El Juli sale con una oreja de su encierro con seis toros en Las Ventas

El gesto de el Juli de encerrarse con seis toros en la Corrida de la Prensa, fuera del abono y a beneficio de otras tantas ONG, cuando se daba por hecho que iba a estar ausente de la Feria de San Isidro tras su episodio con Victorino Mart¨ªn, al negarse ¨¦ste a que lidiara sus toros, no se resolvi¨® en triunfo grande, pero fue muy convincente.

Naturalmente que hubo lagunas a lo largo de su actuaci¨®n, mas en todo momento se mostr¨® muy resuelto y capaz, por encima de las circunstancias, es decir, cumpli¨® de sobra en base a los toros que tuvo enfrente.

Quiz¨¢s le falt¨® fibra en los primeros toros, con los que, aun sin entrar en profundidades, estuvo correcto. De hecho no tom¨® "los palos" ni en el primero ni en el tercero. Tampoco brind¨® al p¨²blico hasta el cuarto. Detalles de conservadurismo que sin ser muy notables fueron poniendo la tarde poco a poco cuesta arriba.

Y en contraste una evidente y constante preocupaci¨®n de mostrar variedad con el capote, en cinco toros (en el sexto invit¨® a los sobresalientes) y con quites de todas las marcas, enti¨¦ndase, a la ver¨®nica, por navarras invertidas, caleserinas combinadas con talaveranas, chicuelinas, navarras y lopecinas. La torer¨ªa de poner en suerte a una mano al toro cuarto, con el que tambi¨¦n se luci¨® en un galleo de frente y por detr¨¢s.

Mejor la muleta que el capote

Destacadas intervenciones con el capote, aunque la mayor¨ªa de las veces no tuvieron la misma contundencia en la muleta. Tambi¨¦n a resaltar, las estocadas: excepto en el cuarto y sexto, en ambos con un pinchazo previo, los otros cuatro rodaron a la primera.

Sin duda que la faena de la tarde fue al quinto, naturalmente el toro que m¨¢s aport¨® por su bravura y nobleza, por su buena clase y "transmisi¨®n", pronto, humillado y largo de recorrido. Pero hubo tambi¨¦n una circunstancia que podr¨ªa considerarse clave para el triunfo en este toro, que fue la rabieta del torero al descararse con el tendido cr¨ªtico de la plaza, "el siete", cuando le censuraron la colocaci¨®n, descruzado y haciendo "la uve" con el pico de la muleta. Al Juli le sali¨® entonces toda la casta en el toreo al natural.

Magn¨ªfica reacci¨®n de parte del hombre, con el toro repitiendo incansablemente. Se sucedieron los pases en series largas, perfectamente hilvanadas, por abajo y estrech¨¢ndose cada vez m¨¢s el c¨ªrculo entre toro y torero. Fue un pasaje de verdadero frenes¨ª.

Las palmas echaban humo y los protestones tuvieron que callar. Le hubieran dado el doble trofeo si no es por la estrategia del presidente, que aguant¨® mucho el pa?uelo para dar la primera y ¨²nica oreja, llevando la petici¨®n al l¨ªmite con el p¨²blico muy cansado. Pudo haber redondeado en el sexto, al que tambi¨¦n banderille¨®, y con el que hizo faena larga y a menos por las condiciones del animal.