Joan Mart¨ªnez-Alier, economista: ¡°Ojal¨¢ la deuda ecol¨®gica fuese una obligaci¨®n financiera¡±
El catal¨¢n gana el premio Holberg, dotado con 550.000 euros, por visibilizar conflictos provocados por la explotaci¨®n de recursos en el mundo
Son ya cerca de 4.000 conflictos ambientales en el mundo los que recoge el Atlas de Justicia Ambiental (EJAtlas) lanzado junto a un equipo internacional por el economista catal¨¢n Joan Mart¨ªnez-Alier. A sus 83 a?os, se empe?a en documentar y visibilizar con su grupo los enfrentamientos por los recursos naturales o lo que ocultan los poderosos para seguir explot¨¢ndolos. Por su abrumadora trayectoria acaba de ganar el premio Holberg, dotado con 550.000 euros, y en 2021 consigui¨® otros 695.000 por el galard¨®n Balz¨¢n. En verano sacar¨¢ un voluminoso tomo titulado Tierra, agua, aire y libertad: la formaci¨®n de los movimientos mundiales por la justicia ambiental (E Elgar) y este marzo ha salido publicado el libro de acceso libre The Barcelona School of Ecological Economics and Political Ecology (Springer), que refleja su carrera. Tambi¨¦n dirige la revista gratuita Ecolog¨ªa Pol¨ªtica. No para.
Pregunta. Si tuviera delante a alg¨²n dirigente de una multinacional que provocara estos conflictos, ?qu¨¦ le dir¨ªa?
Respuesta. Que d¨¦ facilidades para investigarlos. Y le preguntar¨ªa: ?Qu¨¦ piensan sus hijos de Greta Thunberg? ?Sus nietas van a manifestarse? ?Tiene usted alg¨²n dilema moral? Y pedir¨ªa que no ataquen a los ecologistas, porque en muchas de sus muertes est¨¢n metidas las empresas. Y a veces hay sicarios. Les dir¨ªa tambi¨¦n que paguen lo que deben porque generan grandes pasivos ambientales [recursos da?ados] y ganan mucho dinero. Las empresas no reconocen estos da?os sistem¨¢ticamente porque perjudica a su rentabilidad.
P. Un colaborador del EJAtlas acaba de fallecer en Hidalgo (M¨¦xico), se sospecha que ha sido asesinado.
R. S¨ª. Todav¨ªa se investiga su muerte. Es el joven periodista Abisai P¨¦rez Romero, investigaba una planta de tratamiento de aguas residuales y otros vertederos de residuos. Me gustar¨ªa que quedara escrito su nombre. Hay muchas v¨ªctimas ecologistas, muchas mujeres tambi¨¦n.
P. De entre las 10 categor¨ªas de conflictos del EJAtlas. ?Cu¨¢les ve m¨¢s graves?
R. Los que m¨¢s salen son de miner¨ªa, de biomasa, de plantaciones de palma de aceite o eucalipto, o los de combustibles f¨®siles. Tambi¨¦n investigamos las llamadas tierras raras, que no se usaban antes comercialmente. Cada vez es m¨¢s importante la tabla peri¨®dica de los elementos qu¨ªmicos en la vida econ¨®mica. La transici¨®n el¨¦ctrica est¨¢ llevando a m¨¢s miner¨ªa de cobre, n¨ªquel, litio, paladio...
P. ?Y a qu¨¦ ¨¢mbito va a destinar este premio?
R. La mitad ir¨¢ a financiar posdoctorados para documentar estos temas nuevos y espacios que no est¨¦n bien cubiertos en el EJAtlas, como el norte de ?frica o Asia central.
P. ?C¨®mo ve la propuesta de la Cumbre del Clima para que los pa¨ªses ricos financien las p¨¦rdidas y da?os a los empobrecidos?
R. Por ejemplo, ?Banglad¨¦s en qu¨¦ ha contribuido al cambio clim¨¢tico? En nada, son tan pobres que no queman mucho petr¨®leo o carb¨®n. Pero van a sufrir primero si cambia el nivel del mar. Igual las peque?as islas del Pac¨ªfico. Ellos dicen ¡°No hemos contribuido, pero lo vamos a sufrir¡±. Tanto Estados Unidos como la Uni¨®n Europea se han negado siempre a poner la deuda ecol¨®gica en un plano que posibilite una reclamaci¨®n legal, en La Haya o en alg¨²n tribunal internacional. A cambio han ido cediendo en pagar p¨¦rdidas y da?os pero como una caridad.
P. Identifica entonces estos discursos de da?os y p¨¦rdidas, econom¨ªa circular, desarrollo sostenible... como jaculatorias.
R. Eso es. Aunque a veces reconocen los da?os. La ¨²ltima vez que Alemania perdi¨® una guerra mundial reconoci¨® la culpa y pag¨® a familias aniquiladas en Auschwitz. Claro, no resucit¨® a nadie, esto no se puede hacer con dinero. Pero el dinero simbolizaba una culpa. La deuda ecol¨®gica no deber¨ªa presentarse como una caridad, sino como un reconocimiento de una negligencia culpable. Hemos estado cambiando el clima 120 a?os y se ha firmado un tratado, pero no se hace nada en la pr¨¢ctica. Ojal¨¢ la deuda ecol¨®gica se reconociera como una obligaci¨®n legal, moral y financiera, porque tendr¨ªa m¨¢s eficacia en cambiar la pol¨ªtica. Ser¨ªa como un arma jur¨ªdica que se podr¨ªa esgrimir para que los pa¨ªses m¨¢s ricos reconocieran la culpa y cambiaran de pol¨ªtica.
