Llanto por el ¨²ltimo testigo de la generaci¨®n del 27

Francisco Ayala, un hombre universal y escritor imprescindible, fallecido ayer a los 103 a?os, ha recibido hoy una emocionada y ejemplar despedida, a la altura de la grandeza, pero tambi¨¦n de la discreci¨®n, que caracteriz¨® toda su vida. El Rey y los Pr¨ªncipes de Asturias quisieron dar testimonio, con su presencia en la capilla ardiente del escritor, del pesar de la Casa Real por la muerte del ¨²ltimo superviviente de la generaci¨®n del 27, en una despedida que cont¨® tambi¨¦n con el presidente del Gobierno, Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, y con los vicepresidentes, Mar¨ªa Teresa Fern¨¢ndez de la Vega, Manuel Chaves y Elena Salgado.

La viuda del escritor, la hispanista Carolyn Richmond, ha llegado al tanatorio Parque San Isidro de Madrid acompa?ada por el poeta granadino Luis Garc¨ªa Montero, amigo de la familia y comisario de los actos del centenario de Ayala; por el director gerente de la Fundaci¨®n, Rafael Ju¨¢rez, y por F¨¢tima, que ha cuidado del novelista en los ¨²ltimos a?os.

Muchos de los asistentes afirmaban tener el "sentimiento agridulce" que reconoc¨ªa Manuel Chaves, porque ha muerto "un ser querido" pero "sabemos que vivir¨¢ eternamente a trav¨¦s de su obra y de su pensamiento". Conmovido, el ex ministro de Cultura C¨¦sar Antonio Molina, buen amigo de Ayala, ha destacado, "la grandeza" del autor de El jard¨ªn de las delicias, y ha dicho que, por su vida y su obra literaria, fue "un ejemplo de intelectual, no s¨®lo espa?ol sino europeo, a la altura de Thomas Mann, Stefan Zweig o L¨¦vi-Strauss". "Era un hombre cabal, digno y honorable", ha asegurado Molina, mientras que la escritora Almudena Grandes ha aludido a Ayala como "escritor imprescindible" y tambi¨¦n como "un referente c¨ªvico y moral; una persona impresionante por su escritura y por su manera de estar en el mundo".

Entre quienes han querido dar el ¨²ltimo adi¨®s al anciano escritor se encontraban adem¨¢s la ministra de Cultura, Angeles Gonz¨¢lez-Sinde, el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallard¨®n -quien ha coincidido a su llegada al tanatorio con la salida del mismo del Rey-, la ex ministra Carmen Alborch y el director de la Real Academia Espa?ola, V¨ªctor Garc¨ªa de la Concha, entre otros muchos. Carolyn Richmond, de riguroso luto y muy emocionada, ha recibido a las puertas del tanatorio al presidente del Gobierno, los Pr¨ªncipes de Asturias y el Rey, quien se ha mostrado muy afectuoso con ella y la ha tomado de la mano para entrar al interior del recinto, en el que permaneci¨® por espacio de un cuarto de hora. Asimismo, Don Felipe y Do?a Leticia, quienes llegaron al tanatorio cuando el Rey ya lo hab¨ªa abandonado, departieron amablemente con Richmond, a quien han consolado en presencia de Rodr¨ªguez Zapatero y de la ministra de Cultura.

Sus ¨²ltimos momentos

F¨¢tima acompa?¨® tambi¨¦n en todo momento a la hispanista estadounidense en la recepci¨®n de las personalidades, que la saludaron como a un miembro m¨¢s de la familia. Por algo, esta mujer de nacionalidad marroqu¨ª llevaba m¨¢s de seis a?os colaborando con el matrimonio y estuvo junto al escritor hasta el ¨²ltimo momento.

Fue a F¨¢tima a quien el autor de Recuerdos y olvidos pidi¨® ayer que le quitara la mascarilla de ox¨ªgeno y le dijo que se mor¨ªa. Cinco minutos despu¨¦s expir¨® junto a su cuidadora y junto a Carolyn. La capilla ardiente de Ayala, testigo privilegiado del siglo XX, ha recibido hoy un incesante goteo de visitas, despu¨¦s de que en la tarde de ayer se abriese al p¨²blico por espacio de unas tres horas.

Al mediod¨ªa, cuando abandonaban el recinto los Pr¨ªncipes de Asturias y el presidente del Gobierno, se ha cerrado al p¨²blico y, minutos despu¨¦s, el cortejo f¨²nebre, integrado por los m¨¢s allegados, se ha dirigido hacia El Escorial, donde los restos de Ayala han sido incinerados.

"Era el intelectual m¨¢s completo que hab¨ªa en Espa?a", ha asegurado el consejero delegado del grupo Prisa, Juan Luis Cebri¨¢n, para quien Ayala "era bueno en todo lo que hac¨ªa". Enriqueta Antol¨ªn, bi¨®grafa y amiga del escritor, ha calificado de "extraordinaria" la ecuanimidad del novelista: "Era un hombre que jam¨¢s juzgaba nada apresuradamente, s¨®lo lo hac¨ªa seg¨²n su criterio y no se dejaba llevar por las ideas de otros".