La cojera de Quevedo le ha delatado

Un f¨¦mur doblado, hallado entre los restos atribuidos a Francisco de Quevedo y Villegas, en una cripta de Villanueva de los Infantes (Ciudad Real), es una de las pruebas que confirman que los huesos pertenecen al poeta del siglo de Oro. La curvatura del largo hueso del muslo derecho demuestra que el fallecido era cojo, tal y como le suced¨ªa a Quevedo, seg¨²n las pruebas documentales y literarias.

La cojera del escritor, comprobada a trav¨¦s de informes t¨¦cnicos y de la literatura, ha sido "determinante" para atribuirle las diez piezas halladas, seg¨²n ha se?alado este lunes Jos¨¦ Antonio S¨¢nchez, director de la investigaci¨®n encargada de garantizar la autenticidad de los restos.

El f¨¦mur derecho est¨¢ "visiblemente doblado", lo que "explicar¨ªa" la cojera atribuida al escritor, seg¨²n el director de la investigaci¨®n. Tambi¨¦n el f¨¦mur izquierdo "estaba algo doblado para corregir esa patolog¨ªa".

El director de la investigaci¨®n de la Escuela de Medicina Legal ha confirm¨® que las diez piezas, halladas en la cripta de Santo Tom¨¢s de la parroquia de San Andr¨¦s Ap¨®stol, son una clav¨ªcula, un h¨²mero, varias v¨¦rtebras y los dos f¨¦mures.

Todos estos restos correspond¨ªan a una persona que, como Quevedo, med¨ªa 165 cent¨ªmetros y ten¨ªa una edad que rondaba los 65 a?os cuando falleci¨®, seg¨²n el an¨¢lisis atropol¨®gico-forense. Los huesos se separaron "pormenorizadamente" de los restos de los otros 167 individuos que tambi¨¦n fueron enterrados en la cripta.

La investigaci¨®n ha sido "exhaustiva hasta donde se ha podido llegar", se?ala S¨¢nchez. Han aparecido restos de animales, infantiles y de adultos fallecidos a los 40 a?os, la edad media de defunci¨®n en la ¨¦poca. Pero se han hallado muy pocos huesos de personas de edades avanzadas, como los del poeta. Y adem¨¢s los restos presentan la patolog¨ªa que sufr¨ªa Quevedo y coinciden con su altura, seg¨²n el investigador.

No hay garant¨ªas al 100%

El director de la investigaci¨®n se muestra prudente y advierte de que, a pesar de las coincidencias, no se puede garantizar al 100% que los restos sean verdaderamente los del poeta. El esqueleto completo estaba muy deteriorado y no se ha podido rescatar; del cr¨¢neo, por ejemplo, no queda nada, seg¨²n ha se?alado S¨¢nchez.

Tampoco se ha podido aplicar la t¨¦cnica del ADN a los restos ¨®seos, porque es necesaria una muestra para cotejar y no hay descendientes de los que obtenerla, ha explicado S¨¢nchez. Y adem¨¢s, para efectuar la prueba del ADN habr¨ªa sido necesario destruir parte de los restos. Aun as¨ª, las conclusiones de la investigaci¨®n han sido ratificadas por un informe de la Real Academia de Medicina.