Teresa Ribera: ¡°Lo de Do?ana es un enga?o: no va a haber agua¡±
La vicepresidenta afirma que la intenci¨®n de su Gobierno es que en 2025 est¨¦n cerrados todos los pozos del entorno del parque, tras una visita a este espacio protegido para comprobar los estragos de la sequ¨ªa
La frase queda suspendida en el aire: ¡°Vamos a perder las lagunas, la cuesti¨®n es si conseguiremos recuperarlas¡±. Lo que viene despu¨¦s es un silencio de varios segundos y miradas al suelo. La frase la pronuncia el bi¨®logo Eloy Revilla, director de la Estaci¨®n Biol¨®gica de Do?ana, bajo un monumental ¡ªy moribundo¡ª alcornoque que ha pasado por muchas sequ¨ªas en sus tres siglos de vida. De esta no saldr¨¢, vaticina Revilla, a?adiendo a¨²n m¨¢s congoja a la escena. A su lado est¨¢ la vicepresidenta tercera y ministra para la Transici¨®n Ecol¨®gica, Teresa Ribera (Madrid, 53 a?os). Y unos metros m¨¢s all¨¢ est¨¢ la laguna del Ojillo. O, mejor dicho, lo que fue la laguna del Ojillo hasta 2004, porque desde entonces no se ha vuelto a llenar y solo queda como recuerdo de lo que fue un testigo met¨¢lico que serv¨ªa para marcar hasta d¨®nde llegaba un agua que ahora ni est¨¢ ni se le espera.
En el lecho seco de esta antigua laguna ¡ªantes refugio de aves, reptiles y mam¨ªferos¡ª han brotado pinos que se levantan a m¨¢s de metro y medio, se?al inequ¨ªvoca de que no queda agua bajo los pies. Ah¨ª es donde est¨¢ buena parte del problema: en el subsuelo, en la sobreexplotaci¨®n del acu¨ªfero del que se nutre Do?ana, una joya de la biodiversidad en el sur de Espa?a que cuenta con las m¨¢ximas figuras de protecci¨®n regionales, nacionales, europeas e internacionales. De ese acu¨ªfero tambi¨¦n viven, en las afueras del parque, cientos de agricultores que riegan con esas aguas una potente industria de la fresa y los frutos rojos que creci¨® sin orden ni concierto mientras todas las administraciones dejaban hacer. A muchos se les regulariz¨® en 2014 y, tras varias advertencias de Bruselas, una condena europea y muchos retrasos, se puso en marcha un plan para cerrar los pozos legales que pinchan el acu¨ªfero, trayendo agua de superficie.
Alrededor de un millar de hect¨¢reas de regad¨ªo, que siguen operando y viven en muchos casos de pozos ilegales, eran irreconducibles hasta ahora y estaban condenadas a desaparecer. Pero el mi¨¦rcoles pasado, a seis semanas de las elecciones municipales, PP y Vox iniciaron la tramitaci¨®n urgente de una proposici¨®n de ley para regularizarlas en el Parlamento andaluz, lo que ha generado una enorme pol¨¦mica y el rechazo de la comunidad cient¨ªfica, los ecologistas, la Comisi¨®n Europea y la Unesco.
Ribera acudi¨® el viernes al epicentro del desastre para una reuni¨®n t¨¦cnica con Revilla en la reserva de la Estaci¨®n Biol¨®gica, donde se ubican las antiguas lagunas que se han secado por la disminuci¨®n de las lluvias, pero tambi¨¦n por las extracciones del acu¨ªfero para la agricultura y usos urbanos. Esos terrenos de la reserva son de titularidad estatal, pero todas las competencias sobre el parque nacional est¨¢n transferidas a la Junta de Andaluc¨ªa, que tambi¨¦n es responsable de las pol¨ªticas de ordenaci¨®n del territorio y agr¨ªcolas. Sin embargo, las pol¨ªticas de agua y las concesiones para el riego son competencia estatal. Las dos administraciones est¨¢n condenadas a entenderse si quieren dar una oportunidad de recuperaci¨®n a Do?ana, algo que est¨¢ realmente lejos de ocurrir. Tras visitar las lagunas secas, Ribera atiende a EL PA?S.
Pregunta. ?C¨®mo est¨¢ Do?ana?
