El agua de Do?ana no llega ya ni para las fresas ¡®legales¡¯
El nivel del acu¨ªfero del parque nacional ha bajado tanto que se tira a la basura una parte de la cosecha de frutos rojos por inservible
La impactante imagen es cada vez m¨¢s habitual en los invernaderos del entorno de Do?ana: miles de fresas, muchas moradas por su madurez, agonizan por la falta de agua. Es la consecuencia m¨¢s gr¨¢fica de que el acu¨ªfero ha empezado a decir basta, tambi¨¦n en los cultivos legales, no solo en las fincas donde con pozos ilegales se roba agua cada d¨ªa y a mansalva. Los pozos legales ya no extraen con tanta presi¨®n como anta?o porque las reservas subterr¨¢neas empiezan a estar huecas al no recargarse con las lluvias. Con menos agua del cielo y con poca mano de obra, la recolecci¨®n no sale a cuenta. Las fresas, de hasta 50 mil¨ªmetros, carecen de su habitual color rojo vivo. Se mueren de sed. Este invierno ha llovido menos de la mitad de lo habitual y las lagunas de la reserva apenas han cuajado. Bajo tierra la situaci¨®n es igual de cr¨ªtica.
¡°Este a?o hemos abandonado seis hect¨¢reas, m¨¢s que nunca, un 15% de la finca. El pozo nos da normalmente ocho litros al segundo y ahora ha bajado a siete. Estamos secando la planta y desinfectando el terreno para que no haya plagas, y de paso sufre menos el due?o, que no la ve sin recoger¡±, comentaba con sorna y resignaci¨®n el pasado jueves un empleado de una finca de Almonte (Huelva), que pide anonimato. Mientras habla, el trabajador introduce un tubo con lej¨ªa concentrada en el riego de las fresas moribundas para terminar de matarlas y as¨ª evitar que las plagas afecten a la cosecha de la finca que s¨ª se recoge.
El pozo con licencia se hunde unos 50 metros para sacar un ca?o de agua constante por una tuber¨ªa de 10 cent¨ªmetros de di¨¢metro que vierte en una balsa en el centro de la explotaci¨®n. Luego se reparte entre la inmensa y domesticada selva verde y roja bajo pl¨¢stico para regarla por goteo, pero no es suficiente para que al empresario le salgan los n¨²meros y lanzar todos sus frutos rojos a los mercados europeos.
A pesar del cr¨ªtico panorama de escasez, de que a mediados de abril ha llovido menos de la mitad de la media hist¨®rica en la comarca onubense de El Condado, y a que el acu¨ªfero ha dicho basta en muchos pozos legales e ilegales ya secos del todo, la derecha andaluza (PP y Vox) quiere meter m¨¢s presi¨®n y repartir el agua entre m¨¢s agricultores. El pasado mi¨¦rcoles aprob¨® la tramitaci¨®n por v¨ªa de urgencia de una proposici¨®n de ley para aumentar los suelos con regad¨ªo en la comarca, que beneficiar¨¢ a cientos de fincas ¡ªhoy con regad¨ªo ilegal¡ª. A las 9.400 hect¨¢reas de regad¨ªo legal actual, la ley sumar¨ªa otro millar, aunque la cifra es una estimaci¨®n de los expertos y el texto no la detalla.
Sobre el terreno, con arena de playa entre los invernaderos, las caras van de la preocupaci¨®n a la esperanza, porque la tradicional uni¨®n de los agricultores se rompi¨® hace un a?o con la primera propuesta de ley, muy similar a la actual. Entonces, de la plataforma de regantes que promueven el cambio legislativo ¡ªmuchos de ellos hoy sin permisos, multados por la polic¨ªa del agua y condenados en sentencias firmes¡ª se escindieron los agricultores de Almonte, con permisos de aguas en regla, que se sienten perjudicados ante el mayor reparto de la tarta menguante.
