Fallece a los 87 a?os el escritor paraguayo Augusto Roa Bastos
Considerado uno de los grandes de la literatura latinoamericana, recibi¨® el Premio Cervantes en 1989
El escritor paraguayo Augusto Roa Bastos, que iba a cumplir 88 a?os en junio, ha fallecido hoy de muerte s¨²bita en Asunci¨®n, seg¨²n han informado fuentes m¨¦dicas. El autor acababa de ser intervenido tras sufrir una ca¨ªda accidental en su casa y golpearse en la cabeza, lo que le provoc¨® un co¨¢gulo; llevaba ingresado desde el viernes en el sanatorio Santa Clara de la capital paraguaya.
Seg¨²n ha informado su m¨¦dico personal, Alejandro Maciel, el escritor muri¨® a las 20.20 —hora peninsular espa?ola— en el sanatorio Santa Clara de la capital paraguaya. "Se present¨® un episodio de bradicardia e inmediato paro card¨ªaco
que no respondi¨® en ning¨²n momento a las maniobras de reanimaci¨®n cardiopulmonar", ha informado el doctor. "Hasta la una y pico estuvimos ah¨ª y estaba bien, ¨¦l ten¨ªa el coraz¨®n ya mal. No pudieron hacer nada", ha a?adido su hijo, Carlos Roa Mascheroni, que hab¨ªa llegado de Venezuela, donde reside, para acompa?ar a su padre durante su convalecencia.
Considerado uno de los grandes narradores latinoamericanos del siglo XX, Roa Bastos recibi¨® el Premio Cervantes, el m¨¢ximo galard¨®n en las letras espa?olas, en 1989. M¨¢s de veinte t¨ªtulos, entre novelas, cuentos, obras de teatro y poes¨ªa, componen su obra, que ha sido traducida a 25 idiomas. Entre sus novelas m¨¢s celebradas destaca Yo, el Supremo e Hijo del hombre (que recrea la historia de su pa¨ªs desde su independencia, en 1811, hasta la muerte del dictador Gaspar Rodr¨ªguez de Francia, el Supremo, en 1840).
Roa Bastos naci¨® en 1917 en Asunci¨®n; con 30 a?os decidi¨® exiliarse de Paraguay, a donde no regresar¨ªa hasta 1996, casi medio siglo despu¨¦s. Durante la mayor parte de ese tiempo, su pa¨ªs vivi¨® aplastado por la dictadura militar de
Alfredo Stroessner (1954-1989). Su infancia transcurri¨® en un pueblito llamado Iturbe del Manora y habitado en su mayor¨ªa por mestizos guaran¨ªes (¨¦l era hijo de una familia con sangre india y portuguesa). Con 10 a?os se traslad¨® a la capital a estudiar, y se aloj¨® en casa de su t¨ªo, obispo, del que fue secretario y monaguillo. En 1933, con 16 a?os, empez¨® a trabajar como administrativo de banca, al tiempo que colaboraba en prensa, una actividad que no abandon¨® mientras estudiaba Derecho y Econom¨ªa y que le llev¨® a trasladarse a Londres durante la II Guerra Mundial como corresponsal del diario El Pa¨ªs. Fruto de esa experiencia es su libro de cr¨®nicas y entrevistas La Inglaterra que yo viv¨ª (1946).
A su regreso, y decepcionado por el ambiente pol¨ªtico en Paraguay tras la asonada de Natalicio Gonz¨¢lez (que dict¨® contra ¨¦l una orden de busca y captura por su trabajo como periodista), decidi¨® exiliarse en Buenos Aires. Desde ese a?o, 1947, s¨®lo volver¨ªa de forma espor¨¢dica a su pa¨ªs (1966 y 1982). En Argentina trabaj¨® como mozo de hotel, limpiador de cristales, traductor de canciones y guionista accidental, hasta que entr¨® en la Universidad de La Plata como profesor de literatura. En 1976 se ir¨ªa a vivir a la ciudad francesa de Toulouse, en cuya universidad imparti¨® clases de literatura hispanoamericana y guaran¨ª. Nueve a?os despu¨¦s obtuvo la nacionalidad francesa. En 1983 el Gobierno espa?ol le otorg¨® la espa?ola.
En febrero de 1989, derrocado Stroessner, se le entreg¨® el pasaporte de su pa¨ªs; ese mismo a?o recibi¨® el Cervantes, cuyo importe en met¨¢lico don¨® al Congreso de Paraguay para el proyecto Fundalibro Cervantes. Siete a?os despu¨¦s, en 1996, regres¨® a su pa¨ªs. Milit¨® entonces en el Partido Encuentro Nacional para apoyar la consolidaci¨®n democr¨¢tica de su pa¨ªs, pero lo abandon¨® en 2000. El pasado 23 de marzo, su hija Mirta Roa Mascheroni denunci¨® que la empleada dom¨¦stica del escritor, Cesarina Caba?as, le drogaba y maltrataba, y le hab¨ªa robado 26.000 d¨®lares.
Babelia
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