El lince llega a los 1.668 ejemplares: la mitad del camino para dejar de estar considerado en peligro
La poblaci¨®n se ha multiplicado por 18 desde que comenz¨® el programa de conservaci¨®n en 2002, cuando solo quedaban 94 individuos
El lince ib¨¦rico (Lynx pardinus) contin¨²a su expansi¨®n y va de r¨¦cord en r¨¦cord. El ¨²ltimo censo, publicado este viernes, eleva a 1.668 ¨D1.105 adultos o subadultos (entre uno y dos a?os) y 563 cachorros¨D el n¨²mero de ejemplares en libertad en 2022, con 300 individuos m¨¢s que el a?o anterior. Esta cifra sit¨²a a la poblaci¨®n del felino a medio camino de que pueda ser catalogada como totalmente viable y fuera de peligro, indica la organizaci¨®n conservacionista WWF. La especie, todav¨ªa en peligro de extinci¨®n, alcanzar¨¢ un estado de conservaci¨®n favorable cuando el censo logre situarse entre 3.000 y 3.500 individuos con 750 hembras reproductoras ¨Den la actualidad, hay 326¨D. Queda trecho por recorrer, pero los resultados invitan al optimismo, dado que en el inicio del programa de recuperaci¨®n, hace 20 a?os, tan solo sobreviv¨ªan 94 linces en libertad en la pen¨ªnsula Ib¨¦rica, en dos rincones separados de Andaluc¨ªa (Do?ana y la sierra de And¨²jar). Estaba a un paso de irse a pique.
El grupo de trabajo del lince que coordina el Ministerio para la Transici¨®n Ecol¨®gica destaca en el informe anual de seguimiento la tendencia al alza continuada de la especie desde 2015, pero observa ¡°el aumento significativo¡± con cautela debido al grado de amenaza que todav¨ªa soporta. En total, se han contabilizado 563 nacimientos en 2022, con una productividad global ¨Dn¨²mero de cachorros nacidos por hembra reproductora¨D de 1,72.
En la pen¨ªnsula Ib¨¦rica existen 15 n¨²cleos con presencia estable de ejemplares, la mayor parte de ellos se localizan en Espa?a, menos uno situado en Portugal, en el valle del Guadiana, con 261 individuos. Las zonas con m¨¢s abundancia de ejemplares se encuentran en el entorno de Sierra Morena, con 782 linces; los Montes de Toledo, con 272; el valle del Guadiana, en el que viven 261 individuos, y el ¨¢rea de Matachel, en Extremadura, que acoge a 138. Espa?a cobija al 84% de la poblaci¨®n total, y Andaluc¨ªa es el lugar que alberga mayor cantidad de linces, seguida por Castilla-La Mancha y Extremadura.
¡°Es sorprendente el ¨¦xito de la poblaci¨®n de los montes de Toledo, que ha conseguido 53 hembras, igualando al ¨¢rea de And¨²jar, y de la de Portugal, donde se han contabilizado 49 hembras¡±, se?ala Ram¨®n P¨¦rez de Ayala, responsable del lince en WWF. Es muy buena noticia, ¡°porque significa que hemos logrado poblaciones grandes¡å, a?ade. La clave del ¨¦xito es la abundancia de conejo, fundamental en la dieta del lince, y hay muchas ¨¢reas donde el herb¨ªvoro casi ha desaparecido atacado por plagas diversas, y su recuperaci¨®n es complicada.
La l¨ªnea ascendente de la especie solo se puede mantener con la creaci¨®n artificial de nuevos emplazamientos de reproducci¨®n del lince. ¡°El problema con la dispersi¨®n natural es que se tiene que dar la casualidad de que un macho y una hembra se encuentren en el mismo lugar y de que, adem¨¢s, sea la ¨¦poca de celo¡±, explica P¨¦rez de Ayala. En ocasiones, han observado como una hembra permanec¨ªa tiempo en un territorio nuevo y pensaban ¡°esta va a ser una buena zona¡±, pero cuando llegaba el celo regresaba a su lugar de origen al no encontrar pareja. En 2022, ech¨® andar una nueva ¨¢rea de reintroducci¨®n en Sierra Arana (Granada) y Lorca (Murcia) recibi¨® a tres ejemplares en febrero de este a?o. Se est¨¢ trabajando en localizar terrenos propicios en Castilla-La Mancha o Madrid, ¡°pero lleva tiempo¡±, puntualiza el experto de WWF.
Mientras los humanos sondean las posibles zonas de reintroducci¨®n, los linces hembra en libertad sorprenden, de tanto en tanto, criando en lugares tan inveros¨ªmiles como dentro de una caja de madera en un cortijo habitado en el valle de Matachel (Badajoz), ante la sorpresa del propietario. O en el pajar en desuso de una finca privada de Ciudad Real, en Sierra Morena, que han convertido en un paritorio habitual y que este a?o han compartido una madre y su hija para tener a sus camadas.
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