Un parque inmobiliario de edificios de cero emisiones en Espa?a para 2050

Hace casi dos a?os y medio de la publicaci¨®n, por parte de la Comisi¨®n Europea, del Paquete ¡°Objetivo 55¡å (¡±Fit for 55¡å en ingl¨¦s), que buscaba poner en marcha medidas que reduzcan las emisiones de gases de efecto invernadero en la Uni¨®n Europea en al menos un 55% respecto a los niveles de los a?os 90. Desde entonces, se han aprobado numerosas directivas nuevas y revisiones de directivas que pondr¨¢n en marcha esta muy importante y necesaria reducci¨®n de las emisiones de nuestra sociedad y de nuestra econom¨ªa.

Las negociaciones en torno a la ¨²ltima pieza de este paquete se cerraron el pasado 7 de diciembre, con el ¨²ltimo di¨¢logo entre el Consejo, el Parlamento y la Comisi¨®n Europea en torno a la Directiva de eficiencia energ¨¦tica en edificios (EPBD por sus siglas en ingl¨¦s). Esta normativa tiene un objetivo claro, que es lograr un parque inmobiliario de cero emisiones en 2050.

Para reducir por completo las emisiones de gases de efecto invernadero de nuestros edificios, de nuestras viviendas, es necesario que rehabilitemos la gran mayor¨ªa de ellos antes de 2050. Debemos mejorar el aislamiento de nuestros muros y tejados, debemos cambiar nuestras ventanas y posiblemente tengamos que instalar lamas o toldos, protegi¨¦ndonos todo lo posible del fr¨ªo y el calor del exterior para poder mantener una temperatura de confort sin necesidad de encender la calefacci¨®n o el aire acondicionado. Esta mejora de la envolvente de los edificios reducir¨¢ nuestras facturas, mejorando nuestras condiciones de vida enormemente, permiti¨¦ndonos despertar por la ma?ana, en invierno, sin pasar fr¨ªo, o llegar a casa por la tarde, en verano, sin rozar los 30 ?C en el interior. Y todo sin aumentar nuestras facturas de luz y gas.

La revisi¨®n de la directiva marca definitivamente el fin de los combustibles f¨®siles como fuente de energ¨ªa en nuestros edificios, como el carb¨®n, el gasoil o el gas natural, y le pone una fecha a ese final. A partir de 2025 no se podr¨¢ subvencionar la instalaci¨®n de sistemas de calefacci¨®n o aire acondicionado que hagan uso de estos combustibles. Mientras que las ayudas de los fondos Next Generation ya lo hacen, esto deber¨¢ aplicarse tambi¨¦n en el resto de las ayudas para la rehabilitaci¨®n. Adem¨¢s, a partir de 2040 deberemos eliminar cualquier caldera o equipo que funcione con estos combustibles, ya que no podr¨¢n ser reparadas y no podr¨¢n ser compradas. Esta medida, sin duda, mejorar¨¢ tambi¨¦n la calidad del aire que respiramos en nuestras ciudades, eliminando los gases nocivos que esos equipos liberan. Y supone un gran beneficio para nuestro planeta, que podr¨¢ ralentizar su manifiesta escalada t¨¦rmica.

Esta normativa tambi¨¦n se fija en las emisiones de gases de efecto invernadero asociadas a los materiales y t¨¦cnicas que utilizamos para construir y rehabilitar nuestros edificios, que hasta ahora no se hab¨ªan tenido apenas en cuenta, y que habr¨¢ que vigilar y reducir tras la aprobaci¨®n de la directiva. Nos ayudar¨¢ priorizar materiales producidos en lugares cercanos, para disminuir las emisiones vinculadas al transporte de los materiales, materiales naturales que han capturado CO? durante su crecimiento, o materiales que pueden ser reutilizados f¨¢cilmente, con segundas, terceras y cuartas vidas. Usar estos materiales no solo reducir¨¢ nuestras emisiones incorporadas, sino que tambi¨¦n dinamizar¨¢ nuestras econom¨ªas locales y potenciar¨¢ el uso adecuado de nuestros recursos naturales.

De igual forma, la revisi¨®n de la directiva afianza los est¨¢ndares de cartera hipotecaria (MPS por sus siglas en ingl¨¦s), que buscan incentivar a los prestamistas hipotecarios a mejorar el rendimiento energ¨¦tico medio de su cartera de edificios, que financian con sus hipotecas hacia 2030 y 2050 seg¨²n los est¨¢ndares y objetivos de descarbonizaci¨®n de la Uni¨®n Europea (UE), bas¨¢ndose en la definici¨®n de actividades econ¨®micas sostenibles de la taxonom¨ªa de la UE. Cabe mencionar que la revisi¨®n de la directiva asigna a la Comisi¨®n Europea la adopci¨®n de un acto delegado para poner en marcha un marco integral que facilite el uso voluntario de MPS por parte de las instituciones financieras.

Sin embargo, quienes hemos estado siguiendo la directiva desde su presentaci¨®n, desde hace dos a?os y medio, somos conscientes de que lo que ha resultado de las negociaciones est¨¢ muy diluido en comparaci¨®n con los ambiciosos objetivos propuestos originalmente desde la Comisi¨®n Europea. Los edificios de cero emisiones son menos coherentes, las certificaciones energ¨¦ticas no van a estar armonizadas entre los Estados miembro y la hoja de ruta que cada edificio debe seguir respecto a su rehabilitaci¨®n ha quedado mucho menos clara. No obstante, uno de los aspectos que quedan m¨¢s claros en el documento final es que van a ser los Estados miembro de la Uni¨®n Europea quienes van a tener que tomar muchas de las decisiones, dado que tendr¨¢n que dise?ar las hojas de ruta que nos permitir¨¢n rehabilitar todo nuestro parque edificado, elaborando planes nacionales que planteen qu¨¦ edificios se priorizan, los plazos para la rehabilitaci¨®n de estos edificios y c¨®mo conseguir que estas rehabilitaciones sean lo m¨¢s eficientes y justas posible. En esta fase que se abre debemos asegurar una hoja de ruta que nos acerque a un parque de edificios de cero emisiones, sin dejar a nadie atr¨¢s, para lo que es fundamental priorizar los edificios en peor estado y a las personas en situaci¨®n de vulnerabilidad que los habitan.

Es un reto para Espa?a, aunque tambi¨¦n una gran oportunidad para transformar en el largo plazo todos o casi todos nuestros edificios, haci¨¦ndolos m¨¢s saludables, m¨¢s eficientes y por ende m¨¢s habitables. Para que este plan sea efectivo y realista, debemos ser innovadores, ambiciosos y contar con todos los puntos de vista posibles y todas las v¨ªas de financiaci¨®n posibles. Solo as¨ª nos aseguraremos de lograr el reto de que nuestras viviendas y edificios sean de cero emisiones en 2050 con el m¨¢ximo confort posible.

Las organizaciones del Grupo espa?ol de impulso de la Directiva de eficiencia energ¨¦tica en edificios (EPBD) estamos dispuestas a poner nuestros conocimientos y nuestra experiencia al servicio de las administraciones p¨²blicas para lograrlo. La calidad ambiental y la justicia social son dos metas compatibles con este proceso. Nos va en ello nuestra salud, la del planeta y el bienestar de las generaciones futuras. Nos queda demasiado poco tiempo como para no hacerlo.

Puedes seguir a Clima y Medio Ambiente en Facebook y X, o apuntarte aqu¨ª para recibir nuestra newsletter semanal