De merienda con Banderas
Un rato de risas y comentarios con el equipo del corto 'La dama y la muerte' en la villa del actor malague?o
Pues s¨ª, por carambolas de la vida ayer merend¨¦ en casa de Antonio y Melanie. Yo los llamo as¨ª porque hay confianza, porque ya he merendado en su casa y eso da un savoir-faire. Pero creo que el resto les llam¨¢is Antonio Banderas y Melanie Griffith. Perd¨®n porque esta cr¨®nica va a tener muchas primeras personas. Mientras la Academia presentaba el men¨² que degustar¨¢n los invitados al baile del gobernador, la fiesta que se celebra al acabar la ceremonia y justo al lado del teatro Kodak, -los asistentes a la gala salen con un hambre que s¨®lo acalla el men¨² que a?o tras a?o sin grandes variaciones presenta el irredento Wolfang Puck, chef de origen austriaco y escasa capacidad creativa-, la prensa espa?ola entrevistaba a Claudia Llosa, Javier Recio y Juan Jos¨¦ Campanella (Pen¨¦lope Cruz est¨¢ a otra cosa), cada uno de ellos en una punta de Los ?ngeles. A servidor s¨®lo le faltaba Campanella, que hasta el mi¨¦rcoles estuvo encerrado grabando House -por cierto, su agenda laboral en el futuro casi no tiene huecos por sus pr¨®ximos trabajos televisivos en Argentina-, y ma?ana s¨¢bado podr¨¦is leer en EL PA?S c¨®mo se promociona un corto de animaci¨®n.
La estrella espa?ola de Hollywood lleva una barba que ¨¦l mismo define como "de uno de los cuatro evangelistas"
As¨ª que dediqu¨¦ el d¨ªa a viajar empotrado cual reportero de guerra en el equipo de Campanella -tampoco es que fuera muy numeroso- a ver qu¨¦ tal eran los colegas argentinos, que tambi¨¦n quer¨ªan, obviamente, charlar con su candidato. Ese mismo equipo de comunicaci¨®n lleva La dama y la muerte, el corto de Recio que parece lanzado a ganar su categor¨ªa, y que ayer realiz¨® las entrevistas en horario de tarde en la casa de Antonio.
El malague?o, disciplinado y amable
Para quien no conozca a Banderas baste decir que ning¨²n periodista habla mal de ¨¦l. Siempre disciplinado, amable, vendiendo claro su mensaje y su producto con carisma. Al acabar la hora de las televisiones, en el sal¨®n m¨¢s grande de la villa colonial que poseen los Banderas-Griffith en el sur de Hollywood, en Hancock Park, el malague?o se ha sentado en un sof¨¢ a charlar de lo divino y de lo humano con dos de los productores de La dama y la muerte y sus respectivas esposas, Javier Recio, la jefa de prensa y un servidor. Banderas lleva una barba que ¨¦l mismo define como "de uno de los cuatro evangelistas", y emanando, como es habitual, buen rollo, ha dado su opini¨®n sobre los Goya, el futuro del cine latino -como todo el mundo aqu¨ª sabe, el primero que convenza a los latinos para que vean a sus propias estrellas, arrasar¨¢, pero hasta entonces...-, Rouco Varela, ha recordado su pasado de reci¨¦n llegado a Hollywood, ha imitado a quien hiciera menester, y cuando ha llegado su mujer -recibida por ¨¦l al grito de "Griffith"-, ha descrito con apasionado cari?o la Semana Santa de M¨¢laga, que tanto impresiona a Melanie.
Al cerrarse definitivamente la oscuridad, el s¨¦quito de La dama y la muerte se fue a la fiesta con la que el alcalde de Los ?ngeles honra a los candidatos mientras que Banderas y Griffith asist¨ªan a un concierto privado. Un buen rato de risas y comentarios varios con fundamentos. Poco m¨¢s se puede desvelar de una conversaci¨®n privada. Por cierto, para los mal pensados, s¨®lo he consumido una botella de agua. No me parec¨ªa muy digno preguntar si ten¨ªan mediasnoches con Nocilla.
Babelia
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