%) y el carb¨®n (16%), seg¨²n el balance de los analistas internacionales de Ember. Espa?a fue, tras Alemania, el pa¨ªs de la UE que m¨¢s energ¨ªa solar produjo: aument¨® un 21% respecto a 2021. En el caso del viento, donde la potencia instalada es mayor pero su ritmo de expansi¨®n es mucho m¨¢s modesto, tambi¨¦n fue la segunda naci¨®n que m¨¢s electricidad volc¨® en la red, por detr¨¢s de Alemania.
Todo eso es ya el pasado. EL PA?S intenta adentrarse en el futuro inmediato, en lo que se vivir¨¢ los dos pr¨®ximos a?os en Espa?a, uno de los pa¨ªses del mundo m¨¢s atractivos para invertir en renovables. Para ese viaje en el tiempo la mejor ruta es analizar las evaluaciones ambientales de los proyectos ya aprobados, una informaci¨®n que en muchas ocasiones hay que extraer con sacacorchos de los boletines oficiales. El aval ambiental es imprescindible para que un proyecto salga adelante.
Cuando los proyectos superan los 50 megavatios (MW) de potencia, lo que com¨²nmente se conoce como macroparque, es la Administraci¨®n central la encargada de conceder o no los permisos. En estos momentos, hay 25 de estas grandes instalaciones en funcionamiento: 18 fotovoltaicas y siete e¨®licas. Pero, desde enero de 2022 y hasta este viernes, el Bolet¨ªn Oficial del Estado ha publicado las declaraciones de impacto ambiental favorables de otros 182 macroproyectos (161 solares y 21 e¨®licos). Si todos salen adelante supondr¨¢ multiplicar por siete los macroparques.
En el caso de los proyectos de menos de 50 MW, de cuya tramitaci¨®n se encargan las autonom¨ªas, hasta el 25 de enero ¡ªla fecha l¨ªmite para desatascar la tramitaci¨®n de centenares de ellos fijada por el Estado¡ª los gobiernos regionales hab¨ªan dado el aval ambiental a otros 1.236 parques m¨¢s, seg¨²n los datos facilitados por 16 de las 17 autonom¨ªas: todas salvo Arag¨®n, la ¨²nica que no ha querido ofrecer esta informaci¨®n. En total, sumando los permisos de todas las Administraciones, se trata de 1.418 instalaciones con una potencia conjunta de 68.856 MW. Es m¨¢s de lo que hay instalado en Espa?a de fotovoltaica y e¨®lica juntas ahora, que ronda los 50.000 MW. La mayor¨ªa de todos esos nuevos proyectos deber¨ªa estar en funcionamiento para junio de 2025, seg¨²n el calendario establecido por el Ministerio de Transici¨®n Ecol¨®gica. Un bum en toda regla.
¡°Hay que ver cu¨¢nto de eso acaba construy¨¦ndose, pero la realidad es que nunca ha habido tantos proyectos grandes en marcha. Espa?a ya es un pa¨ªs l¨ªder en renovables y todas estas declaraciones de impacto ambiental aprobadas van a consolidar a¨²n m¨¢s su posici¨®n¡±, apunta Alejandro Labanda, director de Transici¨®n Ecol¨®gica de BeBartlet.
La secretaria de Estado de Energ¨ªa, Sara Aagesen, recuerda en declaraciones a este diario que la mayor¨ªa de los proyectos que han recibido la declaraci¨®n de impacto ambiental favorable ¡°deben modificarse y aplicar medidas compensatorias para ejecutarse¡±. Tras ese aval, los promotores deben lograr la autorizaci¨®n inicial, la de construcci¨®n y, por ¨²ltimo, la de funcionamiento. ¡°No sabemos cu¨¢ntos asumir¨¢n estas exigencias y seguir¨¢n adelante¡±, a?ade Aagesen, quien insiste en que lo que ¡°se materialice ser¨¢ excelente con el medioambiente y con el territorio¡±. De momento, seg¨²n los datos recabados por EL PA?S, 21 de los 182 macroparques en cartera del Gobierno central ya han logrado la autorizaci¨®n inicial o la de construcci¨®n. Pero, en algunos casos, las condiciones impuestas en el proceso ambiental ¡ªcomo reducci¨®n de potencia y superficie o compensaciones¡ª o la financiaci¨®n ¡ªla subida de tipos ha complicado mucho las cosas¡ª pueden truncar las cuentas y dejar el proyecto en la cuneta. ¡°Aquellos en los que antes los n¨²meros sal¨ªan justitos, ahora pueden no salir¡±, admite el jefe de la Uni¨®n Espa?ola Fotovoltaica (UNEF), Jos¨¦ Donoso.
