La presi¨®n pronuclear crece ante la proximidad del cierre de la central de Almaraz, la mayor de Espa?a
El Gobierno mantiene el calendario de clausura de las plantas y asegura que ninguna empresa propietaria ha solicitado cambiarlo
A medida que el cierre de la central de Almaraz se aproxima, los colectivos pronucleares ¡ªque en Espa?a encuentran m¨¢s respaldo en los partidos conservadores que en los progresistas¡ª redoblan sus llamamientos en favor de esta tecnolog¨ªa, que ahora cubre el 20% de la electricidad que se consume en el pa¨ªs. Pero, m¨¢s all¨¢ de posiciones ideol¨®gicas, el avance de las renovables (ya superan el 50% de cuota el¨¦ctrica y el Gobierno prev¨¦ que en 2030 lleguen al 81%) gracias a su competitividad estrecha cada vez m¨¢s el espacio para que esta tecnolog¨ªa sobreviva. Es, ante todo, una cuesti¨®n econ¨®mica: tras los decibelios se esconde una pregunta b¨¢sica: ?qui¨¦n paga? O, dicho de otra forma, ?se debe destinar dinero p¨²blico ¡ªya sea a trav¨¦s de los presupuestos del Estado o de la factura de todos los consumidores¡ª para que a las el¨¦ctricas les resulte rentable mantener activas las cinco centrales que hay en Espa?a?
¡°Es un tema muy delicado, en el que los matices son muy importantes y las afirmaciones gruesas no sirven¡±, desliza Luis Atienza, expresidente de Red El¨¦ctrica de Espa?a (REE) y una de las personas que mejor conoce el ecosistema energ¨¦tico nacional, al tiempo que recuerda que ¡°todas las centrales espa?olas ya est¨¢n en fase de extensi¨®n de vida respecto a su planteamiento inicial¡±.
Las propietarias de las centrales ¡ªIberdrola, Endesa y Naturgy¡ª llevan tiempo diciendo que las cuentas no les salen y que, para seguir operando m¨¢s all¨¢ de lo previsto, necesitar¨ªan ese respaldo que les garantice recuperar las inversiones para mantener activas esas instalaciones. Lo previsto desde 2019, y lo que est¨¢ recogido en el plan energ¨¦tico y clim¨¢tico dise?ado por el Gobierno ¡ªcon el aval de Bruselas¡ª, es un cierre progresivo de todas las centrales. Empezando por el primer reactor de Almaraz (C¨¢ceres) el 1 de noviembre de 2027 y concluyendo con el de Trillo (Guadalaja), en 2035. El calendario lo acordaron el Gobierno y las el¨¦ctricas hace seis a?os. El Ministerio para la Transici¨®n Ecol¨®gica no tiene intenci¨®n de modificarlo. ¡°Y ninguna empresa nos ha solicitado cambio alguno¡±, a?aden fuentes de este ministerio.
Esto no quiere decir que la relaci¨®n sea pac¨ªfica ahora. Gobierno y el¨¦ctricas est¨¢n enfrentadas, de nuevo, por razones econ¨®micas. Al margen de las inversiones millonarias para alargar de forma segura la operaci¨®n de las centrales, la nuclear tiene otro problema: los costes milmillonarios del desmantelamiento de las centrales y la gesti¨®n de sus peligrosos residuos. Una empresa p¨²blica, Enresa, se encarga de esas labores en Espa?a. Se financia principalmente con las tasas que tienen que pagar las el¨¦ctricas mientras operan. Y tras la aprobaci¨®n del s¨¦ptimo Plan General de Residuos Radiactivos, estas han aumentado un 30% debido, principalmente, a la imposibilidad de construir un almac¨¦n ¨²nico para guardar los desechos radiactivos m¨¢s peligrosos al no haber ninguna comunidad aut¨®noma dispuesta a albergar esas instalaciones. Habr¨¢ siete repartidos por el pa¨ªs.
Las el¨¦ctricas han recurrido el plan de residuos y el real decreto que fija la tasa, seg¨²n fuentes del sector. Aunque no dan por roto el calendario de cierres, s¨ª aseguran que cuando se acord¨® con Enresa (en 2019) fue bajo la base de una tasa que se hab¨ªa incrementado un 30%. Pero esto no significa que este enfrentamiento derive en un alargamiento de la vida de las centrales. De hecho, uno de los grandes choques por razones impositivas termin¨® hace una d¨¦cada en lo contrario: en la parada de Garo?a a finales de 2012. Nunca reabri¨®, su cierre definitivo se aprob¨® en la ¨²ltima etapa del Gobierno de Rajoy (PP) y ahora est¨¢ ya en proceso desmantelamiento.
