Fracasa el primer asalto del PP europeo en la Euroc¨¢mara a una ley medioambiental clave
La comisi¨®n de Medio Ambiente rechaza retirar la Ley para la Restauraci¨®n de la Naturaleza. Tras una tensa sesi¨®n, retrasa el voto final para el d¨ªa 27
El Partido Popular Europeo (PPE) de Manfred Weber ha sufrido este jueves un primer traspi¨¦ en su estrategia de usar la propuesta de Ley de Restauraci¨®n de la Naturaleza (LRN) de la Comisi¨®n Europea como caballo de batalla ante un intenso a?o electoral en Europa. La comisi¨®n de Medio Ambiente fren¨® en Estrasburgo su intento de hacer descarrilar la normativa, una pieza clave del Pacto Verde europeo, al rechazar una especie de enmienda a la totalidad del texto de los conservadores que habr¨ªa supuesto de facto su muerte legislativa. ¡°Feliz por la derrota de la derecha y de la extrema derecha hoy. Quer¨ªan matar la LRN y han fracasado¡±, ha celebrado el presidente de la comisi¨®n de Medio Ambiente, Pascal Canfin (Renew).
No obstante, lo ajustado del resultado de esa primera votaci¨®n, as¨ª como el hecho de que el voto final de la totalidad de la ley haya sido retrasado hasta el d¨ªa 27 ante la imposibilidad de acabar de aprobar todas las enmiendas en esta jornada, muestra la fragilidad de esta pieza clave del Pacto Verde europeo que los conservadores reclaman rehacer del todo, argumentando que el texto actual tiene ¡°fallos estructurales¡± que har¨¢n que afecte al sector agr¨ªcola y a la seguridad alimentaria, entre otros.
Canfin ha destacado que, tras la votaci¨®n del d¨ªa 27, el texto, est¨¦ como est¨¦ (todav¨ªa cabe la posibilidad de que la propuesta como tal sea rechazada), llegar¨¢ al pleno de Estrasburgo a mediados de julio. ¡°Ah¨ª Weber no podr¨¢ elegir a los miembros del PPE para votar¡±, ha comentado en Twitter. El franc¨¦s hab¨ªa acusado esta semana al PPE de haber ¡°amenazado¡± a los eurodiputados conservadores que se salieran de la disciplina del partido y votaran a favor de la LRN, algo que varios parlamentarios populares europeos hab¨ªan indicado querer hacer. Aunque Weber neg¨® fehacientemente esas acusaciones, al menos uno de los eurodiputados populares que hab¨ªa anunciado que votar¨ªa este jueves a favor de la normativa, el checo Stanislav Polcak, acab¨® anunciando que hab¨ªa pedido ser ¡°sustituido¡± en la comisi¨®n de Medio Ambiente, aunque asegur¨® que votar¨¢ ¡°en conciencia¡± en julio, donde deber¨¢n pronunciarse los 705 miembros de la c¨¢mara.
Si la propuesta legislativa sigue adelante y es aprobada en el pleno de julio, se convertir¨¢ en el texto base de la Euroc¨¢mara para negociar (la ¡°posici¨®n negociadora¡±) de cara a los denominados tr¨ªlogos, las negociaciones finales a tres bandas ¡ªcon el Consejo de la UE, es decir, los Estados, que todav¨ªa tienen que fijar su posici¨®n, y la Comisi¨®n¡ª para discutir un texto ¨²nico definitivo, que deber¨¢ volver a ser ratificado por Parlamento y Consejo antes de poder entrar en vigor.
Tanto defensores como detractores de la normativa hab¨ªan prometido en v¨ªsperas de la votaci¨®n de este jueves que no tirar¨¢n la toalla y que la batalla continuar¨¢ hasta el pr¨®ximo pleno. Pero el voto de este jueves, ahora aplazado, estaba considerado un fuerte indicativo de si a la LRN le quedan fuerzas para continuar su camino legislativo o si est¨¢ condenada a convertirse en letra muerta. Si la propuesta legislativa no recibe el visto bueno de la comisi¨®n de Medio Ambiente, donde est¨¢n los eurodiputados m¨¢s motivados para apoyar medidas de este tipo, la posibilidad de que cambien las tornas a la hora de que se pronuncien los 705 parlamentarios ser¨¢ m¨¢s reducida a¨²n, coinciden tanto los que apoyan la ley como sus enemigos. Lo ajustados que han sido los votos hasta ahora demuestran que el camino no va a ser, en cualquier caso, f¨¢cil.
