La be sigue siendo be
Las academias del espa?ol acuerdan en la ciudad mexicana de Guadalajara mantener la ortograf¨ªa con nuevas recomendaciones de uso.- La Feria est¨¢ dedicada este a?o a Castilla y Le¨®n
La be sigue siendo be. Y la y griega no tiene por qu¨¦ ser obligatoriamente ye. La uve puede conservar esa denominaci¨®n, uve. Y s¨ª y s¨®lo pueden seguir acentu¨¢ndose, si lo exigen el significado o la fon¨¦tica. En definitiva, todo sigue igual con respecto a la ortograf¨ªa del espa?ol, y esto lo han acordado por unanimidad las 22 academias del espa?ol reunidas en la FIL de Guadalajara. Los acad¨¦micos han llegado a la conclusi¨®n de que no quieren imponer nada, ninguna novedad en la nueva ortograf¨ªa razonada del espa?ol. Lo que quieren es hacer propuestas. En muchos sitios la be se llama grande o alta, la uve se llama be chica, en algunos contextos la y griega se llama ye, y la gente puede optar entre escribir solo con o sin acento.
El acuerdo se tom¨® por unanimidad. Lo explic¨® a la prensa, rodeado de todos los representantes de las academias, el director de la mexicana, Jos¨¦ Moreno de Alba. Expuso que las novedades pol¨¦micas solo estuvieron en borradores de trabajo, y nunca fueron fijadas. Ahora se convierten en propuestas que se recoger¨¢n en la Ortograf¨ªa Razonada acordada en Guadalajara y que publicar¨¢ la editorial Espasa Calpe. Para explicar las controversias, el acad¨¦mico mexicano dijo que la lengua tiene muchas ambig¨¹edades; "gracias a las ambig¨¹edades hay poes¨ªa". Todo sigue igual, s¨®lo (con acento) hay recomendaciones, "no coscorrones", en la expresi¨®n de Moreno de Alba.
Se han juntado en Guadalajara la cuna del espa?ol y las academias que lo fijan. El espa?ol naci¨®, seg¨²n una historia que parece una leyenda, en Castilla y Le¨®n, y esta regi¨®n es aqu¨ª la invitada de honor de este a?o, el 24? de la FIL de Guadalajara. Han venido las 22 academias. Antes de la reuni¨®n en la que los acad¨¦micos anunciaron su acuerdo para que todo siga igual (con recomendaciones), en los pasillos de la feria se escuchaban soliloquios o controversias entre acad¨¦micos y creadores: "?C¨®mo van a quitarme a m¨ª unos especialistas en gram¨¢tica la posibilidad de poner acentos o lo que me d¨¦ la gana?", se oye a un escritor en un desayuno. Y, desde el otro lado, se dice: "Todav¨ªa estamos discutiendo".
La discusi¨®n sucede aqu¨ª, de modo que la cuna del espa?ol se ha trasladado a Guadalajara, donde ahora se mece esa cuna. Han venido 119 escritores castellanoleoneses, pero hay muchos m¨¢s, de todas partes, desde el mexicano ?lmer Mendoza a la colombiana Laura Restrepo, desde el espa?ol Juan Jos¨¦ Mill¨¢s al mexicano Jorge Volpi... Aqu¨ª est¨¢ tambi¨¦n Arturo P¨¦rez-Reverte, que el s¨¢bado firm¨® libros durante dos horas sin sentarse en ning¨²n momento, y Elvira Lindo, y Julia Navarro, y el colombiano Fernando Vallejo... El jefe de filas de los leoneses y castellanos es Antonio Gamoneda, el premio Cervantes, y con ¨¦l est¨¢n Jos¨¦ Mar¨ªa Merino, Antonio Colinas, Juan Pedro Aparicio... Pero el l¨ªder espiritual de la expedici¨®n es el inolvidable Miguel Delibes, cuya sombra, agrandada por su muerte reciente, cubre la evocaci¨®n principal de la regi¨®n que protagoniza la feria.
Pero hay mucho m¨¢s. Se rinde tributo a Jos¨¦ Saramago, y a su editora, Isabel de Polanco; el premio que lleva el nombre de la que fuera consejera delegada de Santillana se entrega aqu¨ª a Humberto L¨®pez Morales, acad¨¦mico tambi¨¦n y seguidor de la andadura del espa?ol por todo el mundo. Y no pasa inadvertido el centenario de Jos¨¦ Lezama Lima, ni los 20 a?os de la concesi¨®n del Nobel a Octavio Paz. Y se reconoce tambi¨¦n el m¨¦rito editorial de Jaume Vallcorba. Tom¨¢s Eloy Mart¨ªnez, el periodista y narrador argentino, est¨¢ en el cuadro de honor de los homenajes, pocos meses antes de que se cumpla el primer aniversario de su fallecimiento. Y se recordar¨¢ con emoci¨®n a Carlos Monsiv¨¢is...
Guadalajara es una combinaci¨®n de pasado y futuro, dijo en la inauguraci¨®n Ra¨²l Padilla, su presidente. As¨ª, los editores se preparan, sotto voce todav¨ªa, para una revoluci¨®n pendiente: la explosi¨®n del libro digital.
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