Manuel Borr¨¢s: "Nadie va a echar de menos a un desconocido"
El editor Pre-textos, galardonado en la Feria del Libro de Guadalajara
Una de las divisas de Manuel Borr¨¢s, el editor de Pre-textos que acaba de recibir aqu¨ª el premio al M¨¦rito Editorial, es ¨¦sta: "Nadie va a echar de menos a un desconocido". Por eso ha publicado a desconocidos a lo largo de 32 a?os. Pero esos desconocidos ya son conocidos, y algunos muy conocidos; autores suyos a los que no conoc¨ªa ni Dios, y que por eso fueron rechazados por las grandes editoriales, han sido luego repescados por los grandes grupos porque ¨¦l crey¨® en ellos.
Esa frase es un manifiesto a favor de la sorpresa, y es algo ins¨®lito en el sector editorial tal como ahora se convive con ¨¦l. Los grandes grupos e incluso las editoriales que no pertenecen a enormes consorcios han sido conducidos, por la crisis ahora y porque s¨ª siempre, a esperar la sorpresa de los consagrados, o de los que tienen aseguradas las ventas.
La Feria del Libro (y esta lo es tambi¨¦n, qu¨¦ duda cabe) es un emporio de vanidades y de grandes nombres, desde Carlos Fuentes, que es el gran nombre de este a?o en M¨¦xico y en la escritura de lengua espa?ola, por sus 80 a?os y por el 50? aniversario de La regi¨®n m¨¢s transparente, a Gabriel Garc¨ªa M¨¢rquez, a quien la gente se dirige como si una palabra suya bastara para sanar.
Yo he visto en los aleda?os de esta feria a gente llorando porque Gabo los mira; y a veces he visto a personas que le llevan un pedazo de papel para que les ponga un garabato. El fetichismo lo persigue, y ¨¦l a veces hace caso omiso pero a veces se presta. Mi compa?ero Goyo Rodr¨ªguez estuvo observando c¨®mo un chiquillo conduc¨ªa una cola para que Gabo firmara, a pesar de que el Nobel pon¨ªa impedimentos: "?Que quien trabaja hoy es Fuentes!" El chico, que no ten¨ªa m¨¢s de 10 a?os, le convenci¨® con un movimiento de la cabeza, y ya estuvo el Nobel firmando a su requerimiento durante un buen rato.
Literatura y rito
Pero eso no es la literatura, ese es el rito. Y editar literatura es el atrevimiento de dar a conocer, y de darse a conocer, y esto ahora est¨¢ m¨¢s chungo, y m¨¢s que lo va a estar. El otro d¨ªa cont¨¢bamos aqu¨ª lo que est¨¢ pasando en algunas editoriales de Estados Unidos: que est¨¢n cerrando las puertas a los manuscritos. Y cuando eso sucede a quienes se les cierran las puertas es a los nuevos, y a aquellos a los que no conoce ni Dios...
En esta feria hay muchos a los que antes no conoc¨ªa ni Dios, y, claro, un d¨ªa mandaron un manuscrito, etc¨¦tera. Esto es viejo como el pan, pero un d¨ªa ser¨¢ incluso excepcional que alguien env¨ªe un manuscrito, tenga un lector atento, y una editorial dispuesta a arriesgar lo que no tiene (para los nuevos) para dar a conocer a un perfecto desconocido...
Estuve recorriendo en la tarde de ayer algunas presentaciones de libros, que aqu¨ª son extra?as, es decir no son misas, como suele ocurrir en las presentaciones espa?olas, que un presentador oficia, un autor azorado responde y luego la gente se va a tomar un vino. Aqu¨ª se organiza un di¨¢logo entre los que est¨¢n all¨¢ arriba, y luego el p¨²blico, que es ¨¢vido, juvenil y exigente, pregunta hasta de donde no tiene.
As¨ª recorr¨ª la presentaci¨®n de Jorge Volpi (El jard¨ªn devastado), la de Eduardo Lago (Ll¨¢mame Brooklyn, premio Nadal 2006) y la de Antonio Orlando Rodr¨ªguez (Chiquita,, premio Alfaguara 2008), tres personajes que hace nada m¨¢s un rato eran unos desconocidos. De los tres, fueron Lago y Orlando los que explicaron c¨®mo se pasa del desconocimiento: con un temblor, el que da ser premiado, competir contra cientos de manuscritos que tienen el mismo aval que el tuyo, nada. Ser premiado es una v¨ªa, ellos la siguieron, y ahora son objetos del deseo editorial (propio y ajeno).
Pero, claro, no hay premios para todo el mundo. Y otros desconocidos estar¨¢n hoy empaquetando sus manuscritos con la ilusi¨®n (altamente vana) de abrir una puerta que ahora no cierra s¨®lo el capricho sino sobre todo el dinero. Por cierto, en todas esas presentaciones vi escritores atendiendo: Alberto Ruy S¨¢nchez, Wendy Guerra, Edmundo Paz Sold¨¢n, Santiago Roncagliolo, Elmer Mendoza..., y a otros presentando, Juan Villoro, Xavier Velasco... Y eso s¨ª que es raro para los est¨¢ndares espa?oles, porque en Espa?a ya no hay escritores que vayan a lo que hacen sus colegas.
En fin. Consagrados hay, c¨®mo no. Y est¨¢n tambi¨¦n en fotograf¨ªas.
Las que EL PA?S cedi¨® para que la Universidad de Alcal¨¢ de Henares presentara aqu¨ª a los 33 ganadores del Cervantes, en distintas actitudes y poses, desde Jorge Luis Borges y Gerardo Diego hasta Juan Gelman... Una galer¨ªa que tiene la impronta de los fot¨®grafos del peri¨®dico y que aqu¨ª ha abierto un p¨®rtico para otra exposici¨®n: la de los que han ganado en Guadalajara el premio Fil (antes Juan Rulfo). Mar¨ªa Jos¨¦ Toro, la vicerrectora de Alcal¨¢, quiere llevar a la universidad cervantina los retratos de los que aqu¨ª han ganado el otro premio de la literatura en espa?ol. Por cierto, como faltaba Juan Mars¨¦ (el ¨²ltimo Cervantes) en los retratos, la Universidad hizo una camiseta con una frase que el autor de ?ltimas tardes con Teresa dijo cuando recibi¨® aqu¨ª el Rulfo. Habla precisamente Mars¨¦ del atrevimiento en la cultura, que es el desaf¨ªo que ahora, en estos tiempos, quer¨ªa expresar Borr¨¢s con esa expresi¨®n: editar es sacar de la nada a los desconocidos. Ojal¨¢.
Babelia
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