El pueblo que se calienta con los residuos de su bosque: as¨ª funciona una de las primeras redes de calor comunitarias de Espa?a
Los sistemas de calefacci¨®n colectiva con materia org¨¢nica, baratos y ecol¨®gicos, todav¨ªa son una excepci¨®n en Espa?a, pero ayudan en la descarbonizaci¨®n en las zonas rurales con bosques o restos agr¨ªcolas. Visitamos la de Sabando, que cumple 10 a?os
Una carretera angosta y sinuosa serpentea entre montes pintados con los colores del oto?o ¡ªverdes claros, oscuros y una gama infinita de marrones¡ª en la Monta?a Alavesa, junto al parque natural de Izki. Tras nueve kil¨®metros de curvas aparece Sabando, un pueblo vasco de apenas 50 habitantes que esconde una sorpresa: una de las primeras redes de calor comunitarias de Espa?a. Cuando hace una d¨¦cada se puso en marcha, los vecinos no acababan de fiarse y muchos mantuvieron tambi¨¦n sus calefacciones individuales ¡°por si acaso¡±. Diez a?os despu¨¦s, el sistema colectivo ha demostrado ser eficiente, barato y consumir un 30% menos de le?a, adem¨¢s de convertirse en un ejemplo para otros municipios.
Los sistemas de calefacci¨®n compartida con biomasa todav¨ªa son una excepci¨®n en Espa?a: hay menos de un centenar de redes en viviendas y bloques de pisos, seg¨²n el informe Redes de Calor con Biomasa de la Asociaci¨®n Espa?ola de la Biomasa (Avebiom); sin embargo, los expertos se?alan que pueden llegar a muchos m¨¢s lugares y ayudar en la descarbonizaci¨®n, sobre todo en las zonas rurales con bosques o restos agr¨ªcolas, aunque tambi¨¦n en ciertas zonas urbanas.
La biomasa es una fuente de energ¨ªa renovable que puede proceder de materiales de origen forestal ¡ªpor ejemplo, cortes de ¨¢rboles en zonas tupidas del monte que sirven para una gesti¨®n forestar eficiente¡ª, pero tambi¨¦n de origen agr¨ªcola, ganadero incluso de residuos urbanos. ¡°Los ¨¢rboles fijan CO? durante su crecimiento y cuando los quemas lo emiten, luego el balance es neutro. Es mucho peor emitir CO? de combustibles f¨®siles que lleva siglos fijado. En cualquier caso, hay que gestionarlo bien para aprovechar los recursos existentes y no hacer nunca talas excesivas¡±, explica Mario Rodr¨ªguez, de la ONG ambiental Ecodes, que lidera la Plataforma por la Descarbonizaci¨®n de la Calefacci¨®n y el Agua Caliente. ¡°Tambi¨¦n es importante que la materia prima no est¨¦ a m¨¢s de 50 o 60 kil¨®metros del punto donde se va a quemar¡±, prosigue.
Todas esas caracter¨ªsticas se cumple en Sabando, un pueblecito de tan solo dos calles, la Mayor y la Mediod¨ªa ¡ªatravesada por un riachuelo¡ª, jalonadas por grandes casas de piedra, aunque tambi¨¦n las hay de madera y hormig¨®n. A un lado, el escarpado monte de Aldaya, con sus riscos de piedra; al otro, el Abitigarra, ambos con frondosos bosques de robles y hayas. ¡°En ?lava y Navarra muchos montes son comunales, como pasa en Sabando. As¨ª que los vecinos tenemos derecho a sacar le?a. Un guarda de la diputaci¨®n nos dice qu¨¦ ¨¢rboles podemos cortar para ir limpiando el monte en las zonas m¨¢s tupidas y evitar los incendios, y nosotros los aprovechamos para le?a¡±, explica ?ngel Marcos P¨¦rez de Arrilucea, alcalde del municipio, de 57 a?os. ¡°Antes lo hac¨ªa cada vecino y ahora lo hacemos en com¨²n¡±, a?ade.
La localidad est¨¢ constituida como junta administrativa, un escal¨®n inferior a ayuntamiento que da autonom¨ªa a los vecinos para decidir sobre asuntos locales. Hace una d¨¦cada, aprovecharon unas obras de saneamiento para instalar el sistema de biomasa. ¡°Al principio hubo bastante recelo. Hay unas 40 viviendas en el pueblo y en un primer momento nos sumamos 16, pero dejamos la instalaci¨®n hecha para todas. Ahora ya somos 24¡å, se?ala el regidor, que tambi¨¦n es agricultor. Cost¨® unos 550.000 euros, la mayor¨ªa de los cuales los sufragaron tanto el Gobierno Vasco como la Diputaci¨®n de ?lava; los vecinos tuvieron que hacerse cargo tan solo de 90.000 con un cr¨¦dito a 10 a?os.
