Jacques Audiard: "La faceta industrial del cine ha triunfado"
El cineasta franc¨¦s compite esta noche en los Goya con 'Un profeta'
Al director franc¨¦s Jacques Audiard (Par¨ªs, 1952), Un profeta le suena a algo lejano. Estuvo con ella en el festival de San Sebasti¨¢n 2009, en los premios del cine europeo de ese a?o, y en los oscars de 2010. As¨ª que hablar de su thriller, una obra maestra del siglo XXI, un 12 de febrero de 2011 se le hace extra?o, muy extra?o. Sentado en la residencia del embajador de Francia en Madrid, Audiard, el cineasta de Lee mis labios, Un h¨¦roe muy discreto o De latir mi coraz¨®n se ha parado, avisa que la charla no durar¨¢ m¨¢s de media hora: tiene que trabajar en su siguiente gui¨®n antes de irse a un coloquio en la Academia de Cine. Por los complejos vericuetos de la distribuci¨®n espa?ola, Un profeta compite esta noche al Goya a la mejor pel¨ªcula europea contra El escritor, de Roman Polanski, El discurso del rey, de Tom Hooper, y La cinta blanca, de Michael Haneke. Es el ¨²nico de estos directores europeos que se sentar¨¢ en el patio de butacas. A su lado, Thomas Bidegain, coguionista de Un profeta, con el que Audiard trabaja en estado de simbiosis. Hasta en las entrevistas se acaban uno al otro las frases, como si fuera un monstruo cinematogr¨¢fico de dos cabezas. Hoy, el monstruo est¨¢ parlanch¨ªn.
Pregunta. ?No est¨¢ harto de hablar de Un profeta?
Respuesta. S¨ª, y me voy [se levanta a encender su pipa y vuelve carcaje¨¢ndose].
P. Cada vez que hay una entrega de premios con un candidato franc¨¦s, seguro que el cineasta estar¨¢ all¨ª. ?Eso es porque creen en su cine o porque el servicio de promoci¨®n cultural franc¨¦s es muy generoso?
R. Hay que hacer nuestro trabajo. Cuando uno hace cine, s¨ª, creo en la promoci¨®n. Y cuando uno hace cine fuera de Hollywood, dos veces s¨ª.
P. El a?o pasado en los Goya gan¨® Celda 211, un thriller carcelario como el suyo, con giros de guion que la sacan del mero g¨¦nero. ?La ha visto? ?Le interes¨®?
R. [Antes de que Audiard comience a hablar, Bidegain entra en la charla]. ?l no la ha visto, yo s¨ª. Son pel¨ªculas muy distintas. Me atrajo el principio, la idea de meter a un funcionario de inc¨®gnito en mitad de un mot¨ªn carcelario. Conozco al guionista. Creo que el gui¨®n se arriesgaba, pero la direcci¨®n no era muy innovadora. Tambi¨¦n me interes¨® c¨®mo usa ETA como nosotros a los islamistas radicales: de manera fina.
P. ?Qu¨¦ piensa de sus tres rivales en los Goya?
R. Ser¨¦ franco. El discurso del rey se me cae, no puedo ni verla. La cinta blanca, sin embargo me encanta. ?El thrillerde Polanski? Me gust¨®. El mejor polanski de la ¨²ltima d¨¦cada, y me encanta Ewan McGregor.
P. Su pel¨ªcula habla del uso del poder, de las relaciones que se tejen entre superiores y subordinados, y de las emociones paternofiliales. Eso la une a La cinta blanca.
R. Eso es lo que me gust¨® de ese drama. Haneke ve en esto el origen de los demonios. La nuestra es muy actual, muy presente, aunque nos unen, efectivamente, esas reflexiones. Nuestro protagonista ¨¢rabe debe inventarse las ra¨ªces y una nueva historia para sobrevivir. En La cinta blanca esas ra¨ªces ya pesan demasiado.
P. En Espa?a, Un profeta no fue muy bien en taquilla, aunque s¨ª en DVD...
R. [Interrumpe] Seguro que tambi¨¦n triunfamos en las descargas piratas.
P. La fama nos precede... Bueno, la gente que la recupera ahora la ve con envidia y admiraci¨®n. ?No siente el agradecimiento del p¨²blico?
R. No me dicen nada por la calle, pero s¨ª siento que se ha vendido muy bien por todo el mundo, que se me han abierto mercados.
P. Sus pel¨ªculas son inteligentes. ?No se aburre cu¨¢ndo va al cine?
R. Mucho. Quiero para en esto. Hace 15 a?os pod¨ªa ir a las salas tranquilo. Hoy, es muy f¨¢cil ir a un cine y que me toque una pel¨ªcula que no me aporte nada, que pierda dos horas de mi vida. Yo necesito las pel¨ªculas de los dem¨¢s para trabajar, sino, no s¨¦ que estoy haciendo aqu¨ª.
