Serrat, "?qu¨¦ bello eres!"
Miami, cubanos incluidos, se entrega al cantautor catal¨¢n en su versi¨®n m¨¢s ¨ªntima
"?Qu¨¦ bello eres!" le grit¨® una mujer en medio del concierto. A sus casi 65 a?os Joan Manuel Serrat acababa de cantar Se?ora, y en uno de sus muchos gui?os con m¨¢s o menos iron¨ªa dec¨ªa en ese momento que hab¨ªa recuperado esa canci¨®n guardada hace tiempo en el ba¨²l de los recuerdos porque ya no se sent¨ªa el protagonista. Pero que ahora ya le daba igual. A esas alturas de la noche en Miami ese era el resumen del regreso a Florida del cantautor cuatro a?os despu¨¦s de hacerlo como Serrat sinf¨®nico en 2004. Ning¨²n reproche ni referencia pol¨ªtica, ya fuera cubana o de la a¨²n caliente elecci¨®n presidencial estadounidense, y s¨ª mucha complicidad en los mensajes de sus canciones con m¨¢s calado social, que intercal¨® h¨¢bilmente entre las m¨ªticas de su repertorio.
Serrat lleg¨® de dar dos recitales en Puerto Rico y Nueva York tras pasar todo el mes de octubre en M¨¦xico. All¨ª empez¨®, tras dejar el vuelo compartido con Joaqu¨ªn Sabina, una nueva etapa solo con su guitarra y el maestro Ricard Miralles al piano, el 100 x 100 Serrat, que ahora se encaminar¨¢ a su querido y existente Sur hasta diciembre.
Una estruendosa ovaci¨®n, con el p¨²blico de pie, le recibi¨® en el James L. Knight Center dentro del Centro de Convenciones del downtown, recinto multiusos un tanto diferente a cualquier teatro Alb¨¦niz y donde, curiosamente, acababan de terminar sus reuniones sobre temas de plena actualidad desde una Asociaci¨®n de Bancarrotas a una Conferencia de Raza, Etnia y Situaci¨®n.
En vaqueros y con una camisa caribe?a , hizo subir la emoci¨®n nada m¨¢s empezar con Cantares. Obligada apertura de camino en su gui¨®n para desgracia de quienes a¨²n siguen en el exilio cubano cavernario y le califican, por ejemplo, de "marxista-republicano espa?ol, antifranquista, que le puso m¨²sica a los poemas del poeta comunista espa?ol Antonio Machado, y es un apologista de la Revoluci¨®n comunista de Cuba" . Nada menos. Pero fue un espejismo. S¨®lo hab¨ªa p¨²blico de muchos or¨ªgenes entregado a su m¨²sica y a sus palabras, a las canciones que han sido referencia no s¨®lo para generaciones en Espa?a, sino tambi¨¦n de toda Am¨¦rica.
Serrat recurri¨® al primero de los proverbios filos¨®ficos que tanto le gustan y que seguir¨ªa desgranando a lo largo del concierto para acabar de ganarse al respetable: "Nadie se ba?a dos veces en el mismo r¨ªo, porque nunca son las mismas las aguas que bajan ni tampoco es el mismo que en ellas se sumerge", dijo. "Y es cierto, pero a pesar de ello, quiz¨¢ por ello, es muy hermoso regresar al r¨ªo de vez en cuando a compartir con los amigos la noche, la m¨²sica y las cosas que la vida tenga a bien ofrecernos. Y es hermoso especialmente en lugares tan heterog¨¦neos donde se juntan gentes de distintos lugares, hermanos de Am¨¦rica". La ovaci¨®n fue de muchos m¨¢s decibelios cuando cit¨® a los cubanos, siempre mayor¨ªa, o cuando dijo: "Y, especialmente, los venezolanos".
Todo estaba de su lado. A partir de ah¨ª desde De vez en cuando la vida al inevitable Mediterr¨¢neo... ofreci¨® parte de la larga lista de sus joyas entra?ables, junto a las impactantes Benito o Disculpe el se?or, en las que hizo todo un montaje teatral con bromas, frases de doble sentido e iron¨ªa fina. Tras un primer amago de despedida con Para la libertad a¨²n cant¨® tres veces m¨¢s para terminar con Pen¨¦lope. Le faltaron muchas, la gente quer¨ªa m¨¢s. "Vivan cada d¨ªa como si fuera el ¨²ltimo. Alg¨²n d¨ªa acertar¨¢n", fue su ¨²ltima recomendaci¨®n. "?Qu¨¦ bueno eres!" contest¨® una chica. "?Te quiero!", clam¨® otra.
![Serrat durante el concierto ofrecido en Miami](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/BUIIU62QMR6CGGFMOZR27QA6EQ.jpg?auth=e85ddbda359205af800d05d86f99e66373dd0159f5833272b7fddf07a2690b00&width=414)
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