La ultraderecha y el giro de los conservadores amenazan las pol¨ªticas clim¨¢ticas europeas

Las pol¨ªticas clim¨¢ticas europeas han gozado de un amplio consenso en los ¨²ltimos a?os, que se han materializado en medidas ambiciosas como la reducci¨®n de emisiones (un 55% para 2030) y la prohibici¨®n de la venta de nuevos coches de combusti¨®n en 2035. Sin embargo, ...

Las pol¨ªticas clim¨¢ticas europeas han gozado de un amplio consenso en los ¨²ltimos a?os, que se han materializado en medidas ambiciosas como la reducci¨®n de emisiones (un 55% para 2030) y la prohibici¨®n de la venta de nuevos coches de combusti¨®n en 2035. Sin embargo, el ascenso de la ultraderecha negacionista del cambio clim¨¢tico en diferentes Estados y el viraje de los conservadores europeos en varias cuestiones ambientales acrecientan el riesgo de que haya marcha atr¨¢s en alguna de estas pol¨ªticas. ¡°Si hubiera retrocesos en la reducci¨®n de emisiones o en la prohibici¨®n de los coches de combusti¨®n ser¨ªa un cataclismo pol¨ªtico¡±, explica a EL PA?S Hugo Mor¨¢n, secretario de Estado de Medio Ambiente. Los expertos alertan de que la polarizaci¨®n pol¨ªtica puede llevar a descafeinar algunas normas, pero creen que la preocupaci¨®n social por el cambio clim¨¢tico hace muy dif¨ªcil la regresi¨®n de las medidas.

La pujanza de la extrema derecha se ha visto en las recientes elecciones de Pa¨ªses Bajos, donde Geert Wilders pretende dar marcha atr¨¢s a todas las pol¨ªticas clim¨¢ticas, o en las del a?o anterior en Italia, donde la presidenta ultra Giorgia Meloni habla de ¡°fundamentalismo clim¨¢tico¡±, un discurso similar al de Vox en Espa?a. La cargada agenda electoral de los Veintisiete en este a?o y el que viene, que culminar¨¢ con unas elecciones europeas en junio, ha llevado este a?o al Partido Popular Europeo (PPE) a hacer fuertes gui?os a este tipo de partidos negacionistas. El medio ambiente, uno de los anatemas de la ultraderecha, ha quedado en ocasiones presa de esos gui?os. El viraje de los conservadores en algunos asuntos ha supuesto que el Parlamento Europeo, que normalmente toma la posici¨®n negociadora m¨¢s potente, est¨¦ aprobando propuestas menos ambiciosas que las de los Estados.

El giro m¨¢s inesperado a la derecha del PPE en materia ambiental se vio con la Ley de Restauraci¨®n de la Naturaleza (LRN), una normativa clave del Pacto Verde europeo, puesto que es la primera gran ley sobre biodiversidad en la historia de la UE. Los populares europeos participaron en primavera en las negociaciones de la Euroc¨¢mara, pero luego dieron un giro de 180 grados y empezaron a presionar para tumbar la normativa, justo despu¨¦s de que en las elecciones regionales holandesas un partido agrario lograra grandes avances. A partir de ah¨ª, el PPE, liderado por el alem¨¢n Manfred Weber ¡ªque se puso en primera l¨ªnea del frente¡ª, busc¨® que la normativa fracasara en su camino legislativo. Pese a todo, la norma sali¨® adelante en el Parlamento Europeo, aunque muy rebajada respecto a su propuesta inicial.

Otro tanto pas¨® con la propuesta de reducci¨®n de embalajes, que se qued¨® a medias por la presi¨®n de la industria, y con los pesticidas, que la Comisi¨®n Europea ha propuesto reducir a la mitad para 2030 respecto de las cifras de 2015-17. En este caso, el giro ha sido incluso m¨¢s abrupto: la propuesta presentada el mes pasado ante el pleno de Estrasburgo hab¨ªa quedado tan rebajada por las enmiendas del PPE que, al final, la izquierda y los verdes prefirieron que no pasara adelante, en medio de denuncias de los eurodiputados verdes de que la derecha hab¨ªa trabajado ¡°mano a mano con la extrema derecha¡± para reducirla a m¨ªnimos inaceptables, algo que los populares europeos rechazan.

