Los Oscar viven hoy una noche de incertidumbre
Sin claros favoritos para los principales premios, los cr¨ªticos esperan el reconocimiento de Robert Altman
En 1938, Bette Davies recog¨ªa su segundo Oscar por Jezebel: 'Ahora que me fijo, la espalda de este trofeo me recuerda a la de mi primer marido'. A?os despu¨¦s, en 1965, Lee Marvin lograba el suyo por La ingenua explosiva y desde el escenario daba las gracias a quien consideraba su ¨²nico colega: 'Este Oscar lo comparto con un caballo que ahora est¨¢ en alg¨²n lugar de ah¨ª fuera'. En 1967, Alfred Hitchcock recib¨ªa otro honor¨ªfico, el ¨²nico de su carrera, con un lac¨®nico 'Muchas gracias'. Los tiempos han cambiado y esta noche, en la 74? ceremonia de los Oscar, habr¨¢ largas listas de agradecimientos y ning¨²n caballo.
RECORDS DE OSCAR | |
PEL?CULAS | |
Premiadas | |
Ben-Hur (1959) | 11 |
Titanic (1997) | 11 |
West Side Story (1961) | 10 |
El ¨²ltimo emperador (1987) | 9 |
El paciente ingl¨¦s (1996) | 9 |
Premiados | |
Nominados | |
Premiadas | |
Katherine Hepburn | 4 |
Ingrid Bergman | 3 |
Nominadas | |
Katherine Hepburn | 12 |
Meryl Streep | 12 |
DIRECTORES | |
Premiados | |
John Ford | 4 |
Frank Capra | 3 |
Nominados | |
Frank Capra | 12 |
William Wyler | 12 |
Ninguna parte como clara favorita. En opini¨®n de los tres cr¨ªticos titulares del diario The New York Times, el premio principal (el de mejor pel¨ªcula) recaer¨¢ en El se?or de los anillos o Una mente maravillosa. Los mismos cr¨ªticos dicen que, sin embargo, el trofeo deber¨ªa ser para Gosford Park o En la habitaci¨®n. Los tres s¨®lo coinciden en que el director ganador de esta edici¨®n tendr¨ªa que ser el veterano Robert Altman.
Una voz cr¨ªtica
Altman (que cae muy bien a los cr¨ªticos y muy mal a los ejecutivos de Hollywood) ha sido candidato a un Oscar al mejor director en cinco ocasiones: en 1970 lo fue por Mash, en 1975 por Nashville, en 1992 por El juego de Hollywood y en 1993 por Vidas cruzadas. Nunca lo ha ganado. Es p¨²blica su animadversi¨®n por los grandes estudios y sus directivos, y encima ha sido una de las pocas voces cr¨ªticas con Hollywood tras los atentados del 11 de septiembre. Altman -quien a?adiendo le?a al fuego ha calificado de 'absurda' la pelea a la que llegan los estudios por lograr estatuillas- dice que se han malinterpretado una y otra vez sus declaraciones y hace pocos meses en una entrevista en Londres puntualizaba: 'La prensa ha dicho que yo ataco a Hollywood, que yo ataco al sistema, pero lo cierto es que Altman s¨®lo ataca a Altman. Creo que todos debemos sentirnos responsables por lo ocurrido, s¨®lo nos interesa nuestra tragedia, pero no es la ¨²nica. No han muerto s¨®lo norteamericanos. Hemos criado a nuestros hijos en un mundo de violencia y creo que algunos actores y directores deber¨ªan replantearse el mundo que les ofrecen a los adolescentes a trav¨¦s del cine. Pero el cine es hoy un territorio de banqueros que s¨®lo se preocupan en vender. Yo me dirijo a los artistas y les digo, porque me lo digo a m¨ª mismo, que no hay que echar la culpa a alguien perdido en el desierto. Los artistas deber¨ªan rebelarse, pero no lo hacen porque este es un negocio muy caro y necesitan a los banqueros'.
Siempre bordeando los m¨¢rgenes de Hollywood, si Altman gana por fin un Oscar ser¨¢ por los votos de un gremio decisivo: el de los actores, que suma aproximadamente la mitad de los casi 6.000 acad¨¦micos de Hollywood. Cuando el pasado mes de enero el cineasta recogi¨® su Globo de Oro, les brind¨® su particular declaraci¨®n de amor: 'Todas las pel¨ªculas', dijo, 'necesitan alguien que encienda las luces y las apague al terminar la jornada: alguien que est¨¦ ah¨ª y disfrute del trabajo de los actores. ?se soy yo'.
