Muleta proconstitucional
La fotograf¨ªa de un esp¨®ntaneo en una corrida presidida por los Reyes en 1981 ya tiene nombre, el de su protagonista, Antonio Olmos
Hac¨ªa apenas cuatro meses que Tejero hab¨ªa intentado un golpe de Estado cuando Antonio Olmos, con 34 a?os, fue inmortalizado en Las Ventas en la corrida de la Beneficencia el 11 de junio de 1981. Sobre la arena torea el antiguo novillero con un Viva la Constituci¨®n estampado en la muleta.
Toda una declaraci¨®n de principios en una situaci¨®n pol¨ªtica delicada y en una lidia que presid¨ªan los Reyes de Espa?a. El Chocolate, como se le conoc¨ªa por su tez oscura desde que se decidi¨® a aprender el arte del toreo que hubo de abandonar prematuramente por "malas y abundantes cornadas", ya trabajaba en la Generalitat Valenciana cuando salt¨® al ruedo como espont¨¢neo.
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"Lo ten¨ªa todo preparado", explica, "me fui a Madrid con un amigo, estuve en una corrida previa estudiando por d¨®nde saltar y calculando el momento exacto". Y como la ocasi¨®n la pintan calva, Antonio Olmos, "la muleta oculta en la pierna para que no sospechasen mis intenciones", se lanz¨® a la arena cuando el segundo astado acababa de ser devuelto a los corrales. "En el arte de la lidia, cuando sucede esto, el toro no tiene due?o y no se le falta al diestro que iba a torearlo".
Viva la Constituci¨®n rezaba el mensaje que hab¨ªa escrito con cinta adhesiva en el haz de la tela roja. Nobel Paz para el Rey se pod¨ªa leer cuando, al girar, Antonio dejaba a la vista el env¨¦s de la muleta. "Y en una esquinita, llevaba tambi¨¦n el pu?o y la rosa del Partido Socialista, del que era militante desde el principio", cuenta el espont¨¢neo.
As¨ª se le pudo ver de nuevo, encorbatado y diestro, con la muleta panfletaria en la mano y el negro toro mir¨¢ndole a la cara en el primer tomo de la colecci¨®n de La mirada del tiempo que EL PAIS regal¨® a sus lectores el 12 de febrero.
"Ole, ole y ole", reverberan los recuerdos de Antonio, novillero. Y no deb¨ªa o¨ªrse otra cosa desde las andanadas hasta la barrera: "El ole m¨¢s grande, jurar¨ªa que fue cuando mostr¨¦ la muleta con el viva la Constituci¨®n y recuerdo que los Reyes sonre¨ªan". De sus palabras se desprende emoci¨®n, coraje, nostalgia. Antonio guarda a¨²n la muleta que, tras la faena, le fue confiscada y una alegr¨ªa, las palabras que el c¨¦lebre cr¨ªtico taurino de EL PA?S Joaqu¨ªn Vidal le dedic¨® el d¨ªa siguiente en su columna: "(...) Olmos se fue al toro que no era suyo (ni de nadie ya, lo hab¨ªan devuelto) y, con el bien aprendido oficio taurino que s¨ª era suyo, dio unos muletazos, en medio del asombro general, primero, y del general regocijo, despu¨¦s; que la plaza acept¨® el bravo manifiesto con mucha complacencia, y los Reyes re¨ªan, y el presidente de la Diputaci¨®n, que les acompa?aba (y es del PSOE, precisamente), estaba tan orondo que no cab¨ªa en el traje".
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