¡°No tiene nada que ver el debate sobre la prolongaci¨®n de la vida ¨²til que el de la construcci¨®n de nuevas centrales: no hay ninguna duda de que cualquier instalaci¨®n nueva va a ser menos competitiva que las renovables, incluso si se suma el coste de almacenamiento¡±, apunta Atienza por tel¨¦fono. ¡°En el caso de la extensi¨®n, sin embargo, no hay una posici¨®n categ¨®rica, sino argumentos a favor y en contra. Es cierto que podr¨ªa dar m¨¢s tiempo para su sustituci¨®n por renovables y no por ciclos combinados, que mejorar¨ªa la seguridad de suministro, que reducir¨ªa la necesidad de importar gas, y que podr¨ªa abaratar el precio medio de la factura el¨¦ctrica en tanto en cuando buena parte muchos de sus costes hundidos. Pero tambi¨¦n que el debate distrae de las prioridades reales: la electrificaci¨®n de la demanda, la flexibilidad y el almacenamiento. Y que aumentar¨ªan los vertidos [desperdicios de energ¨ªa limpia] y reducir¨ªa la retribuci¨®n que reciben las renovables¡±.
El expresidente de REE no se muestra ¡°tajantemente en contra de revisar el calendario, porque el desarrollo del almacenamiento va muy lento¡±. Con un l¨ªmite importante, eso s¨ª: ¡°Si hay que destinar dinero p¨²blico o de los consumidores a alargar la vida ¨²til de las centrales, digo rotundamente no [a la prolongaci¨®n]. Solo estudiar¨ªa extenderla si abaratara la factura a los consumidores¡±.
Mientras, el tiempo corre para Almaraz, la m¨¢s antigua y m¨¢s grande. Tiene dos reactores y el primero cuenta con autorizaci¨®n para operar hasta el 1 de noviembre de 2027; el segundo, hasta el 31 de octubre de 2028. Fuentes del sector aseguran que, si se quisiese dar marcha atr¨¢s en ese proceso y pedir una nueva ampliaci¨®n, el horizonte pol¨ªtico y econ¨®mico deber¨ªa estar despejado en marzo de 2025. Despu¨¦s, ya no habr¨ªa tiempo material ¡°por necesidades de plantilla, inversiones y combustible nuclear¡±, se?alan esas fuentes.
Lo que s¨ª se ha iniciado ya ha sido el proceso para la licitaci¨®n de los servicios de ingenier¨ªa para el desmantelamiento de la central por parte de Enresa. Fuentes de esta empresa p¨²blica sostienen que, de momento, solo se ha anunciado esa licitaci¨®n, por un valor de 28 millones, y que se espera que se abra oficialmente en enero o febrero de este a?o. Si finalmente se ampliara todav¨ªa m¨¢s la vida de Almaraz, ese dinero no se habr¨ªa tirado a la basura, porque el estudio de ingenier¨ªa se usar¨¢ tarde o temprano en el desmantelamiento. Pero los due?os de la central no han presentado ninguna petici¨®n de ampliaci¨®n de la vida de la planta.
?Cambio de parecer de las el¨¦ctricas?
La propiedad de Almaraz es compartida entre Iberdrola, Endesa y Naturgy. Aunque la voz cantante en esta central es la de Iberdrola, que posee el 53% de las acciones. En marzo, Ignacio Gal¨¢n, presidente de esa compa?¨ªa, daba por cerrado el debate y sosten¨ªa que su intenci¨®n era respetar el calendario de cierres acordado. Pero hace unos d¨ªas, este mismo mes, Gal¨¢n afirm¨® que se podr¨ªa alargar la vida de las centrales para poder dotar de energ¨ªa a los centros de datos. Aunque parezca contradictorio, la clave est¨¢ en el matiz que inclu¨ªa en ambos casos. Se puede prolongar ¡°siempre y cuando la parte econ¨®mica sea atractiva¡±, es decir, ?qui¨¦n y c¨®mo se paga?
