¡®La izquierda no sabe comunicar¡¯, el n¨²mero de enero de la revista ¡®TintaLibre¡¯
El ejemplar analiza la comunicaci¨®n de los partidos a trav¨¦s de las firmas de Esther Palomeras y Jos¨¦ Miguel Contreras, Lina G¨¢lvez, Soledad Gallego-D¨ªaz o Ignacio Peyr¨®
De la ausencia de Miguel Barroso nadie se ha repuesto en esta casa, y por eso hemos decidido abrir la caja de los truenos de la memoria sentimental con los testimonios de algunas de las personas m¨¢s pr¨®ximas a su trayectoria, empezando por un retrato clavado de su hermano Mariano, el registro de las funciones desempe?adas en el entorno de Jos¨¦ Mar¨ªa Maravall, la amistad intermitente con Jaume Roures con el eje en La Habana y la peripecia afectiva con Carme Chac¨®n, tal como la cuenta su bi¨®grafa Joana Bonet. Ten¨ªa sentido, por tanto, que el Conversatorio fuera un an¨¢lisis del tono vital de la comunicaci¨®n pol¨ªtica, particularmente de la izquierda, como espacio natural de las meditaciones de Miguel. Sobre eso discurren Esther Palomera y Jos¨¦ Miguel Contreras, con propuestas fuertes y an¨¢lisis sin indulgencia.
Tampoco la gastan el resto de colaboradores en otros tantos puntos calientes de la actualidad pol¨ªtica en Espa?a (incluida la corrosi¨®n democr¨¢tica de las redes sociales, en una nueva secci¨®n que a Miguel le hubiera encantado, Sin medias tintas). Gestionar la victoria pol¨ªtica es siempre importante, pero a veces parece que tambi¨¦n haya que aprender a gestionar la derrota, y eso es lo que les hemos propuesto a tres analistas de lujo. Soledad Gallego-D¨ªaz, Ignacio Peyr¨® y Lina G¨¢lvez desmenuzan las contorsiones que tuvieron que hacer los partidos mayoritarios para aprender a dejar de mandar (o mandar de otra manera).
Desde TintaLibre tampoco se ha querido silenciar la campa?a de desprestigio y silenciamiento que ha vivido el autor de uno de los grandes libros que existen sobre las trapacer¨ªas y asfixias a que somete el Opus Dei a sus fieles. Por eso hemos dado voz a Gareth Gore en un espl¨¦ndido art¨ªculo que retrata esas presiones y lo que llama la ¡°disociaci¨®n cognitiva¡± de la Obra, incapaz de asumir sus muchas culpas, entre ellas la que relata un texto complementario (prudentemente an¨®nimo, dadas las pr¨¢cticas mafiosas de la Obra). Que Luis Garc¨ªa Montero haya aceptado ofrecer algunos poemas de un futuro libro en marcha se nos antoja otro de esos regalos que justifican empezar un nuevo a?o con el mejor ¨¢nimo posible.
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