Para tener que tirar una parte de la producci¨®n de fresas influye un c¨®ctel de factores: pesa la falta de agua, pero tambi¨¦n la escasez de mano de obra, que prefiere doblar menos el espinazo cogiendo ar¨¢ndonos o frambuesas, frutos le?osos a media altura y no a ras de suelo como las fresas. Cada temporero cobra 50,60 euros netos por seis horas y media de trabajo seis d¨ªas a la semana. ¡°Hace much¨ªsimo calor para mediados de abril y tenemos menos agua que nunca, la situaci¨®n es preocupante. En marzo tuvimos fr¨ªo con hasta menos tres grados y la planta se retuvo, ahora un calor extremo. Es un c¨²mulo de cosas¡±, resume el propietario de la finca, que pide preservar su identidad, como sus empleados.
El miedo a represalias por parte de los agricultores sigue enquistado en la comarca. Las amenazas de muerte surgidas en las redes sociales hace un a?o persisten hoy y hay precedentes de ataques violentos, incluso a los agentes medioambientales, a los que un grupo de agricultores rode¨® y amedrent¨® durante una visita a una finca. De ah¨ª que los empresarios legales eviten los nombres y las fotos. ¡°Nadie quiere mostrarse en p¨²blico, es muy f¨¢cil que una explotaci¨®n salga ardiendo¡±, apunta Manuel Delgado, portavoz de la asociaci¨®n de agricultores Puerta de Do?ana en Almonte.
En el interior de la caseta de la finca, un ordenador con una treintena de botones verdes y peque?as llaves a la vista controla el riego por minutos a los diferentes sectores de la finca. En la habitaci¨®n contigua, unos tanques con abonos verdosos y amarillos se mezclan por tuber¨ªas con el agua extra¨ªda del pozo. Un poco m¨¢s lejos, una nave acumula las mallas de sombreo que sirven para paliar el calor extremo y permitir a los braceros trabajar. Si el empresario quisiera profundizar el pozo para buscar agua metros m¨¢s abajo, no podr¨ªa porque desde 2020 el Gobierno declar¨® el acu¨ªfero ¡°sobreexplotado¡±.
Vista de Do?ana en agosto de los ¨²ltimos cuatro a?os
La cooperativa Onubafruit, que aglutina a mil familias de agricultores, tendr¨¢ por la falta de lluvias un 25% menos en su cosecha de este a?o en la frambuesa, y un 15% menos en la fresa y el ar¨¢ndano, confirma una portavoz. Freshuelva, la asociaci¨®n de productores y exportadores onubenses, eleva la reducci¨®n hoy al 30% de la cosecha de fresa respecto a 2022.
?Hay esperanza para Do?ana? Entre las soluciones previstas por el Ministerio para la Transici¨®n Ecol¨®gica en su plan dotado con 356 millones y avanzado hace seis meses destaca la compra de fincas pegadas al parque para alejar lo m¨¢s posible los cultivos, por un valor de 100 millones. Sin embargo, el precedente no es bueno. En 2016, el Gobierno de Mariano Rajoy compr¨® la finca Los Mimbrales con 888 hect¨¢reas por 35 millones para eliminar la sombra de los pozos. Pero en 2019, a comienzos de esta legislatura, la Junta hizo emerger en Moguer casi 1.000 hect¨¢reas nuevas de regad¨ªo (de ambas cuencas presentes en la comarca, la del Tinto, Odiel y Piedras, y la del Guadalquivir). Esto supuso que el agua del oeste que podr¨ªa haber aliviado los pozos legales m¨¢s cercanos al parque, en Almonte, se qued¨® a medio camino para incrementar el suelo de regad¨ªo.
La prioridad del rescate del acu¨ªfero para que su nivel subiera se sepult¨® una vez m¨¢s, ya que los hidroge¨®logos insisten en que el acu¨ªfero interconecta todas las masas de agua de sus 2.409 kil¨®metros cuadrados. Y la compra de Mimbrales perdi¨® parte de su efecto. ¡°Esa fue una deslealtad institucional tremenda¡±, critica Juan Jos¨¦ Carmona, responsable para Do?ana de la organizaci¨®n ecologista WWF.
