Shayan Sardarizadeh, ¡®fact-checker¡¯ de BBC Verify: ¡°La realidad va a ser m¨¢s determinante que la IA en este s¨²per a?o electoral¡±
Este periodista s¨¦nior del equipo de comprobaci¨®n de datos en la corporaci¨®n p¨²blica brit¨¢nica afirma que el uso de la Inteligencia Artificial generativa para la desinformaci¨®n todav¨ªa dista de ser un fen¨®meno masivo
El iran¨ª Shayan Sardarizadeh acumula cierto cansancio estos d¨ªas, acrecentado por su lento caminar con ayuda de una muleta debido a un percance. Desde el reciente atentado contra el expresidente y candidato republicano a los comicios estadounidenses, Donald Trump, al que ha seguido la renuncia del dem¨®crata Joe Biden a seguir en la carrera electoral hacia la Casa Blanca, Sardarizadeh no para de comunicarse con su equipo de BBC Vertify. Esta divisi¨®n de la gigantesca corporaci¨®n de medios p¨²blicos brit¨¢nicos se cre¨® hace un a?o con 60 personas dedicadas de manera exclusiva a la comprobaci¨®n de datos, v¨ªdeos, im¨¢genes, audios y la detecci¨®n de bulos que se hacen virales.
Durante las 48 horas de rastreo en torno a las publicaciones virales posteriores al intento de magnicidio, este periodista s¨¦nior y fact-checker (verificador de datos) de la BBC solo detect¨® una falsa imagen manipulada en la que uno de los escoltas de Trump aparece sonriendo. ¡°La mayor¨ªa de la informaci¨®n que todav¨ªa consumimos no es fruto de la Inteligencia Artificial¡±, afirma. Sardarizadeh (Teher¨¢n, 38 a?os) tambi¨¦n ha sacado tiempo para participar en unas conferencias sobre desinformaci¨®n organizadas por Newtral la semana pasada en los Cursos de Verano de la Complutense que se celebran en San Lorenzo de El Escorial, a las afueras de Madrid, tras las cuales tuvo lugar esta entrevista.
PREGUNTA. Estaba la comunidad period¨ªstica alertada sobre c¨®mo podr¨ªa afectar la Inteligencia Artificial [IA] para generar desinformaci¨®n en el s¨²per a?o electoral que lleva a medio planeta a las urnas, pero es algo tan real como un atentado contra Trump lo que puede decidir el resultado de los comicios en Estados Unidos.
RESPUESTA. De hecho, he rastreado algunos de los procesos electorales m¨¢s relevantes de 2024 y el impacto de la IA generativa no ha sido tan grande como se tem¨ªa. Hubo algunos casos rese?ables para desinformar mediante esta tecnolog¨ªa en las campa?as de Pakist¨¢n e India, as¨ª como otro par de ellos en los comicios del Reino Unido y la UE. Pero no creo que estemos todav¨ªa ante un fen¨®meno que provoque un cambio tan radical en las sociedades. Otra cosa es lo que pueda ocurrir en los pr¨®ximos meses o a?os. Estos d¨ªas, ante la magnitud del intento de asesinato del expresidente de Estados Unidos y candidato republicano, solo he encontrado un ejemplo de posible manipulaci¨®n sobre el suceso. Puede ser fruto del uso de IA generativa o de un simple programa de edici¨®n de im¨¢genes. Se trata de una foto en la que alguien ha cambiado el gesto de un escolta de Trump, que aparece sonriendo.
P. ?La realidad va a ser por tanto m¨¢s determinante que la IA en este s¨²per a?o electoral?
R. Creo que s¨ª. La mayor¨ªa de la informaci¨®n que todav¨ªa consumimos no es fruto de la IA. Hay casos de manipulaci¨®n mediante esta tecnolog¨ªa, por supuesto. Ocurre con v¨ªdeos sobre las guerras que se libran en Oriente Pr¨®ximo y Ucrania. Pero el fen¨®meno no es a¨²n tan masivo.
P. Y usted solo presta atenci¨®n a los bulos que se hacen virales.
R. Esto siempre genera un debate sobre cu¨¢ndo debemos actuar a la hora de revisar la veracidad de un contenido. Si se trata de una aseveraci¨®n que propaga el extremismo, ?vamos a favorecer que se extienda ese mensaje con nuestras comprobaciones? Cuando hablamos sobre desinformaci¨®n online tenemos que poner atenci¨®n a contenidos que consumen cientos de miles o millones de personas. La referencia que tenemos es la m¨¦trica de las redes sociales. No es perfecta, pero es la manera de detectar la viralidad de un contenido falso y entonces actuar frente a lo que afecta a la forma que muchas personas tienen de ver el mundo.