El Instituto para la Diversificaci¨®n y Ahorro de la Energ¨ªa (IDAE) del Ministerio para la Transici¨®n Ecol¨®gica tambi¨¦n tiene ayudas: el pasado julio financi¨® 18 proyectos con biomasa con 31,7 millones de euros. El IDAE considera que ¡°las redes de calor y fr¨ªo eficientes, con un alto porcentaje de generaci¨®n de energ¨ªa t¨¦rmica mediante energ¨ªas renovables o calores residuales, son una herramienta fundamental para ahorrar energ¨ªa mejorando la eficiencia energ¨¦tica y el incremento de la cuota de renovables en la climatizaci¨®n de edificios, contribuyendo ambos efectos a la reducci¨®n de emisiones de CO?¡å.
?C¨®mo funciona en Sabando? Los vecinos encargan a una empresa que corte los ¨¢rboles para los que tienen permiso y los traiga al pueblo. Despu¨¦s, otra compa?¨ªa los corta en virutas. Durante dos semanas de verano, aprovechan para extenderlas en la ¨²nica pista deportiva del pueblo para que se sequen. ¡°Intentamos hacerlo todos, tanto lo de extenderlo como luego limpiar. Yo tambi¨¦n ayudo con las facturas de cada vecino. Es algo que tenemos que cuidar todos¡±, dice Virginia Jal¨®n, vecina de 37 a?os. Utilizan unas 350 toneladas al a?o, y con eso sobra. ¡°Si tuvi¨¦ramos 40 calefacciones individuales necesitar¨ªamos m¨¢s de 500 toneladas, alrededor de un 30% m¨¢s, este sistema es mucho m¨¢s eficiente¡±, explica P¨¦rez de Arrilucea.
M¨¢s tarde, llevan las virutas a dos grandes naves cubiertas a la entrada de la localidad. Hay tantas que no caben dentro y se acumulan fuera. Enrique Elizondo, agricultor jubilado de 68 a?os ¡ª¡±nac¨ª aqu¨ª y aqu¨ª morir¨¦¡±¡ª, sube con agilidad a la monta?a de astillas ¡ª¡±usamos madera de haya, porque se seca antes¡±¡ª que llena la primera nave: ¡°En esta parte que pega a la pared est¨¢ las dos zonas de las que las calderas chupan directamente la madera. Normalmente tratamos de mezclar madera de dentro y de fuera¡±. De eso, como de todo ¡ªel mantenimiento, la limpieza¡ª se encargan los vecinos, que tambi¨¦n votan todas las decisiones, por lo que funcionan como una comunidad energ¨¦tica, aunque no est¨¦n legalmente constituidos como tal.
Al otro lado de ese muro est¨¢ la sala de m¨¢quinas, con dos grandes calderas que usan el calor para calentar un dep¨®sito de 5.000 litros. El agua sale a 80 grados, recorre todo el pueblo en dos grandes tuber¨ªas y vuelve, tras un largo recorrido, a 70 grados. Despu¨¦s, cada casa tiene un intercambiador para que ese calor ¡ªpero no el agua¡ª se traslade al agua de cada domicilio, y tener as¨ª calefacci¨®n y agua caliente. ¡°Si el agua comunitaria llegara a cada vivienda, cualquier aver¨ªa en una casa afectar¨ªa a todo el sistema¡±, dice el regidor. Adem¨¢s, cada domicilio cuenta con un acumulador de 200 litros de agua caliente, por si en alg¨²n momento tienen que parar o limpiar el sistema principal ¡ªcomo hacen durante dos d¨ªas de verano¡ª.
Un sistema barato
Los vecinos son conscientes de contar con un sistema puntero y c¨®modo, que ahorra entre el 40% y el 60% del coste respecto a las calefacciones de gas. La factura media anual var¨ªa entre los 600 y los 1.000 euros, cuando con el gas ¡ªque adem¨¢s es un combustible f¨®sil¡ª ronda los 2.500. La energ¨ªa que usa cada vecino se le factura a 0,025 el kw, con lo que se pagan los gastos de le?a, mantenimiento y electricidad de las bombas de agua. ¡°Yo tengo una casa grande, de unos 150 metros cuadrados, y con techos altos y paredes de piedra, y adem¨¢s tengo la calefacci¨®n puesta todo el d¨ªa porque tengo dos hijos peque?os, y a pesar de todo pago menos de calefacci¨®n que cualquier piso peque?o en Vitoria. En otros pueblo y en la ciudad flipan cuando se lo cuento y nos tienen envidia¡±, explica Hibai Fern¨¢ndez de J¨¢uregui, vecino de 34 a?os que trabaja en un taller de motos en una localidad cercana.
