"Son los mejores libros que ha escrito un sueco"
La segunda entrega de la trilog¨ªa 'Millennium' contin¨²a el 'fen¨®meno Larsson' en Espa?a, que ya ha vendido m¨¢s de 300.000 ejemplares
Aquel periodista sueco ten¨ªa una convicci¨®n. "Se le ve¨ªa en la mirada. Sus ojos hablaban ya en otro idioma", recuerda uno de sus mejores amigos, el reportero Kurdo Baksi. Fue en Estocolmo en 2003. Aquel colega, recuerda Baksi, le revel¨® que hab¨ªa escrito tres novelas sobre un reportero sagaz y una joven y arisca hacker. Y le dijo una cosa m¨¢s: "Son los tres mejores libros que un sueco ha escrito en este pa¨ªs". Y plane¨® lo que har¨ªa con todo el dinero que iba a ganar. Baksi se tom¨® aquello como una fanfarronada. "Le dije que no iba a funcionar. Obviamente, me equivoqu¨¦".
El periodista de la mirada visionaria era Stieg Larsson (V?sterbotten, 1954-Estocolmo, 2004), un veterano redactor curtido en la investigaci¨®n de la extrema derecha, y el tiempo le dio la raz¨®n. Sus tres novelas, la trilog¨ªa Millennium, se convirtieron en un ¨¦xito inmediato: cerca de ocho millones de ejemplares vendidos en todo el mundo, con los derechos adquiridos en 35 pa¨ªses, seg¨²n la editorial sueca, Norstedts. Millennium ha sido l¨ªder de ventas en Francia y ya se preparan las adaptaciones al cine y la televisi¨®n. Larsson, sin embargo, no vivi¨® para verlo. Falleci¨® de un ataque al coraz¨®n el 9 de noviembre de 2004, poco despu¨¦s de entregar el manuscrito de la tercera novela y antes de que se publicara la primera.
El fen¨®meno Larsson arrib¨® a Espa?a el pasado 5 de junio con la primera entrega, Los hombres que no amaban a las mujeres (Destino) -traducci¨®n suavizada del original M?n som hatar kvinnor, Los hombres que odian a las mujeres-, que ha despachado 300.000 ejemplares, va por la octava edici¨®n y lidera las listas de los libros de ficci¨®n m¨¢s vendidos. Los dos protagonistas, el reportero cuarent¨®n Mikael Blomkvist y la pirata inform¨¢tica Lisbeth Salander (metro cincuenta, 42 kilos, arisca y brutal), se enfrentan a una misteriosa desaparici¨®n en una isla del norte de Suecia y a un gigantesco fraude financiero. La acci¨®n detectivesca y la denuncia y el compromiso social se entremezclan en un thriller inspirado que se adentra en las zonas oscuras del aparentemente impecable Estado sueco, desde sus servicios de atenci¨®n social a sus medios de comunicaci¨®n, pasando por la clase financiera.
En la segunda parte, La chica que so?aba con una cerilla y un bid¨®n de gasolina (en el original, La chica que jugaba con fuego), la pareja se reencuentra. El periodista experimentado y esa especie de Pippi Langstrump punk (en la definici¨®n del propio autor) investigan el tr¨¢fico de chicas de pa¨ªses del Este que son obligadas a prostituirse. La revista que dirige Blomkvist, Millennium, prepara un reportaje contundente que sacar¨¢ a la luz la trama que se oculta tras la violaci¨®n sistem¨¢tica de las j¨®venes inmigrantes. La publicaci¨®n se ve interrumpida por un triple asesinato del que es acusada la propia Salander. Ambas tramas se entrelazan para adentrarse una vez m¨¢s en los bajos fondos de esa sociedad sueca a la que Larsson retrata con fidelidad, seg¨²n sus compatriotas. El tomo se puso a la venta la semana pasada en Espa?a con una tirada de 100.000 ejemplares y ya ha irrumpido con fuerza en las listas de ventas. La cr¨ªtica tambi¨¦n ha sido un¨¢nime al reconocer las dotes narrativas de Larsson.
Reportero de d¨ªa, novelista de noche
?Pero qui¨¦n era este reportero que escrib¨ªa ficci¨®n casi a escondidas, por la noche, tras la jornada laboral? "Me llaman de 40 pa¨ªses para saberlo", advierte Baksi, amigo de Larsson desde 1992 y colega en la revista Expo desde 1995, que visit¨® Madrid la semana pasada para presentar el libro. "Tres palabras lo defin¨ªan: raza, sexo y clase", indica en correcto castellano este sueco de origen kurdo. Tres conceptos que resumen tres injusticias contra las que Larsson luchaba siempre. "Consideraba que si vivimos en un mundo en el que la mujer, los inmigrantes y los pobres no tienen el mismo valor que sus conciudadanos, es que este mundo es malo". Baksi resume el car¨¢cter de Larsson: "Era un 25% sueco t¨ªmido, un 50% la madre Teresa de Calcuta, y 25% un so?ador".
Hay quien ha querido ver en el personaje de Blomkvist un ¨¢lter ego de Larsson. "Lo es y no lo es", responde Baksi. "Blomkvist es la persona que a Larsson le hubiera gustado ser: Blomkvist es mujeriego y Larsson era muy t¨ªmido con las mujeres; Blomkvist es un periodista efectivo y fuerte y Larsson, no; Blomkvist tiene una revista de ¨¦xito (Millenium) y la de Larsson (Expo), es un proyecto perdedor".
Disputa por la herencia
Larsson ten¨ªa pensado lo que har¨ªa con el dinero de las novelas. "Dijo: El dinero del primer libro, para m¨ª. El del segundo, para las mujeres maltratadas [planeaba financiar una residencia para v¨ªctimas de la violencia machista y un centro de estudio del racismo], y el tercero, para la revista Expo", recuerda Baksi. Y precisamente los ingresos que han generado las novelas han desatado un conflicto entre sus familiares (su padre, Erland, y su hermano, Joakim) y su compa?era sentimental, Eva Gabrielsson. Ambas partes reclaman los derechos (que no s¨®lo incluyen los libros, sino las adaptaciones al cine y la televisi¨®n).
El problema se agrava porque al parecer existe el manuscrito de una cuarta novela. Est¨¢ grabado en el port¨¢til en el que trabajaba Larsson y los abogados no se ponen de acuerdo sobre a qui¨¦n pertenece. Su compa?era sostiene que es propiedad de la revista Expo. "Es m¨¢s complicado que resolver la cuesti¨®n kurda", confiesa el reportero con iron¨ªa. El propio Baksi, que apoya a Gabrielsson, ha intermediado en la disputa y, seg¨²n fuentes de la editorial espa?ola, las dos partes han llegado a un principio de acuerdo para repartirse la herencia de Larsson.
Babelia
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