Cuando la paleta del pintor inspira al director de cine
'La ronda de noche', de Peter Greenaway, es la ¨²ltima entrega de la fruct¨ªfera relaci¨®n art¨ªstica entre la pintura y el cine
Reconstruir pinceladas con una c¨¢mara es todo un ¨¦xtasis cinematogr¨¢fico seg¨²n Peter Greenaway, que ahora ha desglosado el cuadro de Rembrandt La ronda de noche en una pel¨ªcula del mismo nombre, una operaci¨®n similar a la que ya hicieron directores como Alfred Hitchcock y Stanley Kubrick.
La cinta de Peter Greenaway, que se estrena ma?ana en Espa?a, tiene en el trabajo de iluminaci¨®n su mayor virtud y con ¨¦l recrea con una fidelidad sorprendente las cualidades pict¨®ricas del pintor holand¨¦s, caracterizado por los tonos terrosos y los contrastes creados por una luz c¨¢lida.
El director de Prospero's Book (1991), que asegura que el s¨¦ptimo arte se inici¨® con la pintura y que ¨¦l ha iniciado la v¨ªa del cine definitivo, no es, en cambio, el primero en realizar un proyecto de estas caracter¨ªsticas, sino que la pintura siempre ha influido enormemente en la percepci¨®n visual de algunos de los mayores maestros del cine.
Alfred Hitchcock, que hab¨ªa estudiado Bellas Artes en su Inglaterra natal, aplic¨® sus conocimientos en pintura para crear escenas que han pasado para siempre a la posteridad.
Desde la colaboraci¨®n con Salvador Dal¨ª en la secuencia on¨ªrica de Recuerda (1945), la primera pel¨ªcula que explor¨® el fil¨®n cinematogr¨¢fico del psicoan¨¢lisis, hasta la continua composici¨®n pict¨®rica de su t¨ªtulo m¨¢s personal, V¨¦rtigo (1958), con influencias de maestros del lienzo como Turner o Friedrich.
Adem¨¢s, para crear el ambiente de desolaci¨®n y terror en Psicosis (1960), Hitchcock levant¨® la famosa mansi¨®n de la familia Bates bas¨¢ndose en un cuadro del pintor realista Edward Hopper -inspiraci¨®n tambi¨¦n para Wim Wenders en Paris Texas (1984)- y a su obra recurri¨® Anthony Perkins para captar el sentimiento de soledad y de fragilidad psic¨®tica de su legendario protagonista.
Kubrick y 'Barry Lyndon'
Todas esas referencias quedaron en el cine del mago del suspense escondidas bajo un endiablado engranaje de entretenimiento, algo que, en el caso de Stanley Kubrick y su pel¨ªcula Barry Lyndon, pasaron a ser, pr¨¢cticamente, el motor principal de la pel¨ªcula.
Con una duraci¨®n de dos horas y media, el minucioso realizador no dej¨® en manos del azar ninguno de los planos de la que fue su pel¨ªcula m¨¢s ambiciosa. Basada en la novela de William Makepeace Thackeray, Kubrick utiliz¨® en ella el zoom para crear el efecto bidimensional del lienzo y puso en marcha un suntuoso despliegue t¨¦cnico en busca de la aproximaci¨®n m¨¢s rigurosa a la pintura del siglo XVII, XVIII y XIX.
As¨ª, Ryan O'Neal y Marisa Berenson se vieron envueltos en un vestuario como salido de los cuadros del pintor rococ¨® franc¨¦s Jean-Honor¨¦ Fragonard (1732-1806), atravesaban unas campi?as como pintadas por el paisajista brit¨¢nico John Constable (1776-1837) y rodaron unas tomas interiores s¨®lo con la iluminaci¨®n de unas velas, al estilo de los lienzos de Georges de La Tour (1593-1652).
Su precisi¨®n s¨®lo volvi¨® a verse de nuevo en 2003 en La joven de la perla, un ¨¦xito de cr¨ªtica y p¨²blico que resucit¨® en celuloide la luz h¨²meda de Amsterdam de la que hab¨ªa sido maestro Vermeer, presente en las tonalidades, el movimiento y la profundidad de cada fotograma de esta pel¨ªcula, dirigida por Peter Webber y con una deslumbrante fotograf¨ªa de Eduardo Serra.
Adaptaci¨®n biogr¨¢fica m¨¢s expl¨ªcita fue Frida (2002), de Julie Taymor, sobre la vida de la mexicana Frida Kahlo, que tambi¨¦n tuvo una excelente labor para resaltar los colores vivos en medio de su tr¨¢gica existencia, as¨ª como, muchos a?os antes, un cl¨¢sico del cine como "El loco de pelo rojo" (1956).
En esta pel¨ªcula, dirigida por Vicente Minnelli y con una intensa interpretaci¨®n de Kirk Douglas como el post-impresionista holand¨¦s Vincent Van Gogh, se reprodujo con sorprendente fidelidad la sensaci¨®n de convulsi¨®n que transmiten sus pinceladas nerviosas y sinuosas, especialmente en los ¨²ltimos paisajes que el pintor capt¨® en el pueblo franc¨¦s de Arles.
En Muerte en Venecia (1971), la adaptaci¨®n que hizo Luchino Visconti de la novela de Thomas Mann, se explor¨® la concepci¨®n esteta que marca al protagonista a trav¨¦s de una exquisita puesta en escena y tambi¨¦n de una reproducci¨®n impresionista, al estilo que hab¨ªa plasmado en sus cuadros Claude Monet, de la vaporosa ciudad de los canales.
Una vocaci¨®n similar ten¨ªa la adaptaci¨®n de las aventuras del personaje de Arturo P¨¦rez Reverte Alatriste, en la que el director, Agust¨ªn D¨ªaz Yanes, ambient¨® el Siglo de Oro espa?ol bas¨¢ndose en las im¨¢genes y los ¨¢ngulos de luz de Vel¨¢zquez, reprodciendo casi exactamente su cuadro de La rendici¨®n de Breda.
Finalmente, de uno y otro campo, Julian Schnabel ha puesto en pr¨¢ctica la integraci¨®n total de ambas disciplinas en t¨ªtulos como Basquiat (1996), biograf¨ªa del pintor del mismo nombre, y, recientemente, en La escafandra y la mariposa (2007), donde reproduc¨ªa los recuerdos del imposibilitado protagonista en forma de videoarte.
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