JUSTAMAD, el hermano peque?o de ARCO se hace mayor
JUSTMAD, la feria de arte emergente, re¨²ne a 40 galer¨ªas en un edificio del centro de la capital durante cuatro d¨ªas
Un edificio de cuatro plantas en el barrio de Salamanca, en Madrid. Unas 10 galer¨ªas por planta -a veces m¨¢s, a veces menos, dependiendo del piso-. Artistas emergentes que conviven como vecinos de una comunidad cualquiera, en una ciudad cualquiera. No, no es la secuela de Rue del Percebe, se trata de la segunda edici¨®n de JUSTMAD, la feria de arte contempor¨¢neo emergente que "no existir¨ªa si no fuera por ARCO [coinciden en fechas]", dice Giuletta Speranza, directora art¨ªstica de ArtFairs, empresa encargada de organizar la feria.
En la cuarta planta, mientras unos desayunan en la sala principal, otros recorren las habitaciones reconvertidas en improvisados espacios de exposici¨®n en busca de obras para sus colecciones. "El edificio ya sirvi¨® como sede de la ¨²ltima edici¨®n de Casa Decor", cuenta Speranza. "No hemos cambiado nada. Los galeristas se han adaptado al cuarto que les ha tocado con los beneficios y prejuicios que conlleva". JUSTMAD empez¨® con pol¨¦mica, hace solo un mes los organizadores se enteraban de que no podr¨ªan exponer bajo la galer¨ªa de Cristal del Palacio de Cibeles. El Ayuntamiento ped¨ªa 130.000 euros por el alquiler del espacio, una cifra "inasumible para una feria que tiene previsto generar p¨¦rdidas durante cinco ediciones", dec¨ªa entonces Enrique Polanco, presidente de ArtFairs.
"Aqu¨ª se pueden encontrar obras de artistas emergentes a un precio m¨¢s asequible que en ARCO", Giuletta Speranza
Superado el trauma inicial, las obras de artistas como Elena Alonso en la galer¨ªa Espacio Valverde de Madrid (4? planta) -una de las 40 que exponen, 13 m¨¢s que en la edici¨®n anterior- alteran la cotidianidad de las escenas hogare?as que se repiten en esta convivencia art¨ªstica. La selecci¨®n de expositores ha corrido a cargo de un equipo de comisarios que "han ido en busca de nuevas propuestas", confiesa Speranza. "Ojal¨¢ poco a poco nos empiezan a llegar m¨¢s solicitudes". Este a?o, adem¨¢s de pinturas e instalaciones como la de esta creadora, la feria apuesta por el dise?o que recibe al visitante en el hall de entrada de cada piso en lo que se denomina JUSTMADDESIGN.
Una planta m¨¢s abajo Topacio Fresh, representante del arte de la Movida madrile?a, cruza de una habitaci¨®n a otro reclamando ventas. "La gente pregunta mucho, pero compra poco. Saquen sus tarjetas de cr¨¦dito", grita a los que se pasean con botellines de la cerveza que patrocina el evento. Al otro lado del pasillo, la galer¨ªa sueca Contemporary Art ha decidido decorar su cuarto con una cortina de ganchillo de la que cuelga un guante gigante (obra de Bella Rume).
"Aqu¨ª se pueden encontrar obras de artistas emergentes a un precio m¨¢s asequible", explica Speranza. "Si en ARCO una obra de este tipo cuesta 6.000 euros aqu¨ª se puede adquirir por 300. Es un lugar para empezar en el coleccionismo". Para aquellos que se abrumen con cuatro plantas de propuestas, tienen una gu¨ªa en el segundo piso. En el sal¨®n se organizan encuentros para "recordarles a las instituciones oficiales que la gente de 20 y 30 a?os tienen cosas que decir", explican los responsable de A*DESK (Instituto Independiente de Cr¨ªtica y Arte Contempor¨¢neo) ante una audiencia repartida por pupitres. Esta marat¨®n de debates o lo que es lo mismo, PRODUCERS DESK, tratar¨¢ de averiguar durante los cuatro d¨ªas que dura la feria c¨®mo hacer arte en tiempos de crisis.
Mientras tanto, para los transe¨²ntes menos sesudos, apuestas como la alemana Roseline Ludovico en la segunda o las obras de la galer¨ªa UNA en la primera planta, dan algunas pistas de por d¨®nde puede ir esto del arte emergente.
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