P. Usted tambi¨¦n ha estudiado el racismo ambiental.
R. En EE UU surgi¨® en la ¨¦poca de Martin Luther King este concepto. Los desechos, las incineradoras o las plantas de reciclaje iban a barrios de negros o hispanos. Tambi¨¦n ocurre con la miner¨ªa de uranio con los navajos o con la comunidad roman¨ª, en otros puntos. Consiste en colocarlos en lugares donde nadie m¨¢s quiere vivir. El colonialismo y el racismo europeo exportado a Am¨¦rica no han sido una broma.
P. Para contrarrestar, cada vez hay un movimiento ambientalista m¨¢s potente.
R. S¨ª, algunos se organizan ad hoc para un tema concreto en la India o en Brasil, e igual no se conocen entre ellos, pero se puede argumentar que existe un movimiento global de justicia ambiental.
P. ?Qu¨¦ cree que van a conseguir?
R. Cambiar el mundo, que hace mucha falta. El feminismo es por ejemplo un movimiento que aumenta, e internet ha facilitado estas conexiones. El de la ecolog¨ªa es menos popular, pero va creciendo y merece ser estudiado y apoyado.
P. ?Conf¨ªa en que el mundo ir¨¢ a mejor a pesar de las din¨¢micas e inercias econ¨®micas?
R. Conf¨ªo y deseo que sea as¨ª. Aunque con la guerra no es para ser muy optimistas, incluso puede ocurrir que haya guerras at¨®micas locales. Estoy dejando a mis nietos un mundo bastante malo. Aunque cuando yo nac¨ª estaba peor todav¨ªa. Ahora est¨¢ mejor, pero se est¨¢ desarreglando bastante. Lo bueno para el futuro es que la poblaci¨®n mundial crece muy poco. Esto ha cambiado en los ¨²ltimos 80 a?os.
P. Eso es buena noticia.
R. Es bueno para la econom¨ªa y la sociedad humana, s¨ª. Y tambi¨¦n pueden ayudar los cambios de tecnolog¨ªa. Pero deber¨ªa de haber un cambio en la l¨®gica econ¨®mica y la estructura social en una direcci¨®n m¨¢s ecologista. Y las ideas ya existen, como el decrecimiento [reducci¨®n del uso de materiales y energ¨ªa].
P. ?Y c¨®mo convencer a la poblaci¨®n acomodada del decrecimiento?
R. La poblaci¨®n del norte, de la Europa rica o de Estados Unidos o de Canad¨¢, se debe convencer diciendo: si continuamos as¨ª, hay cambio clim¨¢tico, desaparecen especies. ?Y ustedes que prefieren, tener tres autos por familia y viajar mucho en avi¨®n o una econom¨ªa m¨¢s ecol¨®gica para todo el mundo? A la gente m¨¢s pobre del mundo no le puedes decir esto porque no tienen para comer. All¨ª el argumento es apoyar desde el norte a los movimientos del sur que hacen decrecimiento en la pr¨¢ctica. Que son los que protestan contra la extracci¨®n de gas, de petr¨®leo, de carb¨®n... En este caso el planteamiento hacia la gente pobre rural e ind¨ªgena ser¨ªa: ?qu¨¦ prefieres, agua limpia en el r¨ªo y algo para comer o que venga una empresa minera y haga un hoyo y dure 20 a?os y cobren los sueldos los hombres y las mujeres no tengan ni para comprar una botella de agua? Es la situaci¨®n de miles de millones de personas todav¨ªa.
P. Usted considera que estamos sumidos es una econom¨ªa entr¨®pica.
R. S¨ª, estamos a la vez en el Antropoceno y en el Entropoceno. La econom¨ªa no es circular, sino que la econom¨ªa industrial es cada vez m¨¢s entr¨®pica: tiende a la destrucci¨®n y a generar m¨¢s residuos y m¨¢s descarte. Y se disipa la energ¨ªa, no se puede utilizar dos veces. Esto debe cambiar.
P. Pero la ambici¨®n de los poderosos es fuerte. ?Qui¨¦n hay detr¨¢s para que esto no cambie?
R. Es una mezcla de ambici¨®n capitalista por el dinero e imperialista por el poder, por las ansias de poder. Y esto es muy peligroso.
P. Aqu¨ª va una pregunta libre, lo que usted quiera compartir.
R. Ya que me dedico a visibilizar lo oculto, tambi¨¦n tenemos una responsabilidad hist¨®rica, as¨ª que quitar¨ªa la estatua de Crist¨®bal Col¨®n que hay en Barcelona y pondr¨ªa un homenaje a la poblaci¨®n ind¨ªgena y africana que fue sacrificada. Es una idea para estas elecciones municipales, y molestar¨ªa a Vox un poco.
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