La consejera extreme?a de Transici¨®n Ecol¨®gica, Olga Garc¨ªa, considera que ese no ser¨¢ el caso de los 140 proyectos (3.657 MW) a los que esa autonom¨ªa ha concedido el permiso medioambiental. ¡°Pr¨¢cticamente todo eso va a salir adelante por el trabajo previo que hemos hecho con los promotores¡±, sostiene Garc¨ªa, que no oculta que las renovables son una de las prioridades que se ha fijado su Gobierno. ¡°No solo son beneficiosos en la lucha contra el cambio clim¨¢tico, sino tambi¨¦n en la generaci¨®n de empleo y de riqueza¡±, argumenta. En Extremadura, Garc¨ªa defiende que la implantaci¨®n de la solar est¨¢ siendo bastante pac¨ªfica. Pero en otros territorios no est¨¢ sucediendo lo mismo.
Conflicto
¡°Se est¨¢ empezando a crear una coalici¨®n del no a la que se unen algunos partidos: es un riesgo a la misma altura del negacionismo clim¨¢tico directo¡±, advierte Pedro Fresco, ex director general de Transici¨®n Ecol¨®gica de la Comunidad Valenciana destituido por Compromis tras imponerse en ese partido la corriente que aboga por poner freno al desarrollo de los grandes parques. ¡°Si estos movimientos tienen tanta tracci¨®n es precisamente porque no estamos sabiendo explicar por qu¨¦ esto es tan importante para todos. No para las empresas, sino para toda la sociedad¡±, desliza.
El antrop¨®logo y profesor de la Universidad de B¨²falo (Nueva York) Jaume Franquesa conoce bien los movimientos de oposici¨®n a las renovables. De eso trata su ¨²ltimo libro ¡ªMolinos y gigantes. La lucha por la dignidad, la soberan¨ªa energ¨¦tica y la transici¨®n ecol¨®gica (Errata Naturae)¡ª, en el que analiza este fen¨®meno en Catalu?a, una de las comunidades m¨¢s retrasadas en el despliegue de energ¨ªas limpias. En su opini¨®n, el caldo de cultivo del creciente rechazo a estas tecnolog¨ªas es una ¡°sensaci¨®n de agravio¡± en las ¨¢reas rurales: ¡°Lo que hay en la llamada Espa?a vaciada es una sensaci¨®n de abandono que precede a las renovables; hay una sensaci¨®n de que siempre les tiene que tocar a ellos¡±, apunta Franquesa. ¡°Uno de los fracasos de la Espa?a democr¨¢tica es que la distancia entre el campo y la ciudad se ha acrecentado¡±.
Buena parte de la oposici¨®n se ha aglutinado alrededor de la plataforma Aliente, en la que confluyen multitud de movimientos de distinta ¨ªndole. Una de las organizaciones que forman parte de esa plataforma es la Fundaci¨®n para la Conservaci¨®n del Quebrantahuesos. Su presidente, Gerardo B¨¢guena, critica lo que entiende como un cambio de postura del Gobierno: ¡°Hemos pasado de empoderar al territorio rural, que estaba abandonado, a apoyar una transformaci¨®n del paisaje y del entorno sin precedentes en solo dos a?os; no ha dado tiempo a asimilarlo¡±. En su opini¨®n, los parques ¡°son incompatibles con algunas actividades¡±, como el turismo. ¡°Lo que la gente busca cuando viene es la belleza y la singularidad del paisaje¡±. B¨¢guena habla de una ¡°competici¨®n por el suelo¡± en las zonas rurales: ¡°Los promotores pagan entre cuatro y cinco veces m¨¢s de lo que se saca ahora por una hect¨¢rea, y contra eso no se puede competir¡±.
Solo los 182 macroproyectos con el aval ambiental del Gobierno se extender¨ªan por una superficie vallada de 53.000 hect¨¢reas, el 0,1% del territorio total espa?ol. Y lo que los promotores buscan mayoritariamente son suelos de secano: ¡°la fotovoltaica se va a los suelos con cultivos de cereal o remolacha, que tienen menos productividad¡±, explica el consejero de Sostenibilidad y Transici¨®n Ecol¨®gica de La Rioja, Alejandro Dorado N¨¢jera.
