Elbicho disfruta y contagia su virtuosismo en Madrid

Elbicho pueden ser lo que quieran. En un festival, en una sala peque?a, o en un teatro con mayor juego de luces y proyecciones de im¨¢genes detr¨¢s. Anoche lo demostraron en Madrid, en su segunda cita con el p¨²blico de la capital de esta semana. Si bien ellos se reconocen en la improvisaci¨®n, lo de anoche son¨® a todo menos improvisado. Los de Miguel Campello demostraron que sobre todo son buenos m¨²sicos y les gusta jugar con sus canciones, y ofrecieron a un p¨²blico que de tan entregado por momentos parec¨ªa m¨¢s en Cr¨®nicas marcianas que en un concierto, versiones de sus canciones que pasaban de un flamenco m¨¢s marcado por las palmas y el caj¨®n a un swing de Nueva Orleans, a ritmo cercanos al jazz latino, o al rock m¨¢s setentero, o incluso a muchos de estos dentro del mismo tema.

La cosa comenz¨® calentita. La intro del actor Enrique Mart¨ªnez, de cantos arm¨®nicos, rodeado por los m¨²sicos en actitud de meditaci¨®n, no fue del todo bienvenida por los asistentes. El p¨²blico no gritaba, aullaba. Ellos me lo hab¨ªan advertido en la entrevista previa al concierto: hay gente que s¨®lo quiere escuchar en los conciertos Mam¨¢ Dolores o De los malos. Conscientes de eso, despacharon los dos temas r¨¢pido. Miguel Campello, cantante, no necesitaba cantar. Ya lo hac¨ªa el p¨²blico por ¨¦l.

El auditorio, entregado, no estaba demasiado receptivo a la propuesta musical de sus ¨ªdolos. Lo que no deja de sorprender en un grupo que destaca por la fidelidad de un p¨²blico que le sigue por toda la geograf¨ªa espa?ola. Cada uno de los ocho integrantes de Elbicho tuvo su momento para demostrar que son grandes m¨²sicos durante el concierto, pero de una forma natural y a pesar de la audiencia, que no se tom¨® a bien el derroche. V¨ªctor Iniesta, guitarrista de la banda, tuvo que esperar varios minutos para poder interpretar un solo por los gritos del gallinero.

Menos baile y m¨¢s m¨²sica

La grada ped¨ªa m¨¢s presencia de Campello, que los tiene acostumbrado a sus bailes y acrobacias que acompa?an al cante sentido que le hacen ser una de las mejores voces del panorama actual. "?Qu¨¦ os gusta levantaros!" dijo Campello en un momento de exaltaci¨®n del p¨²blico. ?l prefiri¨® anoche dejar m¨¢s espacio a los m¨²sicos, que tomaron protagonismo y demostraron su saber hacer y lo bien que se lo pasan haci¨¦ndolo.

Hubo gui?os a los 70, como la l¨ªnea de bajo que condujo el tema que abre su ¨²ltimo disco, De vivir y que en un momento de la canci¨®n todos los m¨²sicos acompa?aron con unas palmas muy posadas. Hubo m¨¢s rock que flamenco, y la guitarra cedi¨® protagonismo al conjunto. Dos de los temas m¨¢s populares del grupo, Parque Triana y Ropa Tend¨ªa (las dos, curiosamente, con voces de Bebe en las versiones de disco) fueron la demostraci¨®n de lo que comentaba ayer Carlos Tato, bajista: "Lo que tocamos del disco no se parece mucho a como est¨¢ grabado". La primera, como unos tangos m¨¢s marcados, m¨¢s suaves. La segunda pas¨® de reggae a swing.

El broche flamenco, que no pod¨ªa faltar, lo pusieron por buler¨ªas, con pata¨ªta del bater¨ªa, Antonio Mangas, incluida.