El diario de Trapiello, parte 15?
El novelista publica la nueva entrega de su extensa obra memorial¨ªstica.-"Son el reflejo de la sociedad de una ¨¦poca", se?ala
El novelista y ensayista leon¨¦s Andr¨¦s Trapiello acaba de publicar La man¨ªa (Pre-Textos), el decimoquinto eslab¨®n de sus diarios, iniciados en 1990 con el sobrenombre gen¨¦rico de Sal¨®n de Pasos Perdidos y que mientras tenga fuerzas continuar¨¢ "porque no es un proyecto cerrado", ha dicho hoy.
"No se si son novelas o diarios, bac¨ªas o yelmos. Yo los veo como mimbres de la realidad cotidiana. Son libros sobre la realidad contempor¨¢nea espa?ola, el reflejo de la sociedad de una ¨¦poca", ha explicado el autor, en una entrevista telef¨®nica, sobre una serie que en su d¨ªa present¨® con el subt¨ªtulo de "Una novela en marcha".
Desde El gato encerrado (1990) hasta La man¨ªa (2008), Trapiello ha entregado casi puntualmente un t¨ªtulo al a?o de su Sal¨®n de Pasos Perdidos, que ha definido como "una especie de capricho" y considerado como "el mayor fracaso literario" de una obra, la suya, entregada pr¨¢cticamente por igual a la poes¨ªa, a la narraci¨®n y al ensayo hasta sumar cerca de medio centenar de libros.
"Su mayor don es la invisibilidad, su car¨¢cter marginal, por eso perviven: gozan de una m¨ªnima repercusi¨®n en la vida literaria espa?ola, los colegas no los hacen demasiado caso y los cr¨ªticos los dan la espalda", ha a?adido sobre los diarios, cerca de mil p¨¢ginas en cada entrega con reflexiones y comentarios suscitados a partir de peque?os sucedidos en la vida cotidiana y p¨²blica del escritor.
Para Trapiello (Manzaneda de Tor¨ªo -Le¨®n-, 1953), autor de una obra que ha sido galardonada entre otros con el Premio de la Cr¨ªtica en Poes¨ªa por Acaso una verdad (1993) y el Nadal por Los amigos del crimen perfecto (2003), si alg¨²n d¨ªa se les hace caso a pesar de su "insignificancia social y literaria", ser¨¢ por su condici¨®n de "anormalidad".
En cualquier caso, ha advertido de que seguir¨¢ escribi¨¦ndolos "mientras tenga fuerza y aliento si, como hemos dicho, son apuntes que tienen el inter¨¦s y el reflejo de la vida. No es un proyecto cerrado, ni mucho menos".
Se ha referido tambi¨¦n Trapiello al "lastre" que supone la escritura al a?o de un libro de esas caracter¨ªsticas, a partir de momentos vividos y compatibiliz¨¢ndolos con su creaci¨®n po¨¦tica y una faceta de ensayista en la que ha sido pionero a la hora de aunar literatura y memoria hist¨®rica con t¨ªtulos como Las armas y las letras. Literatura y Guerra Civil (1994).
"En cierto modo es algo que me alegra porque deber¨ªa redundar en beneficio m¨ªo y demuestra que yo no estaba tan equivocado", ha se?alado a este respecto quien tambi¨¦n ha editado a escritores casi olvidados como Eugenio Noel (1885-1936), Rafael S¨¢nchez-Mazas (1894-1966), Leopoldo Panero (1909-1962) y Jose Guti¨¦rrez Solana (1886-1946), ¨¦ste m¨¢s afamado por su faceta pict¨®rica.
Pr¨¢cticamente desconocidos y en algunos casos "despreciados", a todos estos "actores menores" de las letras espa?olas ha pretendido situar en su "justo precio" dentro de una especie de "justicia distributiva" plasmada en forma de ensayos o a trav¨¦s de las ediciones de los libros menos divulgados de esos autores.
A todo ello a?ade Trapiello su vertiente de tip¨®grafo y de bibli¨®filo apasionado que le ocupa casi todo su tiempo, pese a lo cual no se considera "un escritor disciplinado", ya que "el d¨ªa da para mucho y no hago vida de caf¨¦ o de tertulia".
En el pr¨®logo de La man¨ªa, el escritor afincado en Madrid desde 1975 explica que en sus diarios utiliza la iron¨ªa porque "es el lenguaje de los melanc¨®licos", como as¨ª se define a la vez que una persona "marginal" en la acepci¨®n de quien de forma premeditada se sit¨²a en un plano secundario, fuera del "mundillo acad¨¦mico" y medi¨¢tico.
Sean novelas o fueren diarios, la serie de Sal¨®n de Pasos Perdidos es "una forma de luchar contra la muerte, de crear vida propia, de restituir a la vida un poco de los mucho que me ha procurado", ha concluido.
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