P. ?En qu¨¦ sentido las necesita?
R. No soy capaz yo solo de darme las justificaciones necesarias para hacer pel¨ªculas. Hace 20 a?os el cine era la mejor forma de saber c¨®mo estaba el mundo. No hab¨ªa mucho m¨¢s. Ahora hay m¨¢s medios para conocer la actualidad. Ahora la herramienta cine sigue siendo v¨¢lida... pero se usa mal.
P. Puede que hace dos d¨¦cadas era pertinente por la calidad que hab¨ªa en las pantallas perder el tiempo en las salas, ahora esa baja calidad le empujar¨¢ a rodar cine, a mostrar el mundo.
R. Totalmente de acuerdo. Por eso me cuesta ir a las salas... y probablemente por eso me cuesta encontrar producci¨®n para mis pel¨ªculas.
P. La cartelera est¨¢ llena de filmes t¨¦cnicamente impolutos pero huecos.
R. Eso es porque la parte industrial del cine ha derrotado a la parte cultural. Y eso no era tan obvio hace a?os. El cine es un arte popular y a la vez industrial. Siempre se compaginaban las dos cosas. Y ahora la faceta consumista ha ganado. Eso cansa. Para m¨ª, levantar una producci¨®n es complicado. Depende de cu¨¢nto necesites. Un profeta es lo m¨¢s gordo que he hecho, sin actores conocidos, un reto que hac¨ªa interesante la pel¨ªcula: quer¨ªamos sacar nuevas caras.
P. Sus pel¨ªculas suelen nacer adscritas a un g¨¦nero y luego, seg¨²n transcurre el metraje, lo supera, lo deja atr¨¢s. ?Es una forma de trabajar consciente?
R. No es superar, sino usar. Ser¨ªa muy presuntuoso de mi parte decir que quiero superar el g¨¦nero, pero s¨ª es cierto que lo uso al inicio para conectar con mucha gente y luego haces lo quieres. Usas met¨¢foras para circunscribir la historia: por ejemplo, en Francia el 70% de los presos son ¨¢rabes... La c¨¢rcel es una met¨¢fora muy eficaz en Un profeta.
P. Esa mediocridad de la que habl¨¢bamos antes, ?la ve tambi¨¦n en el cine franc¨¦s?
R. No me gusta usar el t¨¦rmino mediocridad, porque ser¨ªa como si me situara por encima de ellos. Usemos el t¨¦rmino industrializaci¨®n, que es el pertinente. Se ve¨ªa veniR. Lo que nos debemos preguntar es sobre la legitimaci¨®n actual del cine...
P. O la falta de alma.
R. Hemos perdido el objetivo del cine. El conocimiento. Por ejemplo, Pedro Almod¨®var me ha dado informaci¨®n constante sobre Espa?a. Martin Scorsese lo hizo en los setenta y ochenta. Me dan informaci¨®n est¨¦tica, psicol¨®gica, est¨¦tica... Es pertinente y eficaz. Ahora cada vez se nos escapa esa pertinencia ligada a la realidad. Hoy en d¨ªa la pertinencia del cine es cuestionable. El uso del cine es distinto. Mira, es como los dos lados de una colina: en uno est¨¢ la realidad, en la otra cara est¨¢n las pel¨ªculas que se basan en otras pel¨ªculas, en el espect¨¢culo. Y cada vez m¨¢s gente asciende por esta cara. Aunque vemos grandes ejemplos de la otra ascensi¨®n, incluso en Estados Unidos como Winter's bone o Frozen river. Incluso aprendemos en el plano est¨¦tico. Cuando escrib¨ªamos Un profeta vimos Gomorra. No iba por nuestro camino, pero nos ense?aba un mundo diferente. Se preguntan las mismas cosas que nosotros.
P. ?En qu¨¦ trabajan ahora?
R. Uff, mira c¨®mo estamos. A m¨ª me sangra el culo y a Thomas... [Interviene el guionista] Mira qu¨¦ calentura tengo en el labio. Estamos intentando sacar adelante una pel¨ªcula. En septiembre u octubre Jacques va a rodar una pel¨ªcula de la que a¨²n no tenemos el gui¨®n. En realidad es un gui¨®n complejo, estamos al final del proceso de la escritura. Luchamos por fusionar varias historias cortas de un escritor canadiense, Craig Davidson, sacadas de un libro titulado Rush and bone. En Francia se tradujo por De oscilaci¨®n y huesos. Hemos cambiado muchas cosas, hemos luchado con el material, y ahora debemos rematarlo.
P. ?C¨®mo trabajan entre ustedes?
R. Nos reunimos todas las ma?anas a las diez, y trabajamos juntos hasta la una. Por la tarde escribimos por separado, y al final del d¨ªa nos enviamos el material de esa tarde. Es un juego sutil de culpabilizaci¨®n del otro... Y de vez en cuando nos encerramos diez d¨ªas en el campo. En Par¨ªs nos cuesta m¨¢s trabajar. Nos llaman de muchos sitios... y tenemos que vivir.
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