Respuesta. Est¨¢ mal. Hace tiempo que sabemos que Do?ana afronta dos problemas. El primero son las sequ¨ªas, que cada vez son m¨¢s prolongadas. Hay una segunda fuente de presi¨®n importante que estamos intentando corregir, que son las extracciones de agua del acu¨ªfero. Espa?a fue condenada por el Tribunal de Justicia de la UE en 2021 esencialmente porque se consideraba que el Plan Hidrol¨®gico del Guadalquivir no hab¨ªa incorporado las necesidades de mantenimiento del ecosistema de Do?ana. Hay que poner en marcha un plan de recuperaci¨®n e incorporarlo en el plan hidrol¨®gico que acabamos de aprobar para Do?ana. En este contexto se activa un primer paquete de medidas de cierre de pozos ilegales, pero tambi¨¦n de inversiones en infraestructuras que nos permitan traer agua de otras cuencas, del Odiel, Piedras y Tinto.
P. ?Con qu¨¦ objetivo?
R. Lo que se pretende es recargar el acu¨ªfero y dar cobertura a las demandas de agua que hoy se nutren con el acu¨ªfero, es decir, los abastecimientos de Matalasca?as, de la comarca del condado y los pozos legales regularizados. Esa regularizaci¨®n se llev¨® a cabo en 2014, cuando se aprob¨® el plan de ordenaci¨®n del ¨¢rea de Do?ana y se identificaron los regad¨ªos con derechos hist¨®ricos que pueden necesitar alguna alternativa. Esa es la fecha que tenemos que tener en la cabeza: el acuerdo que se cierra en 2014 despu¨¦s de 10 a?os de trabajo. Eso nos ha permitido cerrar casi 500 pozos legales y 200 pozos ilegales, y nos quedan otros 500. Legales, insisto: explotaciones con derecho a agua del acu¨ªfero que van siendo sustituidas conforme tenemos agua de superficie.
P. ?Qu¨¦ horizonte se plantea el Gobierno para el cierre de todos los pozos?
R. En el caso de los pozos legales, que requieren seguir incrementando las dotaciones, el horizonte es 2024-2025. Y los pozos ilegales deben cerrarse ya. Cuanto antes. Evidentemente, todo eso depende de todo un procedimiento garantista, de un procedimiento sancionador, que a veces se dilata por la judicializaci¨®n. Pero insisto: debe hacerse cuanto antes, estamos en una carrera contra el tiempo para salvar el ecosistema.
P. ?En 2025 no habr¨¢ ya captaciones, ni legales ni ilegales, del acu¨ªfero para la agricultura?
R. Esa es nuestra intenci¨®n.
P. ?Cu¨¢ntos pozos ilegales siguen quedando en el entorno de Do?ana?
R. Puede haber todav¨ªa otros 200 pozos ilegales, cuyos expedientes est¨¢n en tramitaci¨®n. Debe poder acreditarse si tienen o no derechos por parte de la Junta de Andaluc¨ªa. Pero no se trata solo de lo que ocurre al margen de la ley, porque ah¨ª creo que no debe haber discusi¨®n. Se trata de que lo que tenemos hoy como una de las estrategias fundamentales para salvar Do?ana es seguir invirtiendo para traer agua de superficie a esta zona para cerrar pozos legales. Por eso no se entiende la propuesta de PP y Vox. Esa agua de superficie que llegar¨¢ a Do?ana no tiene excedente. Por lo tanto, la Junta de Andaluc¨ªa sabe perfectamente que nunca va a haber agua de superficie, nunca, porque est¨¢ ya agotada.
P. ?Por qu¨¦ entonces salen ahora PP y Vox con la propuesta?
R. Este es el punto m¨¢s sensible y m¨¢s contradictorio. Do?ana no es solamente el espacio cerrado dentro del parque. La supervivencia del parque depende de todo el entorno y de las presiones en ese entorno. En este caso est¨¢ muy claro cu¨¢les son las presiones: la pol¨ªtica debe ser reducirlas y asegurar que no surjan presiones adicionales. No podemos tolerar m¨¢s riesgos. Es absurdo pensar que va a llegar un agua que no existe a una zona a 30 kil¨®metros de distancia por arte de birlibirloque. Ese es el fondo de la cuesti¨®n. Pero, adem¨¢s, no se pueden prometer viviendas gratis en una ley b¨¢sica del Estado para los andaluces a expensas de que el se?or Moreno Bonilla [Juan Manuel, presidente de la Junta] construya esas viviendas y las regale. El presidente de la Junta no puede prometer un agua que depende de la confederaci¨®n y que adem¨¢s est¨¢ programada y aprobada en un plan hidrol¨®gico. No se puede quejar de que no hay agua, no se puede quejar de la sequ¨ªa, y simult¨¢neamente prometer un agua que no existe, generando unas expectativas que trasladan la presi¨®n a quien s¨ª es titular de la pol¨ªtica de agua.
