Inaugurada en Shanghai la mayor Exposici¨®n Universal de la historia
Una veintena de jefes de Estado acude a la ceremonia que cuenta con un espect¨¢culo pirot¨¦cnico de m¨¢s de 100.000 fuegos artificiales a lo largo de 3,5 kil¨®metros
El presidente chino, Hu Jintao, lo tiene claro: "La Exposici¨®n Universal de Shanghai pertenece al mundo". Sin embargo, la inauguraci¨®n de esta noche no ha podido tener un car¨¢cter m¨¢s chino: acartonado recibimiento de hasta 20 jefes de Estado frente a un pelot¨®n de c¨¢maras, cena de honor a puerta cerrada, gala televisiva al estilo Noche de Fiesta, y espect¨¢culo pirot¨¦cnico con m¨¢s de cien mil fuegos artificiales a lo largo de 3,5 kil¨®metros de la orilla del r¨ªo Huangpu, que divide en dos la Expo de los superlativos.
Es la m¨¢s cara, con un presupuesto de 3.155 millones de euros que se dispara hasta los 44.000 si se tienen en cuenta las infraestructuras construidas para adecentar la capital econ¨®mica china; la m¨¢s grande, construida sobre una superficie de 5,28 kil¨®metros cuadrados que multiplica por veinte la utilizada en la Expo de Zaragoza; la m¨¢s larga, con una duraci¨®n de 184 d¨ªas; y la que ha conseguido atraer al mayor n¨²mero de participantes en los 159 a?os de la historia de este evento: 192 pa¨ªses, desde Estados Unidos hasta Timor Oriental, y 50 organizaciones internacionales, han desfilado con sus banderas en una ceremonia que no ha podido ocultar reminiscencias a la de los Juegos Ol¨ªmpicos de Pek¨ªn, aunque el elemento militar ha quedado reducido al izado de banderas.
No es de extra?ar que los comentaristas chinos consideren la de hoy "una noche de gloria que marca un nuevo hito en la pol¨ªtica de apertura y desarrollo del pa¨ªs". De hecho, la Expo de Shanghai tiene un marcado car¨¢cter econ¨®mico, ya que la mayor¨ªa de los pa¨ªses participantes llegan a China para dar el do de pecho en el mercado que m¨¢s crece del planeta, justo cuando el resto se lame las heridas de la grave crisis econ¨®mica. "A pesar de la situaci¨®n actual, creemos que es imprescindible venir a la Expo con un proyecto espectacular para que mejore nuestra imagen", comenta Mar¨ªa Tena, comisaria del pabell¨®n espa?ol, que ya ha sido considerado durante el per¨ªodo de pruebas uno de los favoritos de la Expo, y ha acaparado portadas en multitud de medios locales. "Vamos a sacar todo el jugo de este acontecimiento, porque no puede ser un derroche", apostilla.
Espa?a tambi¨¦n participa a trav¨¦s de las tres ciudades que han sido seleccionadas para mostrar sus avances urban¨ªsticos en el ?rea de Mejores Pr¨¢cticas Urbanas, una iniciativa pionera que recoge lo mejor de medio centenar de urbes. Madrid, Barcelona, y Bilbao tratan de dar sentido en sus pabellones al lema del acontecimiento, Better City, Better Life (Mejor Ciudad, Mejor Vida), que sin duda parece un anacronismo en el monstruo de asfalto que es Shanghai, una megal¨®polis de 20 millones de habitantes que hoy ha estado colapsada por las masas de p¨²blico en busca de un buen lugar para disfrutar de los fuegos artificiales, y por la intransigencia de las fuerzas de seguridad.
En los seis d¨ªas que la Expo ya ha abierto sus pruebas para corregir fallos ya se ha demostrado que en China los visitantes no van a faltar: se prev¨¦ que entre 70 y 90 millones de personas se acerquen a la Expo, de las que menos de un 10% ser¨¢n extranjeros. "La afluencia masiva es uno de los principales retos, porque la escala de esta Exposici¨®n no tiene precedentes", reconoce Vicente Gonz¨¢lez Loscertales, secretario General del Bur¨® Internacional de Exposiciones, que califica el acontecimiento de "la Expo del siglo".
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