La atm¨®sfera en la sala de votaci¨®n, llena a rebosar, estaba tan cargada que Canfin, que hab¨ªa admitido que tambi¨¦n sus filas estaban divididas respecto a la ley, se permiti¨® bromear para calmar el ambiente. ¡°Para relajar un poco la tensi¨®n, no vamos a empezar con la Ley para la Restauraci¨®n de la Naturaleza¡±, dijo entre risas de la sala.
Unas risas que se cortaron en seco en cuanto lleg¨® la primera prueba de la iniciativa legislativa: la propuesta presentada por el PPE para rechazar la LRN provoc¨® que toda la sala contuviera el aliento unos segundos. Hasta que el resultado ¡ªun empate que en este caso, seg¨²n las normas de votaci¨®n, significa que la propuesta quedaba rechazada y se segu¨ªa votando el cuerpo de la ley¡ª provoc¨® que una parte de la sala prorrumpiera en v¨ªtores y fuertes aplausos, entre ellos los del socialista C¨¦sar Luena, ponente de la norma que ha luchado hasta el ¨²ltimo momento para su aprobaci¨®n, mientras la otra mitad del espacio torc¨ªa el gesto en silencio.
La Ley de Restauraci¨®n de la Naturaleza (LRN) propone reparar el 20% de la superficie terrestre y marina de la UE para 2030 y el conjunto de los ecosistemas que necesiten ser restaurados para 2050. La iniciativa est¨¢ considerada un elemento clave del gran proyecto de transici¨®n verde europeo y una medida pionera en materia de biodiversidad que, adem¨¢s, ayudar¨¢ a la UE a cumplir los compromisos internacionales acordados en la COP15 de Kunming-Montreal en diciembre de 2022, en particular sobre la restauraci¨®n de ecosistemas.
Pero se ha topado con la oposici¨®n, sobre todo, de algunas organizaciones de agricultores y ganaderos, que dicen estar lidiando ya con numerosas imposiciones medioambientales de Bruselas. Un descontento que ha generado sustos electorales, como en Pa¨ªses Bajos, donde, en marzo, los agricultores opuestos a los planes del Gobierno de Mark Rutte para reducir la ganader¨ªa y a las expropiaciones cerca de zonas naturales protegidas llevaron a la victoria en las elecciones provinciales al Movimiento Campesino-Ciudadano (BBB).
En los ¨²ltimos d¨ªas, las acciones para salvar la ley han sido intensas. La comunidad cient¨ªfica ha movilizado m¨¢s de 3.000 firmas desmintiendo los argumentos esgrimidos por el PPE contra la Ley de Restauraci¨®n de la Naturaleza, sobre todo en materia de seguridad alimentaria ¡ªlos expertos niegan que la normativa vaya a provocar un descenso de la producci¨®n de alimentos¡ª o de protecci¨®n de los agricultores y sus campos (recuerdan que el cambio clim¨¢tico es el principal enemigo). A ellos se han unido casi un centenar de grandes empresas como Inditex, Nestl¨¦, Ikea o el lobby de la industria e¨®lica Windeurope ¡ªque ha calificado de ¡°fundamentalmente err¨®neo¡± el argumento del PPE de que la ley pone en peligro la industria de la energ¨ªa renovable¡ª, que tambi¨¦n han llamado p¨²blicamente a apoyar la LRN. ONG y formaciones pol¨ªticas han logrado, adem¨¢s, movilizar a casi un mill¨®n de ciudadanos que han firmado peticiones y escrito correos electr¨®nicos a los eurodiputados pidi¨¦ndoles que aprueben la normativa de biodiversidad.
El PPE afirma que sus estudios le dan la raz¨®n y dice que hasta que no tenga garant¨ªas firmes de que sus demandas ser¨¢n escuchadas, no aceptar¨¢ dar un ¡°cheque en blanco¡± a una pieza clave de una de las transiciones m¨¢s profundas de la econom¨ªa moderna.
Los partidarios de la LRN afirman que la postura del PPE forma parte de una campa?a personal con la que Weber busca capitalizar electoralmente el descontento del campo y hacer nuevos gui?os a la ultraderecha, a la par que se lanza contra una iniciativa aprobada por la presidenta de la Comisi¨®n, Ursula von der Leyen, con la que, a pesar de compartir familia pol¨ªtica, mantiene una lucha soterrada desde que la antigua ministra de Defensa de Angela Merkel fue elegida para el puesto al que aspiraba el hoy l¨ªder del PPE.
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