La segunda venida de Cristo seg¨²n Letelier

"Viv¨ª 45 a?os en el desierto, de los cuales trabaj¨¦ 30 de minero. Pero mientras estaba en la mina, escrib¨ªa y le¨ªa. Ahora soy un poeta que hace novela", se describi¨® en este peri¨®dico el escritor chileno Hern¨¢n Rivera Letelier (Talca, 1950). Un escenario, el desierto, aunque a principios del siglo XX, en el que desarrolla El arte de la resurrecci¨®n del que Babelia adelanta sus primeras p¨¢ginas. El aliento y la fuerza narrativa con las que cuenta las andanzas de un iluminado, el Cristo de Elqui, le valieron a Rivera Letelier el ¨²ltimo premio Alfaguara. "Aunque es una novela que transcurre en los a?os treinta y cuarenta y yo no hab¨ªa nacido, en el personaje hay bastante de mi vida. Cuando yo era ni?o, por ejemplo, sal¨ªa a predicar a la calle con mi padre, que era pastor evang¨¦lico. Era analfabeto, pero cuando predicaba hac¨ªa llorar", recuerda un autor que pas¨® de la mina a convertirse en caballero de la Orden de las Artes y las Letras en Francia gracias a su literatura.

En El arte de la resurrecci¨®n se cuenta la segunda venida de Cristo, esta vez a las salitreras chilenas, con un tono a medio camino entre la cr¨®nica hist¨®rica y social, y con muchos elementos del realismo m¨¢gico. En especial en el caso de Domingo Z¨¢rate Vera, m¨¢s conocido como el Cristo de Elqui, un vagabundo que se cree la reencarnaci¨®n de Cristo. El protagonista acude a las minas en busca de Magalena Mercado, una prostituta que venera a la Virgen del Carmen. Su intenci¨®n: que la meretriz le acompa?e en su misi¨®n de advertir al pueblo de la inminente llegada del fin del mundo. De nuevo prostitutas en su obra: "Sin el aporte social de estas hembras, la conquista de ese desierto hubiera sido doblemente dura. Ellas eran el ¨²nico oasis para los mineros".