¡°?Por que no pueden ir a zonas degradadas ya o a las zonas mineras?¡±, se queja B¨¢guena. Franquesa apunta a que el ¡°despliegue renovable est¨¢ funcionando con las leyes del mercado¡±. Dos son los factores que buscan las promotoras: ¡°el lugar en el que hay m¨¢s sol o viento y en el que menos se pague por el suelo¡±, lo que conduce hasta las tierras de secano, los municipios sin segundas residencias y las zonas con menos densidad de poblaci¨®n. Dentro del movimiento de rechazo, tambi¨¦n hay cr¨ªticas hacia el papel que desempe?an las grandes empresas y fondos de inversi¨®n, que son los que tienen m¨²sculo financiero para sacar adelante los grandes parques. Por ejemplo, de los 182 macroproyectos con aval estatal, Iberdrola, Enel y TotalEnergies son los que acaparan m¨¢s autorizaciones.
Zonificaci¨®n vinculante
¡°En La Rioja nos preocupa la aceptaci¨®n de los proyectos¡±, reconoce Dorado. ¡°Pero intentamos explicar que los gobiernos no decidimos d¨®nde se ponen las renovables, sino d¨®nde no se pueden poner¡±. En esta comunidad se ha vetado el desarrollo de proyectos en dos tercios del territorio. ¡°Y en el tercio restante, los proyectos pasan un filtro y un control porque no vamos a luchar contra la crisis clim¨¢tica agravando la crisis de biodiversidad¡±, asegura el consejero riojano.
Juan Carlos del Olmo, responsable de la organizaci¨®n ecologista WWF, no tiene dudas: ¡°Necesitamos s¨ª o s¨ª las energ¨ªas verdes. Espa?a est¨¢ en la zona cero del cambio clim¨¢tico, este verano lo volveremos a ver con m¨¢s fuerza, y solo tenemos una l¨ªnea de avance: las renovables¡±. Y a?ade: ¡°Si apostamos por cerrar el carb¨®n y por el cierre progresivo de la nuclear no queda otra¡±. Pero ese despliegue, que ¡°debe ser muy r¨¢pido¡±, se produce en medio de una situaci¨®n un tanto ca¨®tica generada por la falta de ¡°un ordenamiento territorial real en Espa?a¡±.
Las competencias urban¨ªsticas est¨¢n transferidas a las comunidades y esto ha dificultado que se haya aprobado una zonificaci¨®n vinculante por parte del ministerio, como ped¨ªan las principales organizaciones ecologistas, explica Asunci¨®n Ruiz, directora ejecutiva de SEO/BirdLife. El departamento que dirige la vicepresidenta Teresa Ribera elabor¨® en su d¨ªa un mapa en el que se se?alaban las zonas sensibles que no deber¨ªan ser aptas para la implantaci¨®n de renovables. Pero no era de obligado cumplimiento. Y alrededor del 20% de los proyectos de renovables en los que SEO/BirdLife ha presentado alegaciones no cumpl¨ªan con esa zonificaci¨®n e inclu¨ªa actuaciones en ¨¢reas sensibles. ¡°La empresas tienen que entender que si presentan planes ah¨ª vamos a alegar y los procesos se alargar¨¢n¡±, apunta Ruiz, quien recuerda que su organizaci¨®n lleva implicada en la tramitaci¨®n de los proyectos renovables desde los noventa, cuando se instalaron los primeros parques e¨®licos en C¨¢diz.
Del Olmo, de WWF, aprecia en todo el proceso una falta de transparencia que impide tener claro el mapa del desarrollo de las renovables. Pero con la informaci¨®n que se va extrayendo con cuentagotas se vislumbra ya las comunidades que pisan el acelerador y las que pisan el freno, lo que acrecienta el agravio entre regiones. ¡°No puede haber regiones de primera y de segunda¡±, se queja el consejero de Desarrollo Sostenible de Castilla-La Mancha, Jos¨¦ Luis Escudero Palomo. ¡°No puede ser que Madrid ponga la industria y nosotros la electricidad. A Arag¨®n le ocurre lo mismo con Catalu?a; se necesita una soluci¨®n estatal¡±. Una posible v¨ªa de compensaci¨®n podr¨ªa ser la fiscalidad, defiende por su parte la consejera extreme?a. ¡°Se debe compensar a las comunidades que est¨¢n priorizando el despliegue renovable¡±, pide Garc¨ªa. En cualquier caso, ambos consejeros, los dos del PSOE, no tienen dudas del camino que han emprendido de apoyo a la solar.
