El conejo silvestre: perseguido en una parte de Espa?a y deseado en otra
A pesar de los da?os que producen en la agricultura, la especie se encuentra en declive en el 70% de la pen¨ªnsula Ib¨¦rica
Para muchos agricultores, el conejo silvestre, especie end¨¦mica de la pen¨ªnsula Ib¨¦rica, se ha convertido en una plaga que engulle sus cosechas. Pero, a la vez, est¨¢ catalogado en peligro por la Uni¨®n Internacional para la Conservaci¨®n de la Naturaleza (UICN) y hay zonas de Espa?a de las que ha desaparecido v¨ªctima de enfermedades y cambios en el paisaje. En ellas su reintroducci¨®n, necesaria para alimentar a especies como el lince, fracasa una y otra vez. Una dicotom¨ªa, que convierte a la popular especie en un quebradero de cabeza. ¡°En l¨ªneas generales, el conejo est¨¢ en declive en el 70% del territorio, estable en un 20% y en aumento en un 10%¡±, indica Ram¨®n P¨¦rez de Ayala, miembro de WWF, organizaci¨®n conservacionista coordinadora del programa europeo Life Iberconejo, que est¨¢ recopilando datos para obtener una imagen fiable tanto del estado de las poblaciones como de los da?os que causan para buscar soluciones.
Algunas zonas agrarias, las m¨¢s intensificadas, se han convertido en el h¨¢bitat perfecto para la especie por la comida garantizada. Son lugares donde han desaparecido los parches naturales de vegetaci¨®n como los linderos tradicionales y tambi¨¦n las llamadas malas hierbas, bien por su eliminaci¨®n directa o por la sequ¨ªa y, ante la escasez, la mirada de estos herb¨ªvoros se dirige hacia las tierras cultivadas. En la actualidad, la forma m¨¢s habitual de enfrentarse a ellos es permitiendo su caza como control casi todo el a?o. En Castilla-La Mancha, una de las comunidades con mayores problemas, se ha otorgado este a?o a 308 municipios la declaraci¨®n de emergencia cineg¨¦tica, que facilita a los propietarios de los cotos de caza capturar al herb¨ªvoro incluso con hurones, una pr¨¢ctica prohibida habitualmente. ¡°Aqu¨ª tenemos ¨¢reas donde nos sobran, con m¨¢s de 2,17 individuos por hect¨¢rea, y otras en las que necesitamos aumentar su densidad porque no llega al 0,01 por hect¨¢rea y son vitales para otras especies, pero es complicad¨ªsimo¡±, explica Llanos Gabald¨®n, jefa del Servicio de Caza y Pesca de la Consejer¨ªa de Desarrollo Sostenible de Castilla-La Mancha.
P¨¦rez de Ayala da un ejemplo de la dificultad de introducir en la naturaleza al herb¨ªvoro. Lleva 22 a?os trabajando en la reintroducci¨®n del lince y en las 10 fincas que gestiona su organizaci¨®n (WWF) solo han logrado estabilizar la poblaci¨®n del conejo ¨Dvital en la dieta del felino¨D en dos de ellas. En el resto, se ven obligados a continuar realizando actuaciones para mantenerla. ?Cu¨¢l es el problema? ¡°Es un conjunto, necesitan pasto para alimentarse, y lo hay o no dependiendo del a?o, tambi¨¦n lugares en los que refugiarse de los depredadores, y pueden existir brotes de enfermedades, que son imprevisibles. Es imposible controlar todos los factores¡±, responde P¨¦rez de Ayala.
Al mismo tiempo, es consciente de que es la especie que genera mayor siniestralidad en los cultivos en Espa?a, afectando, de media, a una superficie de 44.624 hect¨¢reas. Pero, en su opini¨®n, ¡°no solo vale cazar porque al a?o siguiente vuelven, habr¨ªa que incluir protectores en los cultivos arb¨®reos, vallados que les impidieran entrar e intentar cambiar la din¨¢mica del ecosistema de forma que recuperara su equilibrio, sembrando, por ejemplo, parches de otras plantas que les servir¨ªan de alimento en vez de los campos agr¨ªcolas¡±. El problema es que son actuaciones que ¡°llevan tiempo¡± y que, adem¨¢s, habr¨ªa que acometerlas en municipios enteros. ¡°Hasta ahora lo que hemos hecho es en parcelas peque?as y no es suficiente¡±, comenta. El programa Iberconejo, en el que tambi¨¦n participan administraci¨®n p¨²blica, agricultores y cazadores, intenta buscar ese equilibrio, porque el herb¨ªvoro se encuentra en la base de la cadena tr¨®fica y es alimento de 40 especies, muchas de ellas protegidas.