¡°Tentaciones negacionistas¡±

¡°En los ¨²ltimos tiempos han aparecido tentaciones negacionistas en algunos sectores pol¨ªticos que hasta ahora hab¨ªan sido inmunes a ellas. Esto est¨¢ complicando los avances en algunas materias, pero no creo que debamos plantearnos un escenario de retrocesos¡±, se?ala Hugo Mor¨¢n. Esto es as¨ª porque ¡°los procedimientos europeos para tomar decisiones son bastante complejos, requieren el acuerdo de 27 pa¨ªses, el Parlamento, la Comisi¨®n¡­ Esto hace que las decisiones que se tomen sean muy estables y sea muy dif¨ªcil dar marcha atr¨¢s¡±.

El secretario de Estado de Medio Ambiente considera que todav¨ªa sigue existiendo ¡°una transversalidad de voto en cuestiones ambientales y clim¨¢ticas que va desde la izquierda a liberales y conservadores¡± y espera que tras las siguientes elecciones ¡°se siga apostando por la racionalidad¡± en estas cuestiones. ¡°Puede haber riesgo donde la derecha cl¨¢sica no tenga la suficiente solidez para mantener un cord¨®n sanitario frente a la ultraderecha, como hemos visto en algunos pa¨ªses. Creo que es muy dif¨ªcil que se echen atr¨¢s cuestiones claves, como la reducci¨®n de emisiones o en la prohibici¨®n de los coches de combusti¨®n, pero en pol¨ªtica no hay nada imposible. Si pasara eso, ser¨ªa un cataclismo pol¨ªtico¡±, prosigue.

¡°En Espa?a, el PP est¨¢ comprando el marco de la extrema derecha y, como se descuiden, se los van a llevar por delante¡±, advierte el eurodiputado socialista C¨¦sar Luena. En l¨ªneas generales, el espa?ol considera que el PPE est¨¢ teniendo en materia ambiental una t¨¢ctica peligrosa de ¡°sorber y soplar¡±, porque, afirma, ¡°saben que el Pacto Verde es indiscutible, que es lo que tiene que hacer la UE para cumplir sus compromisos internacionales y porque no hay otro remedio¡±. Y esa t¨¢ctica de ¡°compaginar estrategia electoral con evidencias cient¨ªficas¡± se ha convertido para los conservadores europeos, sostiene, en un ¡°c¨ªrculo diab¨®lico del que les va a costar salir¡±.

Por su parte, el PPE niega las alegaciones de hacerle el juego a los ultras en el campo ambiental y defiende que se necesita una mirada ¡°equilibrada¡± entre las prioridades clim¨¢ticas y las inquietudes de los sectores ganadero y agr¨ªcola. Para los populares europeos, estos sectores deben ser ¡°escuchados¡±, pues sostienen que si no es as¨ª fracasar¨¢n las pol¨ªticas verdes. ¡°La transici¨®n hacia la descarbonizaci¨®n es el cambio econ¨®mico m¨¢s significativo de nuestro siglo, pero tiene que pasar con los ciudadanos y los negocios, no contra ellos¡±, ha reclamado Weber desde la primavera, cuando su formaci¨®n dio el giro con la LRN.

Adem¨¢s, los populares europeos est¨¢n intentando ahora volver a posicionarse en el centro del tablero, sobre todo tras el fracaso del PP en Espa?a y la victoria de Donald Tusk en Polonia. En pol¨ªtica migratoria, por ejemplo, Weber ha instado a apoyar el pacto migratorio antes de las elecciones de junio y habla ya de una vuelta al centro para contrastar las posibles fuerzas ultra que surjan de las urnas europeas.