P. ?Cu¨¢nto tiempo le lleva comprobar la falsedad de un bulo viral?
R. Depende del tipo de contenido. A veces, en dos o cinco minutos puedo certificar la imagen real que corresponde a una foto falsa. Hay investigaciones de v¨ªdeos sobre cr¨ªmenes de guerra que llevan semanas, o meses. Y a veces no llegas al 100% de comprobaciones y no puedes publicar. En una pieza sobre verificaci¨®n no se puede publicar nada que no llegue a ese porcentaje de veracidad.
P. ?Cu¨¢n alargada es la sombra de Rusia en la desinformaci¨®n que se consume en los pa¨ªses occidentales?
R. Definitivamente est¨¢ ah¨ª, aunque es dif¨ªcil determinar al cien por cien su magnitud. En el contexto sobre la guerra en Ucrania hay varios ejemplos de operaciones con origen en Rusia en los pa¨ªses que env¨ªan ayuda militar y financiera a Kiev. Es el caso de v¨ªdeos que promueven ideas que van desde la supuesta debilidad en el frente del ej¨¦rcito ucranio hasta falsos despilfarros supuestamente realizados por el presidente Zelenski en su propio beneficio.
P. El presidente del Gobierno espa?ol, Pedro S¨¢nchez, ha presentado la semana pasada en el Congreso de los diputados un paquete de medidas legales que incluyen el control de la publicidad institucional como ant¨ªdoto contra los bulos. ?C¨®mo valora este tipo de leyes contra la desinformaci¨®n?
R. Ese caso concreto es un asunto de la democracia espa?ola. Conocemos otros pa¨ªses que han usado ese tipo de leyes para limitar la posibilidad de criticar a los Gobiernos. Espa?a no es ese tipo de pa¨ªses. Habr¨¢ que ver c¨®mo se desarrollan esas normas.
P. ?Cu¨¢l es su valoraci¨®n sobre el impacto de la desinformaci¨®n en las recientes elecciones del Reino Unido?
R. Sorprendentemente no ha representado un problema capital. Nuestra labor se ha centrado en monitorizar las promesas y esl¨®ganes de los candidatos durante la campa?a.
P. ?Cree que en el Reino Unido, donde la prensa guarda una larga tradici¨®n de feroz cr¨ªtica hacia los mandatarios, los pol¨ªticos encajan mejor los ataques desde los medios de comunicaci¨®n?
R. Los ataques han de ser justos, ya sea la cr¨ªtica desde la opini¨®n o del reporterismo de hechos. Pero en el Reino Unido los pol¨ªticos est¨¢n preparados para afrontar entrevistas con preguntas dur¨ªsimas y el rastreo de los medios. Y van a programas en televisi¨®n donde el p¨²blico hace preguntas m¨¢s comprometidas a¨²n que las de los periodistas.
P. Pese a que las piezas period¨ªsticas que desmontan bulos no cosechan audiencias masivas, usted defiende que con que solo una persona conozca esa verificaci¨®n su trabajo ha merecido la pena. ?Cree que predomina el inter¨¦s por la mentira?
R. No lo creo. Por lo que he podido constatar, la gran mayor¨ªa de la gente aspira a conocer la verdad. Y tambi¨¦n existen personas con ideas preconcebidas a las que no cambia nada que les muestres la veracidad de los hechos. Lo que podemos hacer como periodistas es presentar las pruebas para intentar convencerles.
P. Y a ustedes, los fact-checkers, ?qui¨¦n los controla?
R. Usted. Otros periodistas. La gente. Cualquiera vigila nuestro trabajo.
P. ?Es partidario de una autorregulaci¨®n para los comprobadores de datos? Hay quienes piensan que debe legislarse sobre las agencias privadas de verificaci¨®n.
R. No somos ¨¢rbitros de la verdad. Ni tenemos acceso a informaci¨®n secreta. Tenemos acceso a fuentes period¨ªsticas tradicionales. Y dedicamos tiempo a esta labor. Pero no somos quienes dicen a los dem¨¢s lo que tienen que creer. Y somos conscientes de que nuestro trabajo ha de ser vigilado por otros verificadores de datos, otros periodistas y otros miembros de la sociedad.
P. El ¨²ltimo informe global del Instituto Reuters advierte de niveles r¨¦cord en el desinter¨¦s por las noticias. ?Qu¨¦ puede hacer el periodismo para evitar la sangr¨ªa?
R. Siempre habr¨¢ picos. Durante la pandemia y el estallido de la guerra en Ucrania el consumo de informaci¨®n creci¨® exponencialmente. La forma de aproximarse a las noticias ha cambiado. Y las organizaciones que las producen intentan tener proyecci¨®n en esas nuevas plataformas y las redes sociales. La mayor parte de la gente quiere saber lo que pasa a su alrededor. No son yonquis de la informaci¨®n como usted y yo, pero la consumen. Y tampoco hay vuelta atr¨¢s en el hecho de que la transformaci¨®n de este oficio ser¨¢ constante.
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