P. ?Cu¨¢l es el grado de irritaci¨®n entre el ministerio y el presidente de la Junta?
R. Elevado, porque esta conversaci¨®n ya la tuvimos con ¨¦l en el intento anterior. Y entonces nos dijo dos cosas. Una: que la Comisi¨®n Europea no era qui¨¦n para opinar sobre este asunto y que le parec¨ªa una intromisi¨®n que no ten¨ªa sentido, cosa que me parece un poco desubicada. Y dos, que no me preocupara, que probablemente se disolver¨ªa el Parlamento andaluz y que ¨¦l sent¨ªa la presi¨®n en aquel momento, pero que con la disoluci¨®n esta iniciativa desaparec¨ªa y se acab¨®.
P. ?Y ahora puede ocurrir lo mismo despu¨¦s de las elecciones, que no se apruebe esta ley?
R. No tengo ni idea, pero creo que no es honesto y creo que ataca directamente a la credibilidad del sistema democr¨¢tico el hecho de que, sabiendo c¨®mo son las cosas, uno juegue con estas cartas. Me parece que es una barbaridad que no se puede tolerar. No se puede mirar para otro lado. Me parece que es absurdo jugar con Do?ana como moneda de cambio simplemente por no sentirse amenazado por Vox. Hay que sentarse con la gente y encontrar alternativas. Pero no puede ser esta patada hacia adelante, no puede ser eso de contar, con toda la carga de demagogia, que ya est¨¢ resuelto el problema de no se sabe cu¨¢ntas familias en relaci¨®n con un agua que sabemos perfectamente que no existe, que no est¨¢ ni va a estar.
P. El presidente le ha acusado de falta de di¨¢logo con la Junta.
R. Esa acusaci¨®n se cae por su propio peso. Insisto, mi primera reacci¨®n el a?o pasado, cuando present¨® una proposici¨®n de ley parecida, fue descolgar el tel¨¦fono, llamarle en caliente. Desde entonces no solamente hemos mantenido todos los canales abiertos, sino que, cuando ha habido cualquier solicitud por su parte, hemos reaccionado inmediatamente.
P. La Junta ha anunciado que el 3 de mayo se reunir¨¢ con Bruselas para aclararle su proposici¨®n.
R. En la Comisi¨®n Europea est¨¢n perplejos. Est¨¢n preocupados. Nos han trasladado esa perplejidad, esa preocupaci¨®n, de forma directa e indirecta.
P. ?El Gobierno se plantea retirar alg¨²n tipo de competencia sobre ordenaci¨®n del territorio a la Junta por este caso?
R. Creo que eso ser¨ªa extraordinariamente traum¨¢tico y que no deber¨ªamos llegar a eso. S¨ª hay que pedir responsabilidades a quien las tiene. Lo que no impide que el Gobierno recurra la propuesta ante el Tribunal Constitucional con toda la contundencia y con toda la argumentaci¨®n en torno al principio de precauci¨®n, a la afecci¨®n significativa que est¨¢ sufriendo el parque, a las responsabilidades que nos tocan a cada cual, al cumplimiento de la normativa europea. Y reclamando que esto no se haga. Pero d¨¦jeme insistir en algo obvio: si no hay agua, eso nunca va a poder funcionar como regad¨ªo. La calificaci¨®n como regad¨ªo genera una expectativa. Por eso, lo que hacen en Do?ana es un enga?o, fundamentalmente a los vecinos, porque no va a haber agua nunca. Es imposible. Estamos haciendo un esfuerzo m¨¢ximo por incorporar la mayor cantidad de agua adicional posible para preservar el parque y reducir las presiones de los derechos legales. Me parece que esto deja en mal lugar a la Junta, pero pol¨ªticamente tampoco se entiende: parece que se lo haya dise?ado un enemigo. Parece un traje para reventarle las costuras de su programa verde. No entiendo c¨®mo se les ha ocurrido hacer esto.
