Europa adopta una ley pionera contra la deforestaci¨®n pese a los recelos de Brasil y el sureste asi¨¢tico
La UE da el visto bueno final a la ¡°primera ley mundial¡± que veta la importaci¨®n de productos como el caf¨¦, madera, soja o carne de ¨¢reas de tala ilegal o degradadas, pese al temor de que pueda entorpecer acuerdos como el de Mercosur
Europa ha dado un gran paso este martes en la lucha global contra la deforestaci¨®n, aunque a riesgo de retroceder en otras ya de por s¨ª complejas negociaciones de gran inter¨¦s para los Veintisiete, como son los acuerdos comerciales pendientes, especialmente el de Mercosur. El Consejo de la UE ha dado el ¨²ltimo visto bueno que faltaba ¡ªtras la aprobaci¨®n en el Parlamento Europeo en abril¡ª a la ley acordada en diciembre pasado que busca cerrar el espacio europeo a productos como el caf¨¦, la madera, la soja o la carne que contribuyan a la deforestaci¨®n o degradaci¨®n de los bosques.
La norma ecol¨®gica, pionera en el mundo, afectar¨¢ a varios pa¨ªses del Mercosur con los que Europa lleva dos d¨¦cadas tratando de sellar el pacto de libre comercio m¨¢s ambicioso del bloque europeo. De ellos, el que m¨¢s preocupa a los europeos es el gigante Brasil, con quien Bruselas busca una nueva complicidad desde el regreso del presidente Luiz In¨¢cio Lula da Silva, tras las funestas relaciones con su predecesor, el antiecologista populista Jair Bolsonaro.
A Brasil le molesta que la UE cierre la puerta a los productos de ¨¢reas deforestadas de la Amazonia precisamente cuando estrena un presidente que lleg¨® al poder con un compromiso medioambiental ambicioso y expl¨ªcito que incluye la deforestaci¨®n cero en 2030. El Gobierno de Lula considera, seg¨²n fuentes diplom¨¢ticas brasile?as, que ¡°acciones unilaterales¡± como la nueva norma contradicen el libre comercio y el esp¨ªritu de acuerdos como el Mercosur-UE. Adem¨¢s, agrava el malestar creado por lo que Brasilia considera exigencias adicionales en materia ambiental planteadas por la parte europea a Mercosur para ratificar el acuerdo comercial entre ambos bloques.
Con la nueva normativa europea contra la deforestaci¨®n, que entrar¨¢ en vigor en las pr¨®ximas semanas (20 d¨ªas despu¨¦s de que sea publicada en el Diario Oficial de la UE), las empresas que quieran comercializar en el mercado europeo los, por el momento, siete productos identificados como cruciales en materia de deforestaci¨®n ¡ªaceite de palma, cacao, caf¨¦, caucho, ganado, madera y soja, as¨ª como sus derivados, como carne de vacuno, productos de cuero, papel impreso, muebles, cosm¨¦ticos o chocolate¡ª solo podr¨¢n hacerlo si demuestran la denominada ¡°diligencia debida¡±. Es decir, deber¨¢n tener una etiqueta que verifique que los bienes comercializados, a los que podr¨ªan a?adirse en el futuro nuevos productos, han sido producidos en tierras que no han sufrido deforestaci¨®n desde el 31 de diciembre de 2020 y que tambi¨¦n cumplen con todas las leyes relevantes al respecto en el pa¨ªs de producci¨®n.
En un plazo de 18 meses desde la entrada en vigor de la norma, la Comisi¨®n deber¨¢ hacer una evaluaci¨®n de riesgo que clasificar¨¢ a los pa¨ªses, o a zonas de los mismos, en una escala que va del ¡°bajo riesgo¡±, para cuyos productos la diligencia debida ser¨¢ un proceso m¨¢s leve, a los de ¡°alto riesgo¡±, lo que implicar¨¢ que las importaciones de esos lugares estar¨¢n sometidas a m¨¢s controles. La UE adem¨¢s revisar¨¢ regularmente la lista de productos sometidos a estos controles y se reserva la capacidad de actualizarla, as¨ª como de designar zonas nuevas de preocupaci¨®n.
Las empresas que no cumplan los requisitos ser¨¢n objeto de sanciones ¡°eficientes y disuasorias¡± con una multa m¨¢xima que ser¨¢ ¡°al menos el 4% del total de ventas en la UE del operador o comerciante¡± concernido.
Desde antes de que se anunciara en diciembre el acuerdo pol¨ªtico sobre este reglamento, los pa¨ªses potencialmente afectados ¡ªexportadores de los bienes que ahora deber¨¢n demostrar su procedencia ecol¨®gica¡ª, sobre todo del sureste asi¨¢tico y el gigante sudamericano Brasil, manifestaron su preocupaci¨®n con una normativa que afecta directamente algunas de sus principales exportaciones.
