Safran Foer: "Reprimir la pulsi¨®n sexual es m¨¢s dif¨ªcil que la de comer carne"
El escritor neoyorquino promociona en Madrid su ¨²ltima obra, un alegato literario contra la ingesta de animales
Todo estall¨® cuando su mujer, la tambi¨¦n escritora Nicole Krauss, se qued¨® embarazada. Jonathan Safran Foer (Washington, 1977) empez¨® a pensar en el mundo en el que vivir¨ªa su hijo: en la situaci¨®n pol¨ªtica, social, medioambiental... y en la comida. ?l, que hab¨ªa sido un vegetariano intermitente, a¨²n no hab¨ªa conseguido responder la gran pregunta: "?Es ¨¦ticamente correcto comer animales". Y para hacerlo escribi¨® 430 p¨¢ginas fruto de dos a?os de investigaci¨®n y varias visitas furtivas a granjas industriales. Comer animales, que ahora edita Seix Barral en Espa?a, reflexiona sobre las consecuencias que la industria alimentaria tiene sobre el medio ambiente, la salud humana y la econom¨ªa, adem¨¢s de ahondar en la forma en que los animales viven y son sacrificados. A medio camino entre el informe y las memorias (gastron¨®micas) personales, recopila una cantidad ingente de datos y estudios que har¨¢n al lector mirar al sushi de otra forma. Foer llega a la entrevista con zapatos de piel -"todos tenemos nuestras hipocres¨ªas"- y pide horchata. Quiz¨¢ un recuerdo de los dos a?os que vivi¨® en Espa?a, entre Cadaqu¨¦s y Barcelona. "Volv¨ª a Nueva York dos d¨ªas antes del atentado de las Torres Gemelas". Un episodio que inspir¨® su segundo libro Tan fuerte, tan cerca (2005), que junto a Todo est¨¢ iluminado (2002), Tree of codes (2010) y ahora Comer animales completan su curr¨ªculo.
Pregunta. ?Qu¨¦ fue lo que m¨¢s le impact¨® de todo lo que descubri¨® en su investigaci¨®n?
Respuesta. Una pareja de amigos ley¨® el libro en la cama, antes de dormir, y me contaban que se interrump¨ªan constantemente para decirse "?Oh, Dios m¨ªo! No puedo creerme esto". Y esa es exactamente la sensaci¨®n que tuve durante todo el proceso: no me puedo creer que la industria alimentaria sea la que m¨¢s gases de efecto invernadero emite a la atm¨®sfera, muchos m¨¢s que la industria aeron¨¢utica; que para capturar medio kilo de gambas en Indonesia, se maten y luego se devuelvan al mar once kilos de otros animales marinos; o que hay una bacteria (MRSA) relacionada con las granjas de cerdos intensivas que mata a m¨¢s gente en Estados Unidos que el sida. Lo peor es que esto no sucede por accidente. Es que se hace a prop¨®sito. Sabemos o intuimos que no tratan bien a los animales que comemos y sabemos o intuimos la repercusi¨®n que esto puede tener para nuestra salud y a¨²n as¨ª elegimos este tipo de consumo.
P. Seg¨²n su libro, lo m¨¢s equilibrado y sano, despu¨¦s de dejar de comer animales, ser¨ªan las granjas y los sistemas de pesca tradicional. Pero entonces habr¨ªa muchos menos productos c¨¢rnicos y pescado, y su precio se multiplicar¨ªa exponencialmente. Pasar¨ªan a ser un lujo solo para ricos. Y la gente normal no podr¨ªa acceder a ellos y no por una decisi¨®n moral.
R. Es que el pescado y la carne deber¨ªan ser caros. Son caros, de hecho. Hace dos meses se public¨® un estudio que cuantificaba en 200 d¨®lares (139 euros) el coste real de producir las hamburguesas que se venden a un euro. Todo el proceso de crianza, sacrificio, transporte... influye en el aumento del nivel del mar, en el crecimiento de emisiones de CO2. Y todo eso nosotros lo pagamos, no al comprar la hamburguesa, pero s¨ª con nuestros impuestos que pagan las subvenciones que da el gobierno a la industria. Y tambi¨¦n pagamos las consecuencias, claro.