Kidman-Spacek
Si los Globos de Oro son realmente la antesala de los Oscar, Altman se llevar¨¢ por fin esta noche el suyo a casa y se disputar¨¢n la estatuilla a la mejor int¨¦rprete dos actrices que podr¨ªan ser madre e hija: Sissy Spacek y Nicole Kidman (ambas gandoras de un Globo, a la mejor actriz dram¨¢tica y a la mejor actriz de comedia, respectivamente.) Spacek ya tiene uno, el que logr¨® en 1980 por Quiero ser libre. Casi una d¨¦cada despu¨¦s, su interpretaci¨®n de una madre reducida a la condici¨®n de silenciosa bestia vengativa tras la muerte de su hijo (En la habitaci¨®n) se merece todos los premios, pero Nicole Kidman (Moulin Rouge) es una estrella imparable. Este mismo mes, Vanity Fair dedica una p¨¢gina a cada una de ellas. A Kidman la llama 'la ganadora' por su trabajo en el musical de Buz Luhrmann y en Los otros. La revista afirma que Kidman es la actriz del momento. De Spacek destaca su luminosa presencia y resume su fuerza con una pregunta. '?Han visto antes fumar a alguien con tanta rabia?'.
Si la carrera a la mejor actriz (en la que tambi¨¦n participan Judi Dench por Iris y Rene¨¦ Zellweger por El diario de Bridget Jones) parece estrecharse, la del mejor actor se complica seg¨²n pasan los d¨ªas. Las apuestas estaban claramente inclinadas a favor de Russell Crowe por Una mente maravillosa, pero el australiano podr¨ªa verse perjudicado por la pol¨¦mica sobre si el filme oculta al p¨²blico los aspectos menos 'comerciales' de la vida del matem¨¢tico John Forbes Nash. Su m¨¢s firme rival parece ser Denzel Washington por Training day, aunque Sean Penn (Yo soy Sam) mantiene aspiraciones. Peor lo tienen, seg¨²n las quinielas, Tom Wilkinson, marido de Sissy Spacek en En la habitaci¨®n, y Will Smith, cuyo trabajo en Ali ha sido muy ensalzado pero carga el lastre del mediocre recorrido comercial del filme.
Un rey sin heredero
Robert Redford y Sidney Poitier han sido dos estrellas at¨ªpicas. Han sido, sobre todo, dos estrellas comprometidas con su tiempo. Ambos recibir¨¢n esta noche un Oscar honor¨ªfico. Poitier carga con el honor de haber sido el primer actor negro que triunf¨® sobre las barreras sociales que todav¨ªa hoy se respiran en Hollywood. En 1967, dirigido por Stanley Kramer, el actor romp¨ªa el tab¨² y se llevaba del brazo a la chica blanca de la pel¨ªcula. Adivina qui¨¦n viene esta noche encumbraba a este actor que naci¨® en 1927 en el seno de una familia que casi no ten¨ªa ni para comer. Muy distinta fue la sana alimentaci¨®n que recibi¨® desde ni?o el otro homenajeado de esta noche. El gal¨¢n rubio por excelencia de Hollywood, Robert Redford, naci¨® en Santa M¨®nica en 1937. Fue un mal estudiante que prefer¨ªa el bar de la universidad a la biblioteca, viaj¨® a Europa para conocer mundo y para pintar, y luego volvi¨® a su pa¨ªs vagamente decidido a ser actor. Tom Ford, el gur¨² de la casa Gucci, asegura que una de sus referencias del glamour es una fotograf¨ªa de los a?os setenta en la que se ve a Robert Redford bajando de un taxi. Por aquel entonces, Redford ya era toda una estrella. Tal como ¨¦ramos, la pel¨ªcula que interpret¨® junto a Barbra Streisand, impuso su estilo de estrella diferente, de hombre fuera de las convenciones de Hollywood. En el Oscar que hoy le entregar¨¢n hay una inscripci¨®n en la que dice: 'Robert Redford, actor, director, productor, fundador de Sundance, inspiraci¨®n de los realizadores independientes e innovadores de todo el mundo'. Redford lo ha tenido todo: belleza, inteligencia, independencia y mucho talento. Se permiti¨® en los peores a?os de las relaciones con Cuba viajar en su avi¨®n privado a la isla para hablar de cine. No le importaron las cr¨ªticas. Padre de cuatro hijos (uno de ellos muerto), hoy es un abuelo que gan¨® un Oscar al mejor actor por El golpe y otro al mejor director por su deb¨² detr¨¢s de la c¨¢mara: Gente corriente. El Festival de Sundance ha sido la culminaci¨®n de la carrera de un cineasta excepcional. Un rey de Hollywood que, como tantos otros, no tiene heredero.
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