La clave de la pol¨¦mica medioambiental y econ¨®mica que ahora ha saltado a la arena pol¨ªtica es que la ley propuesta recalifica nuevos suelos como regables. No otorga concesiones de agua, pero s¨ª que abre la puerta a que los nuevos agricultores con regad¨ªos, que la Junta cifra en 600, puedan llamar a la puerta de la Confederaci¨®n Hidrogr¨¢fica del Guadalquivir (del Ministerio para la Transici¨®n Ecol¨®gica) y optar ¡°de forma preferente¡± a las aguas superficiales que se traer¨¢n de la cuenca del oeste onubense, la del Tinto, Odiel y Piedras. ?Problema a?adido? Esa cuenca tambi¨¦n sufre desde enero restricciones para sus propios regantes del 25% por la sequ¨ªa extrema. Con los pantanos al 25% de su capacidad, las perspectivas son muy negras en la regi¨®n espa?ola que se ver¨¢ m¨¢s afectada por el cambio clim¨¢tico en la segunda mitad de siglo XXI, alertan los cient¨ªficos.
El portavoz de la Plataforma de Regad¨ªos del Condado, Julio D¨ªaz, defiende: ¡°Se habla de piratas y agricultores ilegales, gente que no tiene nada que ver con nosotros. La confederaci¨®n da agua a sus amigos, a los que les siguen el juego, que est¨¢n regando a escape libre, sin restricciones¡±. En la acera de enfrente, el portavoz de la asociaci¨®n Puerta de Do?ana, Manuel Delgado, pide asegurar la continuidad de los cultivos actuales y luego estudiar la viabilidad de nuevos invernaderos. ¡°PP y Vox pretenden premiar a esos agricultores, a los que dar¨¢n un acceso preferencial al agua¡±, critica.
Lejos de los invernaderos, la pelea pol¨ªtica se ha recrudecido esta semana tras el inicio de la tramitaci¨®n de la proposici¨®n de ley y el cruce de acusaciones entre el Gobierno y la Junta ha subido de tono. Incluidos reproches de ¡°se?orito¡± al presidente andaluz, Juan Manuel Moreno, que respondi¨® a la vicepresidenta y ministra, Teresa Ribera, de querer imponer su criterio ¡°desde un ¨¢tico en la Castellana¡±. A pesar de reconocer que el interlocutor con la Comisi¨®n Europea es el Gobierno central el pasado martes, tres d¨ªas despu¨¦s el consejero andaluz de Sostenibilidad y portavoz de la Junta, Ram¨®n Fern¨¢ndez-Pacheco, que ha acusado al Gobierno de intoxicar a la Comisi¨®n Europea, ha dicho: ¡°Iremos el 3 de mayo a Bruselas a contar la verdad y le diremos que esta proposici¨®n de ley no afecta al acu¨ªfero (¡) El Gobierno no ha querido dialogar¡±, esgrime.
Carmona (WWF) se dirige a Fern¨¢ndez-Pacheco: ¡°?Nadie le ha preguntado al consejero con qu¨¦ agua riegan hoy estos se?ores sus fincas y con qu¨¦ agua regar¨¢n en septiembre si se aprueba la ley? Porque no van a levantar sus explotaciones¡±. La Comisi¨®n Europea ha advertido de que impondr¨¢ multas millonarias a Espa?a si la ley andaluza sale adelante y la Unesco ha avanzado que en septiembre su comit¨¦ del patrimonio mundial evaluar¨¢ la protecci¨®n que Espa?a le procura para decidir si le retira su prestigioso sello de patrimonio de la uhmanidad, 30 a?os despu¨¦s de que se le concediera por su valor ecol¨®gico.
En su finca, el empresario fresero reclama al Gobierno y la Junta que se pongan de acuerdo para acelerar las obras hidr¨¢ulicas que traigan agua del oeste, o que tome nota de las pol¨ªticas al otro lado del estrecho de Gibraltar. ¡°Marruecos huele la sangre de Huelva mientras nuestros pol¨ªticos se pelean. A semejanza de Israel, han previsto siete desaladoras con paneles solares para meter agua en sus acu¨ªferos. Marruecos se aprovecha de nuestra desgracia¡±, concluye.