Cuello de botella y judicializaci¨®n
Pese a las quejas y los temores, las organizaciones ecologistas m¨¢s conocidas tampoco se alinean con los postulados que abogan por frenar el desarrollo de las renovables y aplicar moratorias. Pero s¨ª vislumbran un futuro pr¨®ximo de judicializaci¨®n, algo a lo que contribuir¨¢ la aprobaci¨®n a finales del pasado a?o de un real decreto con el que el Gobierno central agilizaba la tramitaci¨®n ambiental y permit¨ªa que los proyectos que no est¨¢n en la Red Natura 2000 (el sistema de protecci¨®n de la naturaleza de la UE) puedan seguir una v¨ªa r¨¢pida de evaluaci¨®n. ¡°Se reduce la participaci¨®n ciudadana y esto genera m¨¢s rechazo y descontento en el territorio¡±, opina Ru¨ªz, de SEO/BirdLife. Transici¨®n Ecol¨®gica, sin embargo, rechaza esa interpretaci¨®n. ¡°No se ha aligerado ni un mil¨ªmetro la exigencia de garant¨ªas ambientales en todos los procesos de evaluaci¨®n¡±, sosten¨ªa hace unos d¨ªas Hugo Mor¨¢n, secretario de Estado de Medio Ambiente, en una entrevista con este peri¨®dico.
La judicial es una importante baza con la que cuenta el movimiento m¨¢s contrario a las grandes instalaciones de renovables. ¡°Ante la ausencia de di¨¢logo, vendr¨¢ la v¨ªa judicial¡±, avisa B¨¢guena. ¡°Estamos recibiendo llamadas de empresarios dispuestos a pagar los pleitos¡±, a?ade respecto a la situaci¨®n en Arag¨®n, una de las zonas de m¨¢s conflicto en estos momentos donde Teruel Existe ya ha presentado varias denuncias contra la tramitaci¨®n realizada por el Gobierno regional. ¡±Es dinero de gente oriunda de Teruel y Zaragoza que ha hecho fortuna y que ahora no quiere esos proyectos¡±, a?ade B¨¢guena. ¡°Es un tema emocional¡±.
Al margen de este frente, a las promotoras les preocupan tambi¨¦n los plazos tan ajustados en los que se tendr¨¢n que mover. Jos¨¦ Mar¨ªa Gonz¨¢lez, de la Asociaci¨®n de Empresas de Energ¨ªa Renovables (APPA), lo explica as¨ª: ¡°Va a ser dif¨ªcil encontrar epecistas [empresas de dise?o y construcci¨®n de proyectos], conseguir transformadores de tensi¨®n¡ Todo, suponiendo que el resto de equipos est¨¦n disponibles. Va a ser algo completamente nuevo, que va a poner a Espa?a a la cabeza de la demanda mundial de estos componentes, China y Estados Unidos al margen¡±.
Donoso, de UNEF, aboga por ¡°una extensi¨®n del plazo l¨ªmite de dos a?os¡± para la puesta en funcionamiento de los proyectos que tienen el aval ambiental. ¡°Tras China, Estados Unidos y Alemania, Espa?a va a ser el principal demandante de componentes¡±, a?ade. En estos momentos, dice, ¡°hay m¨¢s cuellos de botella de mano de obra en autoconsumo que en suelo, pero empieza a haber problemas tambi¨¦n en suelo¡±.
Juan Virgilio M¨¢rquez, jefe de la Asociaci¨®n Empresarial E¨®lica, apunta hacia los componentes: ¡°Desde el punto de vista de las cadenas de suministro va a generar tensiones. Con todas las f¨¢bricas espa?olas solo para el mercado nacional, saldr¨ªan unos 4.000 MW. Pero no todo va para el mercado nacional, porque tienen encargos para todo el mundo¡±. La cadena de suministro, dice, debe dotarse de m¨¢s capacidad. Y lo va a tener que hacer en tiempo r¨¦cord: dos a?os. ¡°No va a ser f¨¢cil¡±, vaticina.
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