Jos¨¦ Bogas, el primer ejecutivo de Endesa ¡ªel otro gran tenedor de centrales en Espa?a¡ª, tambi¨¦n ha manifestado recientemente su ¡°desacuerdo intelectual¡± con el cierre. ¡°La vida ¨²til de estas instalaciones podr¨ªa extenderse m¨¢s all¨¢ de los 45 a?os actuales, llegando incluso a 60 o 80 a?os, como se ha demostrado en Estados Unidos. Seguiremos intentando convencer al Gobierno y a otros actores sobre la importancia de mantener operativas estas instalaciones, ya que creemos firmemente que son beneficiosas para Espa?a¡±, ha afirmado esta semana. Pero, de nuevo, sin aclarar c¨®mo sufragar la prolongaci¨®n.
Para las el¨¦ctricas, el valor de la nuclear es doble: son fundamentales para ofrecer tarifas de precio fijo, en las que el cliente paga lo mismo consuma cuando consuma y que son, tambi¨¦n, las que m¨¢s r¨¦ditos econ¨®micos les dan en su cuenta de resultados.
La posibilidad de que algunos gigantes tecnol¨®gicos puedan recurrir a la energ¨ªa nuclear para mantener sus centros de datos es una de las noticias esperanzadoras que han tenido en los ¨²ltimos meses los pronucleares, a pesar de que todas las instalaciones de este tipo que est¨¢n llegando a Espa?a lo hacen por su atractivo renovable. El Colegio Oficial de Ingenieros Industriales de Madrid la semana pasada difundi¨® un comunicado en el que reiteraba su defensa de la nuclear ante el previsto ¡°incremento significativo en la demanda el¨¦ctrica en las pr¨®ximas d¨¦cadas debido al crecimiento de la implantaci¨®n de centros de procesamiento de datos e inteligencia artificial¡±. ¡°Este escenario refuerza la necesidad de mantener y ampliar el uso de la energ¨ªa nuclear, dada su capacidad para satisfacer la demanda de manera estable y sostenible¡±, a?ad¨ªan en referencia a que la at¨®mica, al igual que las renovables, no emite gases de efecto invernadero.
A la lucha contra el cambio clim¨¢tico llevan a?os asi¨¦ndose sus defensores. En el acuerdo final de la ¨²ltima cumbre del clima, celebrada en Dub¨¢i, se hac¨ªa una menci¨®n a la nuclear como una de las tecnolog¨ªas que pueden ayudar al mundo a desengancharse de los combustibles f¨®siles, aunque sin fijar objetivos concretos para su desarrollo como s¨ª se hizo con las renovables. Adem¨¢s, en Europa tambi¨¦n se le ha dado un marchamo sostenible para las inversiones gracias a las presiones de Francia, el pa¨ªs m¨¢s nuclearizado de la UE y en el que el debate sobre qui¨¦n paga esta resuelto: el Estado posee el 100% de las acciones de EDF, la propietaria de las centrales.
Pronucleares cl¨¢sicos... y no tanto
Esta semana a los pronucleares cl¨¢sicos, encabezados por algunos colegios profesionales, se le ha unido Pepe ?lvarez, secretario general de UGT, quien tras una visita a las centrales catalanas de Asc¨® y Vendell¨®s ha afirmado: ¡°Espa?a no puede prescindir de la energ¨ªa nuclear en la transici¨®n ecol¨®gica¡±. Se sumaba, as¨ª, a la posici¨®n que mantiene la principal patronal catalana, Foment del Treball.
En el plano pol¨ªtico, los presidentes de la Comunidad Valenciana y Extremadura, Carlos Maz¨®n y Mar¨ªa Guardiola, ambos del PP, tambi¨¦n han redoblado su discurso en favor del mantenimiento de las dos plantas que hay en sus territorios, Cofrentes y Almaraz. Y dentro del PSOE extreme?o, su nuevo secretario general, Miguel ?ngel Gallardo, aboga por el mantenimiento de la planta cacere?a.
La inminente salida del Gobierno de Teresa Ribera para ocupar una vicepresidencia de la Comisi¨®n Europea tambi¨¦n ha a?adido incertidumbre sobre este asunto, ya que ella fue la que cerr¨® el pacto con las el¨¦ctricas sobre el calendario de cierre de las plantas. Sin embargo, fuentes de la direcci¨®n federal del PSOE, defienden que el cierre de las plantas es una posici¨®n de partido. Y aseguran que el adi¨®s a la energ¨ªa nuclear tiene un respaldo mayoritario en las federaciones socialistas del pa¨ªs.
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