Un Parlamento Ciudadano Permanente para defender la democracia y el clima
Puede convertirse en el espacio donde ciencia, deliberaci¨®n ciudadana y acci¨®n pol¨ªtica se unan para reparar y refundar nuestra democracia
La reciente investidura de Donald Trump puede suponer un giro dr¨¢stico en la pol¨ªtica clim¨¢tica y en la normalidad democr¨¢tica mundial. La retirada masiva de compromisos ambientales por parte de grandes actores financieros, junto con la desregulaci¨®n promovida por figuras de las Big Tech como Elon Musk o Mark Zuckerberg, representa un ataque directo a los principios democr¨¢ticos bajo la coartada de la ¡°libertad de expresi¨®n¡±. Naomi Klein nos alert¨® de la magnitud del peligro cuando ¡°la mayor¨ªa de la gente est¨¢ dispuesta a echar a quien est¨¢ en el poder, incluso si esto acaba con la democracia¡±. Estos ¨²ltimos acontecimientos se suman a una deriva antidemocr¨¢tica en todo el mundo y en Europa, junto con un aumento de la desinformaci¨®n y los bulos, que promueven el caldo de cultivo para ello.
El 10 de enero pasado, el 1% de las personas m¨¢s ricas del planeta ya agotaron su cuota anual de emisiones, seg¨²n Oxfam Interm¨®n, que llam¨® al d¨ªa Pollutocrat Day, o ¡°d¨ªa de la contaminocracia¡±. Adem¨¢s, como explica Greenpeace, estamos viendo c¨®mo las grandes corporaciones f¨®siles consiguen plegar los parlamentos a sus intereses y confiscan la soberan¨ªa popular. Cuando las democracias se paralizan en beneficio de intereses privados, es esencial construir un acceso real para la ciudadan¨ªa al control de las decisiones que afectan tanto al presente como a la supervivencia de las pr¨®ximas generaciones.
Espa?a est¨¢ expuesta a los mismos riesgos, sin embargo, sigue existiendo un fuerte respaldo a una gobernanza participativa y basada en la ciencia, como muestra, por ejemplo, la encuesta El desorden democr¨¢tico en Espa?a, publicada en 2024 por El Pa¨ªs y la Cadena SER, con un 62% y 64% de opiniones favorables, respectivamente. Estos datos revelan que la desafecci¨®n democr¨¢tica no equivale a resignaci¨®n o nihilismo pol¨ªtico, sino a una demanda urgente de cambios profundos para regenerar nuestra democracia.
Este retroceso global de las democracias se da junto con el recrudecimiento de la emergencia clim¨¢tica, creando una tormenta perfecta cuyas consecuencias son dif¨ªciles de prever. Ante estas amenazas, es urgente que los actores sociales, pol¨ªticos y econ¨®micos se unan para construir nuevos espacios de gobernanza que integren activamente a la ciudadan¨ªa. En este sentido, una propuesta que destaca para defender a las democracias representativas es innovar y reforzar la democracia participativa. Por eso, la creaci¨®n de un Parlamento Ciudadano Permanente por el Clima se presenta como una herramienta esencial y efectiva.
?Puede funcionar un sistema de ¡°jurado popular ciudadano¡± aplicado a la toma de decisiones pol¨ªticas? El panel intergubernamental de expertos por el Cambio Clim¨¢tico (IPCC) destaca en su sexto informe que contar con una ciudadan¨ªa informada y asesorada por personas cient¨ªficas y actores sociales es un factor decisivo para impulsar transformaciones profundas. De hecho, en toda Europa, en los ¨²ltimos 5 a?os, las asambleas ciudadanas clim¨¢ticas han adoptado medidas m¨¢s ambiciosas y m¨¢s justas que las pol¨ªticas p¨²blicas, especialmente en el ¨¢mbito energ¨¦tico. Pero tambi¨¦n sobre adaptaci¨®n clim¨¢tica: en Gdansk, la sexta ciudad de Polonia, el ayuntamiento convino una tras las devastadoras inundaciones de 2015, para orientar sus esfuerzos de reconstrucci¨®n de la zona metropolitana y prevenir nuevos desastres.
Esta ¡°democracia por sorteo¡± funciona, siempre que no sea un simple ejercicio de citizenwashing o de ¡°asambleas-blabl¨¢¡± (iniciativas usadas para mostrar compromiso pero sin consecuencias reales), porque est¨¢ a salvo de polarizaciones y de la influencia de los grandes intereses corporativos. Permite generar consensos en medidas clave para la transformaci¨®n ecol¨®gica y hacerlos visibles y aceptables para el resto de la sociedad. La polit¨®loga Sherry Arnstein defini¨® este modelo como ¡°poder ciudadano¡±: un modelo que garantiza que las resoluciones ciudadanas sean efectivas y no se manipulen ni se desv¨ªen del bien com¨²n.
El Parlamento Ciudadano Permanente: una soluci¨®n urgente
Un Parlamento Ciudadano Permanente por el Clima puede convertirse en el espacio donde ciencia, deliberaci¨®n ciudadana y acci¨®n pol¨ªtica se unan para reparar y refundar nuestra democracia. Si conseguimos que este espacio sea institucionalizado, mediatizado, abierto al di¨¢logo con el resto de la sociedad y con una articulaci¨®n vinculante a la toma de decisiones del parlamento electo, permitir¨ªa enfrentar los desaf¨ªos ecol¨®gicos y democr¨¢ticos con una legitimidad renovada.
Por ello, desde Oxfam Interm¨®n, Greenpeace Espa?a, Asamblea C¨ªvica por el Clima, Globe y el Observatorio de Sostenibilidad se lideran las jornadas ¡®Defendiendo la Democracia: hacia un Parlamento Clim¨¢tico Ciudadano Permanente¡¯, que tendr¨¢n lugar el 29 de enero en el Congreso de los Diputados y el C¨ªrculo de Bellas Artes. Un espacio de encuentro que busca movilizar esfuerzos entre los actores de la sociedad civil y consolidar un espacio democr¨¢tico que supere la polarizaci¨®n, el negacionismo y la ola actual de desinformaci¨®n masiva. Inspir¨¢ndonos en experiencias europeas e internacionales exitosas y dialogando con sus principales promotores, se debatir¨¢ sobre c¨®mo un espacio participativo permanente puede profundizar en nuestra democracia para defender el clima y acelerar una transformaci¨®n ecol¨®gica justa.
B¨¦lgica ya cuenta con una Asamblea Ciudadana Permanente por el Clima en Bruselas, que permite la participaci¨®n de ciudadan¨ªa seleccionada por sorteo en la gobernanza regional y elabora mecanismos para que sus propuestas se implementen. En Espa?a, hemos visto c¨®mo, pese a sus carencias, las asambleas ciudadanas clim¨¢ticas han comenzado a consolidarse desde 2022 a nivel estatal, auton¨®mico (Catalu?a, Navarra) y municipal (Barcelona, Bilbao, Mallorca), como herramientas experimentales que podr¨ªan restaurar la confianza en las instituciones y ofrecer una salida al agotamiento de la democracia representativa tradicional.
¡°La democracia solo se puede mantener si todo ciudadano la defiende¡±, advirti¨® la activista y premio Nobel Rigoberta Mench¨². Hoy enfrentamos este desaf¨ªo: salvar la democracia representativa mediante la participaci¨®n ciudadana o ceder ante un autoritarismo y un negacionismo clim¨¢tico que nos lleven al colapso global. Construir un Parlamento Ciudadano Permanente por el Clima como s¨ªmbolo de esperanza colectiva est¨¢ en nuestra mano.
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