En noviembre, 14 de los principales productores de materas primas, entre ellos Brasil, Argentina, Colombia, Indonesia, Malasia o Costa de Marfil, enviaron una carta a los l¨ªderes de las instituciones europeas, quej¨¢ndose de lo que consideran una medida unilateral y preocupados adem¨¢s por la ¡°naturaleza discriminatoria y punitiva¡± del proceso de evaluaci¨®n de riesgo que establece esta normativa. Tambi¨¦n se han lanzado acusaciones de proteccionismo y hasta de colonialismo, seg¨²n documentos que registran los potenciales conflictos que Europa cree que puede provocar esta norma, y a los que ha tenido acceso EL PA?S.
En estos, se identifica a Brasil como uno de los pa¨ªses donde se recomienda una pedagog¨ªa m¨¢s insistente. Al fin y al cabo, no solo es uno de los mayores exportadores a la UE de este tipo de productos. Tambi¨¦n es un actor clave en Am¨¦rica Latina, un continente al que Europa quiere ahora dirigir una mayor atenci¨®n y esfuerzos, aprovechando para ello la inminente presidencia rotatoria espa?ola de la UE y el regreso al poder de Lula. Brasil asume adem¨¢s a finales de a?o la presidencia de turno del G-20.
En Bruselas tienen claro que el reglamento ahora a punto de entrar en vigor habr¨ªa recibido un rechazo de plano del expresidente Bolsonaro. El regreso de Lula, que ha hecho compromisos concretos en materia de lucha contra la deforestaci¨®n desbocada durante el mandato del ultraderechista, allana sin duda el camino. No obstante, los recelos manifestados en los ¨²ltimos meses por Brasilia han llevado a que la UE haya lanzado una ofensiva diplom¨¢tica intensa, con constantes visitas a Brasil de altos representantes europeos: desde misiones parlamentarias ¡ªahora mismo hay dos, una delegaci¨®n de la comisi¨®n de Comercio Internacional y otra de la delegaci¨®n para las relaciones con Brasil¡ª a la reciente visita del comisario de Medioambiente, Virginijus Sinkevicius. En enero viaj¨® hasta el gigante sudamericano su jefe inmediato y principal responsable de pol¨ªticas medioambientales de Bruselas, Frans Timmermans. Y la propia presidenta de la Comisi¨®n europea, Ursula von der Leyen, deber¨ªa realizar en junio una visita que tuvo que posponer en abril.
Incertidumbre en Brasil
Al eurodiputado C¨¦sar Luena, la aprobaci¨®n final de la norma le ha sorprendido justo de visita en Brasil. Como vicepresidente de la Comisi¨®n de Medioambiente, Salud P¨²blica y Seguridad Alimentaria de la Euroc¨¢mara, el socialista espa?ol conoce muy bien la ley de deforestaci¨®n europea y las suspicacias que suscita. En sus conversaciones con diversas autoridades brasile?as estos d¨ªas, el tema ha salido de forma reiterada, reconoce. Aun as¨ª, se muestra confiado en que no tendr¨¢n necesariamente mayor impacto en las relaciones que la UE quiere ahora relanzar con la regi¨®n. Seg¨²n explica en conversaci¨®n telef¨®nica desde Brasilia, su impresi¨®n es que, ¡°m¨¢s que preocupaci¨®n o desconfianza, lo que hay es incertidumbre¡± ante una ley que no tiene precedentes y cuyo impacto es global. Pero se dice convencido de que las dudas se despejar¨¢n en cuanto empiece a aplicarse una ley que, asegura, est¨¢ ¡°muy medida¡± y que al fin y al cabo, recuerda, busca el mismo objetivo que el que ha declarado Lula: acabar con la deforestaci¨®n y la degradaci¨®n de la selva.
En cualquier caso, Lula preferir¨ªa que los pa¨ªses aliados en el combate de la crisis clim¨¢tica le ayudaran econ¨®micamente a trav¨¦s del Fondo Amazonia, que financia proyectos sostenibles. En paralelo, los exportadores brasile?os consideran que el proceso burocr¨¢tico para certificar sus productos los har¨¢ menos competitivos. En el ¨²ltimo a?o, la Amazonia brasile?a perdi¨® m¨¢s de 11.500 kil¨®metros cuadrados, un 11% menos que el anterior balance. Alcanzar la deforestaci¨®n cero en 2030 es un enorme desaf¨ªo, una carrera de fondo que requiere acabar con un lucrativo negocio il¨ªcito y ofrecer nuevas fuentes de renta a los infractores, a los que Bolsonaro alent¨® durante los ¨²ltimos a?os.
La impunidad durante el mandato de Bolsonaro aceler¨® una deforestaci¨®n que aumentaba desde 2012. Lula pretende emular, de la mano de su ministra de Medio Ambiente, Marina Silva, los logros de su primera etapa, cuando la tala ilegal se desplom¨® con voluntad pol¨ªtica, inspectores, multas e inversi¨®n. Tambi¨¦n ha anunciado una alianza de Brasil con Congo e Indonesia ¡ªlos tres pa¨ªses con m¨¢s bosque tropical del mundo¡ª para proteger la selva mediante la explotaci¨®n sostenible.
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