Joseba Grandes, de 37 a?os, vive en otra preciosa casa de piedra cercana de dos pisos y tambi¨¦n tiene dos hijos peque?os: ¡°El sistema funciona muy bien, pones el termostato a la temperatura que quieres y te olvidas. Es una buena manera de caldear la casa¡±. Pese a ser un n¨²cleo tan peque?o, en Sabando hay siete ni?os peque?os ¡ªtodos van al cole o la guarder¨ªa en el cercano Maeztu¡ª. ¡°Si t¨² mejoras las condiciones de habitabilidad con este tipo de sistemas, ayudas a fijar poblaci¨®n, porque es mucho confort en casas grandes y a bajo precio¡±, resume Rodr¨ªguez, de Ecodes. Carlos, taxista en el cercano San Vicente de Arana, confirma que en su pueblo ¡ªque dobla en habitantes a Sabando¡ª hace tiempo que no nacen ni?os.
El alcalde P¨¦rez de Arrilucea considera que la biomasa tambi¨¦n ¡°ha mejorado las relaciones sociales en el pueblo¡±, porque ahora ¡°tenemos m¨¢s cosas que hacemos en com¨²n¡±. Lo confirma Pilar Berreta, jubilada de 68 a?os, en el portal de su casa de piedra: ¡°Cortar le?a para una familia es much¨ªsimo trabajo, pero ahora lo hacemos entre todos y es mucho m¨¢s sencillo. Adem¨¢s, nos hacemos mayores y siempre es mejor contar con la ayuda de los dem¨¢s¡±.
Sabando est¨¢ sirviendo de ejemplo para otros municipios: P¨¦rez de Arrilucea ha dado charlas en varias localidades espa?olas explicando c¨®mo lo gestionan. Adem¨¢s, la cooperativa vasca Goiener desarrolla el proyecto europeo BeCoop para impulsar el aprovechamiento comunitario de la biomasa y tambi¨¦n se han fijado en ellos. ¡°Hicimos un estudio para el concejo de Aberasturi, en Vitoria, donde hay 60 viviendas, y visitamos con ellos Sabando para que lo conocieran. Ya hemos hecho el proyecto y ahora est¨¢n buscando financiaci¨®n¡±, apunta Pablo Castells, jefe del proyecto BeCoop en Goiener. ¡°Muchos otros pueblos podr¨ªan tener redes similares para aprovechar los bosques, que adem¨¢s generan empleo local y fijan poblaci¨®n¡±, contin¨²a.
Miles de viviendas en Soria
Tambi¨¦n han llegado a algunas ciudades. ¡°En Espa?a hay 479 redes de calor y fr¨ªo con biomasa, la gran mayor¨ªa dan servicio a ayuntamientos que las usan para instalaciones p¨²blicas, aunque tambi¨¦n hay unas 90 que dan servicio a viviendas y bloques de pisos¡±, resume Juan Jos¨¦ Ramos, t¨¦cnico de Avebiom. ¡°Algunas han llegado a las ciudades: en Soria hay ya miles de viviendas enganchadas a la red de calor del municipio, que ha hecho una empresa privada y funciona con restos forestales, y hay otras en M¨®stoles y Aranda de Duero. Aunque no es lo mismo, en Barcelona hay una red con biomasa y gas: la regasificadora del puerto, en lugar de tirar el fr¨ªo al mar, lo ofrece a viviendas, industrias y hoteles¡±, a?ade.
Rodr¨ªguez, de Ecodes, se?ala que tanto la directiva de eficiencia energ¨¦tica en edificios como el futuro reglamento de codise?o marcan que en 2030 habr¨¢ que empezar a prescindir de las calderas de gas: ¡°Frente a ellas tenemos tres alternativas, las bombas de calor alimentadas por energ¨ªa renovable, energ¨ªa solar de concentraci¨®n para calentar el agua y calderas de biomasa. Estas ¨²ltimas pueden extenderse tambi¨¦n a municipios con restos agr¨ªcolas como huesos de aceituna, c¨¢scaras de almendras, podas, paja, cereales e incluso residuos urbanos¡±. En su opini¨®n, ¡°es un tipo de calefacci¨®n consolidado y que funciona, pero no se extiende porque todav¨ªa no se conoce mucho¡±.
De vuelta en Sabando, la niebla se convierte en lluvia fina, que aqu¨ª llaman txirimi, y el ambiente se enfr¨ªa. Va cayendo la noche. ¡°Todos los inviernos suele nevar y el pueblo se pone precioso¡±, dice el alcalde, mientras muestra en su m¨®vil c¨®mo el manto blanc hace a¨²n m¨¢s bonito este peque?o enclave. ¡°Antes la gente mayor sol¨ªa irse a pasar los inviernos a la ciudad, pero ahora con la biomasa todos nos quedamos en casa, calentitos¡±, dice, orgulloso.
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