P. ?No hay t¨¦rmino intermedio? ?O hamburguesas a un euro o panceta a 500?
R. Si hiciesen pagar a las grandes compa?¨ªas para limpiar los da?os medioambientales que causan y los costes sanitarios, todo cambiar¨ªa. Pero eso nunca va a pasar.
P. Dice que no le gusta que le califiquen como vegetariano, ?por qu¨¦?
R. Porque supone que est¨¢s de un lado o de otro. Si t¨² me dices que comes carne porque quieres, me parece bien. Si me dices que es porque no puedes dejar de hacerlo, ya me parece una esclavitud, casi una adicci¨®n. Los gestos peque?os son ¨²tiles tambi¨¦n. En EE UU han hecho un estudio sobre la cantidad de CO2 que dejas de emitir cuando dejas de comer carne un d¨ªa. Es un peque?o sacrificio y se puede intentar.
P. ?No echa de menos un buen chulet¨®n? ?No siente la tentaci¨®n?
R.Claro, pero simplemente la someto. Reprimir la pulsi¨®n sexual es m¨¢s dif¨ªcil que la de comer carne, m¨¢s dura de domar, y no vamos por la calle acost¨¢ndonos con todo el mundo. Siempre pongo el mismo ejemplo: si un m¨²sico grabase un disco con el sonido que emite un animal al ser descuartizado no lo comprar¨ªamos; si un artista grabase un v¨ªdeo con su sacrificio, dir¨ªamos no; pero s¨ª podemos comernos el animal sin pesta?ear, ?es que el gusto es un sentido m¨¢s importante que la vista o el o¨ªdo? ?somos m¨¢s impunes por comerlo en vez de por verlo o o¨ªrlo?
P. ?Piensa en un cerdo agonizante cuando ve una pizza de salami?
R. Una de las personas que aparecen en el libro me hizo una pregunta que a¨²n no he sido capaz de responder: ?Por qu¨¦ alguien cuando est¨¢ cachondo no tiene derecho a violar un animal y s¨ª cuando est¨¢ hambriento a matarlo, descuartizarlo y com¨¦rselo?
P. Puede que sea cruel comer animales pero tambi¨¦n otras cosas, como llevar ropa hecha por personas, o ni?os, que trabajan en condiciones deplorables ?Podr¨ªa ser un buen tema para otro libro?
R. S¨ª, pero no lo har¨¦. Hay gente que piensa que para ser feliz en esta vida hay que saber lo menos posible. Yo creo que hay que saber lo m¨¢s posible, pero tambi¨¦n saber que uno no puede hacerlo todo. Prefiero ser un hip¨®crita que un ignorante o decir que no me preocupan. Lo hacen. Tanto que he escrito un libro. Pero no soy perfecto, hay cosas hip¨®critas en m¨ª. Llevo estos zapatos de piel, por ejemplo. Ya no compro cosas de piel, pero los ten¨ªa y me los pongo. Solo trato de mejorar poco a poco las cosas.
P. As¨ª que su pr¨®ximo libro no va a seguir por este camino.
R. No, entre otras cosas, este me ha dado muchas ganas de volver a la ficci¨®n.
P. Su ¨²ltimo trabajo en este g¨¦nero, Tan fuerte, tan cerca, abordaba las secuelas del 11-S. Si lo escribiese ahora, una vez muerto Osama bin Laden, ?ser¨ªa distinto?
R. No, pero sucede algo curioso. Se est¨¢ rodando una pel¨ªcula basada en ¨¦l y el otro d¨ªa me llam¨® el director y me dijo que ahora la gente va a ver la pel¨ªcula de una forma radicalmente distinta, sin taparse la cara con aprensi¨®n. Porque Estados Unidos no se ha recuperado del 11-S y la muerte de Bin Laden es como una catarsis. Ahora este episodio puede ser historia. Un cap¨ªtulo del pasado.
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