Vetado un libro sobre Tint¨ªn por "pervertir" al personaje
Los herederos de Herg¨¦ censuran un texto en el que el reportero se inicia en el sexo y trabaja de 'paparazzo'
Tint¨ªn ya no es un chaval. Ha cumplido treinta a?azos, por fin ha iniciado sus primeros escarceos sexuales y todo su mundo ha dado un vuelco vertiginoso. El capit¨¢n Haddock ha ca¨ªdo definitivamente en el alcoholismo, el profesor Tornasol ha sido internado en un psiqui¨¢trico y Mil¨², su inseparable foxterrier blanco, ha muerto. Por si fuera poco, ha tenido que recuperar su profesi¨®n de reportero para hacer de paparazzo. Este Tint¨ªn maduro y desenga?ado es el que recorre las p¨¢ginas de Tint¨ªn y el loto rosa (Edicions de Ponent), un libro de ensayos del guionista Antonio Altarriba (Zaragoza, 1952), que ha indignado a los herederos de Georges Remi, Herg¨¦ (1907-1983), quien cre¨® el personaje en 1929. Consideran que el relato ha "pervertido la esencia del personaje" y ya han obligado a la editorial a no reeditarlo.
El volumen Tint¨ªn y el loto rosa no es un ¨¢lbum de historietas sino un libro de ensayos sobre el personaje, que se public¨® el a?o pasado como un homenaje a Herg¨¦, coincidiendo con el centenario de su nacimiento. Re¨²ne cinco disertaciones en las que se analiza a fondo el personaje, desde su historia a los recursos narrativos de sus aventuras (ilustrados por Ricard Castells y Hern¨¢ndez Landaz¨¢bal), y se cierra con un relato en el que Altarriba imagina la vida de Tint¨ªn doce a?os despu¨¦s de la muerte de su autor. "Se ha hecho mayor y es esc¨¦ptico respecto a su existencia", se?ala Altarriba en conversaci¨®n telef¨®nica desde Vitoria. "Es un Tint¨ªn m¨¢s maduro, actual y moderno. Ha crecido y ha mantenido relaciones sexuales", a?ade el autor, catedr¨¢tico de Literatura francesa en la Universidad del Pa¨ªs Vasco. De este modo, el guionista ha pretendido abordar dos cuestiones que siempre han merodeado al aventurero del flequillo rampante: "La ausencia del paso del tiempo -Tint¨ªn siempre es adolescente- y la abolici¨®n de la presencia femenina -en sus peripecias nunca hay mujeres, excepto la Castafiore-", indica.
Obligados a no reeditar el libro
El Tint¨ªn de Altarriba coquetea con su ingreso en el club de los perdedores. "Ya no es el h¨¦roe luminoso y solar de su juventud. Es crepuscular, ha sufrido derrotas y ve que las cosas son dif¨ªciles", subraya el ensayista. "Es como si hubiera aterrizado en una realidad m¨¢s dura en la que no triunfan los ideales de su juventud sino el dinero". Esta revisi¨®n en clave adulta no ha gustado nada en Moulinsart, la sociedad que re¨²ne a los herederos de Herg¨¦. Sus abogados contactaron el pasado febrero con Edicions de Ponent e intentaron frenar la distribuci¨®n del volumen, que hab¨ªa salido con una tirada inicial de unos 1.500 ejemplares. Quer¨ªan que la cadena de librer¨ªas FNAC dejara de venderlo. La editorial consigui¨® impedirlo pero el pasado mayo los herederos volvieron a insistir en que, aunque no hab¨ªa "delito", el libro supon¨ªa una "perversi¨®n" del personaje. Finalmente, los abogados de ambas partes firmaron un acuerdo por el que la editorial se compromete a no editar el volumen.
Altarriba lamenta que el estricto control de los herederos limite que cualquier autor pueda reversionar el personaje. La medida de Moulinsart plantea un debate importante, se?ala el guionista, porque se sit¨²a en el l¨ªmite entre "el ejercicio de un derecho leg¨ªtimo de propiedad intelectual y la censura a la hora de marcar lo que se puede o no decir sobre un personaje".
Tint¨ªn, en los tribunales
Los herederos de Tint¨ªn suelen litigar con ¨¦xito en los tribunales. Las aventuras del reportero belga, sin embargo, tambi¨¦n han sido objeto de demandas legales. El fiscal general de B¨¦lgica abri¨® el a?o pasado una investigaci¨®n sobre los ¨¢lbumes del aventurero. Uno de sus viajes al ?frica negra fue acusado de racista por un estudiante congole?o. Bienvenu Mbutu Mondondo inici¨® acciones legales tras sostener que el controvertido ¨¢lbum Tint¨ªn en el Congo, publicado en 1931 y ambientado en un la por entonces colonia belga, supon¨ªa un "insulto para todos los congole?os".
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