P. El problema de los regad¨ªos y el desorden de la agricultura en Do?ana se gest¨® en gran medida con administraciones socialistas. ?Qu¨¦ responsabilidad hist¨®rica tiene su partido?
R. El plan de ordenaci¨®n territorial del ¨¢rea de Do?ana se aprob¨® en 2004 y fija todas las prioridades de uso y las limitaciones. Y se introduce la posibilidad de regular un plan especial de la fresa y los frutos rojos, que se acaba aprobando con todas las revisiones de derechos hist¨®ricos en 2014. El de 2004 fue un ejercicio muy complicado de construcci¨®n de alternativas y consensos y que supuso un paso adelante muy significativo. Sin embargo, con la crisis de 2011 y sobre todo a partir de 2013 se ve c¨®mo se va generando una presi¨®n adicional que se intenta frenar en 2014 con ese plan especial y con la determinaci¨®n de fijar cu¨¢les son los derechos leg¨ªtimos. Quedaba pendiente de su concreci¨®n en el Plan Hidrol¨®gico del Guadalquivir de 2015 y de aprobar las inversiones en infraestructuras que permitieran reducir esas explotaciones que no quedaron cubiertas en 2014 con la llegada del agua de superficie de estos trasvases. Pero en el Plan Hidrol¨®gico del Guadalquivir de 2015 no se incluye: eso nos llev¨® a la condena en 2021, pero ya se hab¨ªa producido un incremento muy importante de la superficie cultivada ilegalmente y de apertura de pozos. En este debate hay que incorporar todas estas variables. Y siempre son debates que van m¨¢s all¨¢ de la cuesti¨®n institucional, requieren un respaldo social muy importante y la generaci¨®n de alternativas en el territorio.
P. ?Pero cree que el PSOE ha actuado de forma adecuada en este asunto?
P. Creo que ha habido cosas mejores y peores, y ha habido un esfuerzo de consenso que ha costado mucho construir. Lo que no se puede hacer es menospreciar ese esfuerzo. ?Fue suficiente? Seguramente no. ?Toc¨® una crisis de por medio? S¨ª, tambi¨¦n, y a nadie se le puede olvidar. Pero por el camino ha habido avances que se desprecian. ?Es suficiente? No, por eso estamos reforzando todo desde hace cuatro a?os y por eso el nuevo plan hidrol¨®gico no tiene nada que ver con el anterior. Si aun as¨ª no es suficiente, lo que no puede haber es riesgos adicionales que se incrementen desde fuera, como ha sucedido esta semana. Adem¨¢s, desgraciadamente, cada vez hay menos tiempo para asegurar que las especies que han perdido territorio y que cada vez encuentran m¨¢s dificultades puedan recuperarse y estar presentes en Do?ana en el futuro.
P. Elecciones y agua. ?Ese c¨®ctel es cada vez m¨¢s explosivo?
R. La pen¨ªnsula Ib¨¦rica est¨¢ en una zona con un clima de transici¨®n en el que, adem¨¢s de sequ¨ªas cada vez m¨¢s prolongadas y recurrentes, vivimos una situaci¨®n de estr¨¦s h¨ªdrico constante. Por lo tanto son un error las pol¨ªticas de agua pensadas solo en la oferta, en cu¨¢nto m¨¢s se puede ofertar. Debemos amoldarnos a un uso del agua m¨¢s inteligente, m¨¢s eficiente y, probablemente, no solo con una nula posibilidad de crecimiento, sino reduciendo los consumos y las presiones. Hemos avanzado mucho en este debate respecto a 10 a?os atr¨¢s y, a pesar de todo, sigue habiendo una tensi¨®n social que a veces es utilizada de forma electoralista. Eso es una irresponsabilidad. Nos toca hacer mucha m¨¢s pedagog¨ªa y pensar mucho m¨¢s en qu¨¦ soluciones pueden paliar el problema.
Puedes seguir a CLIMA Y MEDIO AMBIENTE en Facebook y Twitter, o apuntarte aqu¨ª para recibir nuestra newsletter semanal
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.