Presas eliminadas, vedas de pesca y un DNI del pez: el Bidasoa desaf¨ªa la debacle global del salm¨®n

Un salto, otro m¨¢s... el salm¨®n (Salmo salar), reci¨¦n llegado de alimentarse en el oc¨¦ano Atl¨¢ntico, insiste e insiste: debe remontar el r¨ªo donde naci¨® para reproducirse, pero no puede superar el muro de la presa que tiene delante. Y si lo logra, se topar¨¢ con otras; el camino parece una yincana. ¡°La mejor ayuda que le puedes ofrecer a un salm¨®n y otras especies migradoras es hacer m¨¢s accesible la cuenca, eliminar presas y azudes en desuso y, si no se puede, construir pasos para los peces [una especie de escaleras de pelda?os menos empinados o rampas]¡±, explica el bi¨®logo Jos¨¦ Ardaiz, t¨¦cnico de Gesti¨®n Pisc¨ªcola del Gobierno de Navarra. De los 173 obst¨¢culos (sobre todo presas y azudes) que exist¨ªan en la cuenca del Bidasoa, 45 se han eliminado, 63 contin¨²an siendo infranqueables, 17 muy complicados de pasar y 48 son accesibles. Aunque queda camino por delante, han logrado que el salm¨®n ocupe pr¨¢cticamente el 100% de la zona potencial estimada para la especie en el cauce principal.

¡°Son pocos, porque la especie est¨¢ en declive y estamos lejos de los 700 ejemplares reproductores recomendados para que la situaci¨®n sea favorable, pero avanzan m¨¢s. En 2023 entraron 308 y este han llegado y todav¨ªa est¨¢n entrando, de momento son 90¡±, a?ade Ard¨¢iz ante un tanque repleto de alevines de salm¨®n en la piscifactor¨ªa de Oronoz-Mugaire (Navarra). Tienen unos nueve meses, sus madres son ejemplares salvajes extra¨ªdos del r¨ªo Bidasoa, uno de los pocos del norte de Espa?a en los que la especie sobrevive a duras penas, y su misi¨®n es repoblar este r¨ªo, en el que se prohibi¨® la pesca en 2022 ante la escasez de ejemplares. ¡°Fue un a?o catastr¨®fico de temperaturas alt¨ªsimas y el salm¨®n necesita aguas fr¨ªas y oxigenadas para su reproducci¨®n¡±, explica el bi¨®logo. La experiencia demuestra que la reintroducci¨®n de salmones no soluciona el problema, pero evita el colapso: en el Bidasoa por t¨¦rmino medio de cada 100.000 alevines repoblados solo retornan del mar unos 100, aunque existe una gran variabilidad entre temporadas.

¡°Antes llegaban a la zona del parque natural del Se?or¨ªo de Bertiz de forma anecd¨®tica y ahora, despu¨¦s de tirar las principales presas en la parte baja de la cuenca, est¨¢n todos los a?os¡±. Tambi¨¦n se han beneficiado del derribo de una presa de cinco metros de altura y varios siglos de antig¨¹edad en el r¨ªo Nivelle, en Francia, a unos cuatro kil¨®metros de Espa?a. Fue demolida en el verano de 2023 y a finales de diciembre una media docena de ejemplares llegaron a la zona de Urdax (Navarra) para desovar y se han detectado alevines.

A pesar de estos logros, el declive de la especie es global, constante y dif¨ªcil de percibir para un consumidor que ve los estantes de los supermercados a rebosar de salm¨®n criado de forma industrial. ¡°Hab¨ªa presencia hist¨®rica de la especie en 45 r¨ªos, pero ahora se calcula que ha desaparecido en un 60% de ellos¡±, comenta David ?lvarez, bi¨®logo y profesor de Zoolog¨ªa en la Universidad de Oviedo. La mala situaci¨®n se repite en Asturias, Cantabria y Galicia, el resto de las comunidades en las que existen poblaciones salmoneras del Atl¨¢ntico norte en la pen¨ªnsula Ib¨¦rica y que marcan el l¨ªmite sur de su distribuci¨®n.

Las cifras de capturas muestran el batacazo: en los a?os 50 del siglo pasado se llegaron a pescar en los r¨ªos de la pen¨ªnsula ib¨¦rica 10.000 ejemplares ¨Dcon muchas oscilaciones como es habitual en esta especie¨D, pero a partir de los a?os 80 la poblaci¨®n comienza a bajar de forma brusca. Hace una d¨¦cada las capturas eran de 1.500 ejemplares y en los ¨²ltimos tres a?os no se ha llegado a 500. ¡°En esta situaci¨®n, no tiene sentido que se contin¨²e permitiendo su pesca¡±, advierte ?lvarez.

