El dominico espa?ol que aprendi¨® de Caravaggio
El Museo del Prado re¨²ne en una muestra monogr¨¢fica la casi totalidad de la obra de Juan Bautista Ma¨ªno, un olvidado maestro del siglo XVII
Ser una rara avis suele conducir a la dispersi¨®n en las brumas de la historia. Juan Bautista Ma¨ªno (1581-1649) lo fue y por eso es un gran olvidado. Nacido en la localidad alcarre?a de Pastrana, pas¨® su adolescencia en Madrid y en alg¨²n momento de finales del siglo XVI lleg¨® a Italia. Un viaje decisivo que lo puso en contacto con las dos grandes corrientes del momento: el naturalismo dram¨¢tico de Caravaggio y la revisi¨®n del clasicismo italiano de Annibale Carracci y la escuela bolo?esa. Lleg¨® a ser profesor de dibujo del ni?o que m¨¢s tarde ser¨ªa Felipe IV y su intervenci¨®n fue decisiva para que Vel¨¢zquez fuera nombrado pintor de la corte. En 1613 fue ordenado dominico y quiz¨¢s por eso su producci¨®n es limitada: s¨®lo se conocen unas 40 obras suyas. "No encaj¨® bien en la pintura espa?ola porque siempre mantuvo una impronta italiana en su producci¨®n", ha explicado esta ma?ana Leticia Ruiz, jefa del Departamento de Pintura Espa?ola del Museo del Prado. Es tambi¨¦n comisaria de la exposici¨®n Juan Bautista Ma¨ªno. Un maestro por descubrir, con la que la pinacoteca quiere rescatar a un maestro del que el estudioso Carl Justi afirm¨® en 1888:"Probablemente nadie lleg¨® tan cerca de Caravaggio como este dominico espa?ol".
La muestra, que podr¨¢ visitarse hasta el pr¨®ximo 17 de enero, re¨²ne 35 obras de Ma¨ªno, lo que constituye la casi totalidad de su producci¨®n, entre las cuales hay siete que se exhiben por primera vez y un total de 14 que nunca se han visto antes en Espa?a. La exposici¨®n se completa con otras 31 pinturas de los autores que m¨¢s influyeron en el espa?ol, como Caravaggio, Guido Reni o Carracci. "La muestra permite ver los ma¨ªnos dispersos por el mundo y apreciar la complejidad de su obra", se?al Ruiz.
El recorrido se ha organizado por temas. Comienza con piezas de peque?o formato que se han confrontado con otras de maestros italianos. Otro apartado muestra la exploraci¨®n de Ma¨ªno en el paisaje, un g¨¦nero que se estaba inventando por entonces en Roma. M¨¢s adelante el pintor se revela como un gran retratista, como muestra su Retrato de caballero. Ruiz ha se?alado que el montaje pretende ofrecer una especie de sensaci¨®n in crescendo y por ello a continuaci¨®n aparecen las obras de gran formato, como la Adoraci¨®n de los magos,-"una de las visiones m¨¢s impactantes que se pueden dar de sedas, brocados o tocados de plumas", seg¨²n Ruiz- la Adoraci¨®n de los pastores, Santo Domingo en Soriano - "una de las im¨¢genes m¨¢s divulgadas del pintor"- y La Pentecost¨¦s. Tambi¨¦n se han reunido algunas im¨¢genes de santos que aparecen al lado de impresionantes obras, como el David vencedor de Goliat de Caravaggio. El gran final se logra con La recuperaci¨®n de Bah¨ªa del Brasil, una de las obras m¨¢s emblem¨¢ticas de Ma¨ªno.
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