Acci¨®n policial contra los freseros ilegales
Las multas que imponen los agentes medioambientales a los freseros ilegales tienen su efecto y explica en parte esa rabia contenida que a veces explota, como cuando hace un a?o pincharon las ruedas de los coches a un equipo de televisi¨®n que rodaba un programa en El Condado. La consecuencia m¨¢s clara es la reducci¨®n de fincas fuera de ordenaci¨®n los ¨²ltimos a?os. La Confederaci¨®n Hidrogr¨¢fica del Guadalquivir asegura que las hect¨¢reas ilegales han bajado desde las 1.202 de 2019 a solo 646 el pasado enero, la mitad en solo tres a?os. Sin embargo, la organizaci¨®n ecologista WWF acota el optimismo y reduce la bajada de regad¨ªos ilegales al 20% la ¨²ltima d¨¦cada, ya que su servicio de teledetecci¨®n contabiliza tambi¨¦n los cultivos que no necesitan pl¨¢stico una gran temporada del a?o, como los ar¨¢ndanos y las frambuesas, ambos en auge.
¡°En otros sitios de Espa?a es complicado ver qui¨¦n tiene derechos y qui¨¦n no, pero aqu¨ª se ve clar¨ªsimo d¨®nde est¨¢n montados los invernaderos, qu¨¦ parte est¨¢ fuera de la cartograf¨ªa oficial. Es descorazonador la lenta reducci¨®n de cultivos y dir¨ªa que los agentes se sienten un poco solos, no es f¨¢cil lo que tratan de hacer¡±, razona Manuel Bea, doctor en Ciencias Ambientales y especialista en teledetecci¨®n para WWF. A la claridad cartogr¨¢fica que ofrecen los sat¨¦lites se suma el Instituto Geogr¨¢fico Nacional, que hizo su ¨²ltimo vuelo en la zona el verano pasado.
Sin embargo, a pesar de estos expedientes sancionadores a los freseros ilegales, la confederaci¨®n a menudo les mantiene las autorizaciones de riego y se prorrogan, y muchas de las multas ni se logran cobrar.
Esta actuaci¨®n policial contra los agricultores ilegales se ha extendido los ¨²ltimos a?os a una cadena de procedimientos penales por delito medioambiental en Huelva y Sevilla, con sentencias condenatorias logradas por la Fiscal¨ªa en la mayor parte de los asuntos juzgados. Algunas son condenatorias de conformidad y los agricultores no ingresan en prisi¨®n, pero tambi¨¦n hay absolutorias, como la reciente en el caso Matalagrana, con dos exalcaldes procesados del PSOE y PP en Almonte.
En este ¨¢mbito penal, hace solo un mes el Juzgado de lo Penal 14 de Sevilla celebr¨® el ¨²ltimo juicio por las extracciones ilegales en una inmensa finca de 1.500 hect¨¢reas, 404 de ellas de riego, en Alznalc¨¢zar, y que han minado el acu¨ªfero de Do?ana. ¡°Los acusados han incumplido de forma reiterada y consciente las limitaciones impuestas por la Administraci¨®n, detrayendo vol¨²menes de agua muy superiores a los autorizados con el consiguiente riesgo para el ecosistema¡±, reza el escrito de acusaci¨®n de la Fiscal¨ªa por dos delitos contra el medio ambiente y da?os, tasados en 1,9 millones.
Este caso a la espera de sentencia demuestra la inacci¨®n de la Confederaci¨®n para cerrar fincas que ignoran por sistema la ley. El primer expediente abierto por sus agentes data de 1997, pero durante una d¨¦cada les impusieron 13 m¨¢s, nueve de ellos con resoluci¨®n condenatoria. Desde 2008 hasta 2013, los agentes verificaron que los regantes extrajeron del acu¨ªfero cada a?o unos cuatro millones de metros c¨²bicos, el doble de lo permitido. Mientras durante un lustro el Servicio de Aguas Subterr¨¢neas de la CHG detallaba en sus informes anuales la p¨¦sima situaci¨®n del acu¨ªfero, en paralelo el organismo permit¨ªa el riego.
La extracci¨®n del acu¨ªfero ha afectado al espacio natural protegido del corredor verde del Guadiamar y su red de especial conservaci¨®n Natura 2000, denuncia el ministerio p¨²blico. El acu¨ªfero del Aljarafe, cercano a la capital andaluza, se declar¨® por primera vez ¡°sobreexplotado¡± el 23 de abril de 1988, hace la friolera de 35 a?os, declaraci¨®n que sigue vigente.
Cr¨¦ditos
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