Detr¨¢s de la debacle se encuentra el cambio clim¨¢tico con aumentos de temperatura, los obst¨¢culos, la contaminaci¨®n del agua, adem¨¢s de los problemas que pueden existir en el mar que se desconocen. ¡°Es un agujero negro para nosotros y de hecho pensamos que la ca¨ªda global se debe a algo que pas¨® en el oc¨¦ano, pero no tenemos la informaci¨®n¡±, detalla el t¨¦cnico del departamento de Desarrollo Rural y Medio Ambiente de Navarra. Disponen de m¨²ltiples datos a partir de que los salmones entran en el r¨ªo: cuentan las camas de freza (nidos donde depositan los huevos), realizan conteos con pesca el¨¦ctrica, controlan a los peces marcados y la cantidad de animales repoblados.

¡°Si hasta en Noruega, con poblaciones abundantes y problemas de hibridaci¨®n con los ejemplares de piscifactor¨ªa, se han prohibido este a?o las capturas en diferentes r¨ªos, en Espa?a es un desastre, porque aqu¨ª la temperatura ya es alta para una especie de agua fr¨ªa, por lo que un aumento de medio grado les afecta m¨¢s¡±, apunta Ardaiz, mientras observa marcar a los alevines. Este lunes, salieron de la piscifactor¨ªa 15.000 ejemplares con un diminuto filamento insertado en el cart¨ªlago nasal, es el DNI del pez, que permite conocer d¨®nde se ha liberado si se le recaptura. A los nacidos en cautividad, se les corta tambi¨¦n la aleta adiposa y se captura a algunos ejemplares salvajes adultos para implantarles un transmisor que permite su seguimiento.

El a?o pasado se coloc¨® este dispositivo a 21 ejemplares de los 308 que retornaron del mar. La mayor parte muri¨® tras desovar, algo habitual tras el esfuerzo realizado. Los juveniles de salm¨®n que sobreviven al invierno sufren cambios fisiol¨®gicos en primavera para adaptarse a las condiciones del agua salada y se convierten en esguines. Es entonces cuando los salmones del Atl¨¢ntico norte ¨Duna ¨²nica poblaci¨®n que se distribuye por Norteam¨¦rica y Europa¨D se dirigen al mar para alimentarse en las islas Feroe y en una regi¨®n cercana a Groenlandia. Permanecen en el mar entre uno y tres a?os, pero no se mezclan entre ellos, cada uno regresa a su lugar de origen para reproducirse.

El descenso se les complica tanto como la subida. Muchos quedan atrapados en los canales de las centrales hidroel¨¦ctricas que fragmentan el Bidasoa sin encontrar la salida. ¡°Si esto ocurre, pedimos que paren las turbinas para vaciar los canales, se meten ah¨ª porque es agua derivada del r¨ªo y parece lo mismo, pero acaba en un salto o en unas rejillas. En verano pueden llevar m¨¢s agua que el r¨ªo¡±, explica Ardaiz ante el estruendo de la presa de Bera/Lesaka de unos cinco metros de altura. Los salmones solo la pueden superar por una escala construida en un lateral. ¡°Algunos pueden saltar dos metros y m¨¢s, pero no es lo habitual¡±, aclara.

En Asturias, la comunidad salmonera por excelencia, tambi¨¦n se han realizado mejoras para permeabilizar las cuencas con la creaci¨®n de escalas, derribando obst¨¢culos y con la mejora de la calidad del agua. Pero los problemas persisten, y si se producen temperaturas invernales altas, de m¨¢s de 10 ¡ãC, antes de la ovulaci¨®n o del embrionado, la eclosi¨®n de los huevos puede verse afectada, indican desde Desarrollo Rural. Tambi¨¦n apuntan al aumento de depredadores como cormoranes y nutrias.

Pescadores en contra de la veda

El mantenimiento de la veda en el Bidasoa no agrada a los aficionados a la pesca. Mart¨ªn Urdanoz es pescador de toda la vida y presidente de la sociedad de pesca Nazas no est¨¢ de acuerdo con la prohibici¨®n. ¡°Qu¨¦ nosotros capturemos unos pocos salmones no es determinante, sobre todo porque el Bidasoa ha mantenido una poblaci¨®n bastante estable. Para m¨ª el da?o viene del mar, yo creo que los buques factor¨ªa a los que no se controla est¨¢n arrasando¡±, plantea. ¡°Adem¨¢s¡±, contin¨²a, ¡°quitar a los pescadores del r¨ªo es un error, porque lo cuidamos, advertimos de cualquier problema que detectamos¡±. En cuanto a la eliminaci¨®n de presas, cree que se deber¨ªan atrever con las grandes ¡°con las que dejan el r¨ªo sin agua en verano¡±.

Para la pesca del salm¨®n marino se siguen las recomendaciones de la Organizaci¨®n para la Conservaci¨®n del Salm¨®n del Atl¨¢ntico Norte (NASCO), que incluye a la UE y sus Estados miembros. Es una pesquer¨ªa que est¨¢ generalmente cerrada, con la excepci¨®n de una en Groenlandia. En el B¨¢ltico, se clausur¨® en 2023, pero se podr¨ªa reabrir en 2025. La NASCO estima declives en capturas de 60-70% desde el ¨²ltimo cuarto del siglo XX, tanto en Am¨¦rica del Norte como en Europa.