Marcha atr¨¢s en algunas normas

Los expertos consultados coinciden en que hay un riesgo de regresi¨®n en algunas normas ambientales, pero que se encontrar¨ªa con una fuerte oposici¨®n. ¡°Si de las elecciones de junio surge un Parlamento Europeo muy de derechas, se pueden descafeinar algunas medidas¡±, dice Carlos Calvo, de la oficina en Bruselas de la ONG Transport & Environment (T&E). ¡°Por ejemplo, la prohibici¨®n de la venta de los coches de combusti¨®n en 2035 tiene prevista una revisi¨®n en 2026 o 2027. Si la Euroc¨¢mara es muy de derechas y hay malos resultados en Francia, Italia y Alemania, se puede intentar dar marcha atr¨¢s¡±, contin¨²a, ¡°pero ir¨ªa contra los intereses industriales y econ¨®micos de la automoci¨®n, cuyos fabricantes ya est¨¢n invirtiendo en electrificaci¨®n. Es lo mismo que pasa con la instalaci¨®n de renovables: una vez que se hacen las inversiones, es muy dif¨ªcil de revertir¡±.

Ana Barreira, directora del Instituto Internacional de Derecho y Medio Ambiente (IIDMA), apunta que ¡°en general, tanto el PP Europeo como la izquierda europea entienden que hay que cumplir los compromisos europeos en materia clim¨¢tica, aunque el PPE tiene tendencias al negacionismo en algunos pa¨ªses¡±. Y pone como ejemplo al Partido Conservador de Reino Unido, que formaba parte de esta familia hasta su salida de la UE y ahora est¨¢ dando nuevas licencias para explotar hidrocarburos. ¡°En cualquier caso, no estamos como hace 20 a?os, cuando la sociedad no estaba tan preocupada por el cambio clim¨¢tico; ahora es un tema fundamental para mucha gente y habr¨¢ reacciones ciudadanas si hay retrocesos en esta materia¡±, dice.

Lo confirma Luis Aguado, coordinador en Espa?a de More in Common, una ONG que investiga la polarizaci¨®n pol¨ªtica: ¡°Hemos hecho encuestas en seis grandes pa¨ªses europeos ¡ªPolonia, Alemania, Francia, Reino Unido, Italia y Espa?a¡ª y en todos hay preocupaci¨®n por el cambio clim¨¢tico y consenso en que hay que aplicar medidas para mitigarlo, independientemente de la ideolog¨ªa de los ciudadanos, es decir, es algo que comparten ciudadanos de izquierda y derecha¡±. Adem¨¢s, ¡°el negacionismo clim¨¢tico no ha calado, es algo muy minoritario, por eso los partidos de extrema derecha est¨¢n variando su discurso hacia uno m¨¢s retardista, para tratar de retrasar algunas medidas, o hacia una especie de ecolog¨ªa del sentido com¨²n¡±.

David Howell, responsable de Clima y Energ¨ªa de SEO/Birdlife, se?ala que el a?o que viene Europa tiene tres hitos ambientales: ¡°En seis meses, los Estados deben presentar sus Planes Nacionales de Energ¨ªa y Clima, la Comisi¨®n tiene que lanzar una propuesta sobre la reducci¨®n de emisiones de cara a 2040 ¡ªel Comit¨¦ de Expertos propone una reducci¨®n del 90% en las emisiones¡ª y hay elecciones al Parlamento Europeo. Son tres ejemplos que van a servir de term¨®metro para saber hacia d¨®nde vamos¡±.

En opini¨®n de Howell, ¡°si en las pr¨®ximas elecciones europeas hay una mayor¨ªa de conservadores y ultraderecha, no se impulsar¨¢n normas clim¨¢ticas ambiciosas¡±. Calvo, de T&E, resume: ¡°Si sube la extrema derecha, va a intentar retrasar medidas para hacernos perder el tiempo, pero la realidad de la emergencia clim¨¢tica es tan grande que ya no se puede negar la realidad¡±.

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