V¨ªas de tren y carreteras, un refugio seguro
En Castilla-La Mancha, la proliferaci¨®n de la especie ha llegado asociada a la construcci¨®n de grandes infraestructuras: autopistas, autopistas, el AVE... ¡°Esa ha sido su forma de dispersi¨®n, salen a comer a los cultivos y luego vuelven a sus refugios, a esos taludes y zonas de seguridad donde no se les puede cazar¡±, comenta Gabald¨®n. La tierra all¨ª tambi¨¦n est¨¢ m¨¢s removida, m¨¢s blanda y les es m¨¢s sencillo excavar sus madrigueras. ¡°Est¨¢n muy tranquilos, no entra nadie¡±, concreta. No solo se refugian ah¨ª. Nicol¨¢s Urbani, veterinario, de familia agricultora y presidente de la Sociedad de Caza de Magall¨®n (Zaragoza), una zona con sobreabundancia de conejo, a?ade a la lista los pol¨ªgonos industriales abandonados, ¡°en los que no se puede cazar¡±. All¨ª llevan unos 10 a?os con el problema y mantiene que la soluci¨®n debe ser ¡°multifactorial¡± y no dejar todo el problema solo en las manos de los cazadores, porque la ley indica que la responsabilidad de los da?os causados por especies cineg¨¦ticas son los titulares de los cotos y, en ocasiones, los agricultores pueden reclam¨¢rselos. ¡°Aqu¨ª hemos llegado a una entente cordiale, porque si se presiona mucho a las sociedades de cazadores, que somos peque?as y solo con un aprovechamiento social y deportivo, tendr¨ªamos que cerrar, se dejar¨ªa de cazar y los da?os ser¨ªan mayores¡±, puntualiza.
El agricultor Lorenzo Marchante cultiva 200 hect¨¢reas de cereal entre Alc¨¢zar de San Juan (Ciudad Real) y Toledo, y es propietario de un reba?o de 1.000 ovejas. ¡°Tenemos el problema a?o tras a?o¡±, se?ala. Marchante sostiene que la caza no es suficiente y que otras medidas como los vallados tampoco funcionan ¡°porque les hacen agujeros¡±. En su caso, el problema se acrecienta al afectar a sus ovejas. ¡°Se comen tambi¨¦n el pasto y les tengo que dar alimentaci¨®n suplementaria¡±, explica. Sostiene, adem¨¢s, que son diferentes a los de antes ¡°m¨¢s grandes, se mueven m¨¢s, hacen hasta caminos¡±. Tiene dudas de c¨®mo volvi¨® a aparecer el conejo por esos lares y se?ala a la reintroducci¨®n del lince como una de las causas, porque se han soltado conejos, aunque en el territorio de su explotaci¨®n no vive el lince, pero sospecha que lo pueden haber utilizado como lugar de prueba.
P¨¦rez de Ayala replica que este es ¡°otro de los bulos que circulan, como el que se propag¨® de que exist¨ªan conejos h¨ªbridos por la mezcla entre el silvestre y el dom¨¦stico, pero son la misma especie, que llega de forma natural, se adapta al medio, tiene comida y si, adem¨¢s carece de depredadores y no se le caza, se expande¡±, replica. Jos¨¦ Manuel Delgado, t¨¦cnico de la Uni¨®n de Peque?os Agricultores (UPA), tambi¨¦n socio del Iberconejo, explica que el problema se ha acrecentado en los ¨²ltimos ocho a?os tanto en cultivos herb¨¢ceos de cereal como en le?osos como la vi?a y el olivar, en determinadas zonas y, sobre todo, en los a?os m¨¢s secos cuando los animales no cuentan con otra despensa. ¡°Est¨¢ la caza, pero estamos buscando otras alternativas, adem¨¢s de estudiar m¨¦todos de prevenci¨®n como vallados, postes para que se posen las aves rapaces y los espanten, productos ahuyentadores, y que den m¨¢s ayudas, por ejemplo, en la Pol¨ªtica Agraria Com¨²n¡±, explica. Tambi¨¦n piden que se mejoren las coberturas de los seguros, porque ¡°tras tres a?os con p¨¦rdidas, te reducen lo que percibes o no te renuevan¡±.
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