"Tenemos una relaci¨®n muy superficial con el inmigrante"

"No es una pel¨ªcula sobre el problema de la inmigraci¨®n", declar¨® ayer el escritor y realizador Vicente Molina Foix durante la presentaci¨®n en Valencia de su filme El dios de madera. Y explic¨® que se trata m¨¢s de "una pel¨ªcula sobre el descubrimiento de dos mundos ajenos y lejanos", en la que dos burgueses, una madre y un hijo, abren su vida a dos inmigrantes, que descubren as¨ª, a su vez, una nueva realidad. "Tenemos una relaci¨®n muy superficial con el inmigrante", asegur¨® el director, que a?adi¨® que en muchos casos el ciudadano se limita a cruzarse con ellos por la calle, comprarles o no una pel¨ªcula en el top manta, darles limosna, y olvidarse de ellos.

Molina Foix (Elche, 1946), que ya rod¨® en 2001 Sagitario, su primer filme, se siente nuevo en el cine, y eso le da vidilla: "Aunque tengo una cierta edad, soy un novato en el cine, lo que me da una sensaci¨®n agradable de falsa juventud". Quiz¨¢ por ello est¨¢ contento a pesar de las vicisitudes, sobre todo de financiaci¨®n, que ha pasado hasta sacar adelante su segunda pel¨ªcula. "Ni siquiera tengo conciencia de que esta pel¨ªcula haya tenido tantos accidentes". Y por eso ahora disfruta hablando de su obra.

La pel¨ªcula se basa en un cuento que el escritor redact¨® en 1996 para un volumen que edit¨® Planeta para ayudar a la ONG Comit¨¦ de Ayuda al Refugiado. Se titulaba Satsuma y en su decena de p¨¢ginas ya estaban todas las l¨ªneas maestras de esta "historia de engarce, de interacci¨®n, de apego", seg¨²n las definiciones del escritor-realizador, en la que una madre y su hijo acaban intimando con un inmigrante norteafricano y uno senegal¨¦s. Una historia en la que el escritor busc¨® a prop¨®sito una "confrontaci¨®n a nivel de pieles", en la que "el blanco lechoso casi evanescente de la belleza de Paredes" o el pelo rubio de su hijo contrastan con los colores m¨¢s oscuros de los dos inmigrantes que aterrizan en sus vidas.

En esta trama, el personaje que interpreta Marisa Paredes, una mujer de mediana edad, clase media y convicciones cat¨®licas, se ve deslumbrada por la presencia de un emigrante ilegal senegal¨¦s, interpretado por Madi Diocou. Es este actor que en la vida real tambi¨¦n se dedica, incluso ahora, al top manta. "Eso s¨ª, le dije que si vend¨ªa pel¨ªculas en la calle le echar¨ªa del rodaje", explica Molina Foix, "pero ¨¦l vende bolsos".

Molina Foix subray¨® que la obra es "una pel¨ªcula de actores", y en ella destacan junto a Paredes, los tres j¨®venes que la acompa?an: Nao Albert, en el papel del hijo de la actriz; Soufiane Ouaarab, en el de Rachid, el marroqu¨ª; y Madi Diocou, como Yao, el senegal¨¦s. El director teme que no haya una continuidad para estos ¨²ltimos: "Sentir¨ªa que no siguieran en esto porque est¨¢n dotados para la interpretaci¨®n".

Toda la pel¨ªcula se rod¨® en Valencia, aunque el cuento estaba ubicado en Madrid. Pero el director ten¨ªa claro que la pel¨ªcula ten¨ªa que rodarse en Valencia: "Una ciudad que conozco mucho y poco a la vez, que me es muy familiar y que yo siempre he visto con una sensaci¨®n de misterio, eses misterio que dan las ciudades mitificadas". Y es que, aunque naci¨® en Elche, toda su familia es valenciana. "Mi madre naci¨® en El Grao, y todos mis t¨ªos y primos viven en esta ciudad", afirm¨®.