Dos toros rezagados provocan momentos de tensi¨®n en el quinto encierro de las fiestas

Uno de los astados se ha llegado a volver en el t¨²nel del callej¨®n y ha puesto en apuros a un mozo que ha quedado atrapado entre los cuernos y la pared, aunque sin m¨¢s consecuencias.

Cinco personas han tenido que ser trasladadas a los centros hospitalarios de Pamplona, una de ellas con una herida superficial por asta de toro en el abdomen y el resto por contusiones y traumatismos de diversa consideraci¨®n

Tras los tres c¨¢nticos tradicionales con los que los corredores piden protecci¨®n al santo ante la imagen de San Ferm¨ªn situada en una hornacina de la cuesta de Santo Domingo, se lanz¨® a las 8.00 horas el cohete de salida.

La manada ha partido agrupada y arropada por los cabestros en una veloz carrera por el centro de la calle que ha permitido a los mozos arrimarse a las astas, abri¨¦ndose en abanico para dejar paso a la torada, que ha continuado compacta por la plaza del Ayuntamiento hasta la entrada de Mercaderes, donde han resbalado varios toros y dos de ellos han quedado ya definitivamente rezagados.

Resbalones de las reses

En la curva de Estafeta se han repetido los resbalones de las reses que, como es habitual, han chocado tambi¨¦n contra el vallado.

Por esta calle la carrera ha discurrido en tres grupos, el primero con los cabestros y cuatro toros, que han seguido su camino limpiamente, y los otros dos por detr¨¢s y por separado.

Fueron estos dos toros los que han creado los mayores momentos de peligro al derrotar en varias ocasiones contra los mozos, par¨¢ndose a menudo e incluso intentado volverse, mientras los pastores trataban de llev¨¢rselos e imped¨ªan a los corredores acercarse a las reses, al igual que hicieron cuando el ¨²ltimo de ellos, un jabonero, se cay¨® al final de la calle Estafeta y tuvo problemas para levantarse.

Unos metros antes del callej¨®n el quinto toro ha pisoteado a uno de los mozos y se han registrado tambi¨¦n en este tramo varias ca¨ªdas.

Mientras sus hermanos hab¨ªan entrado ya en chiqueros, los dos rezagados continuaban al trote y muy distra¨ªdos por el callej¨®n, haciendo trabajar a los dobladores que, a punta de capote, los han introducido finalmente en los corrales.