Bond y Bourne se encuentran en las librer¨ªas

James Bond ha dejado de fumar y ya no le seducen como antes las aventuras sexuales de una sola noche, pero al menos su afici¨®n incondicional al martini seco, "agitado, no revuelto", retiene las esencias del esp¨ªa brit¨¢nico que ide¨® Ian Fleming hace casi seis d¨¦cadas. Jason Bourne, el asesino sin identidad nacido en los a?os 80 de la pluma de Robert Ludlum, acaba de emprender su novena cruzada en busca de la verdad, repleta de violencia y destrucci¨®n. Los dos h¨¦roes de acci¨®n m¨¢s celebrados del planeta rivalizan en las librer¨ªas anglosajonas desde el pasado fin de semana, con el estreno simult¨¢neo de nuevas entregas de estas dos sagas que han logrado sobrevivir a sus padres literarios. Desaparecidos Fleming (1964) y Ludlum (2001), el continuo reciclaje de sus personajes a cargo de otros autores sigue alimentando un fil¨®n multimillonario.

Las novelas de Bond y Bourne atesoran, conjuntamente, unas ventas de 180 millones de ejemplares

Si las novelas de Bond y Bourne atesoran, conjuntamente, unas ventas de 180 millones de ejemplares, los derechos cinematogr¨¢ficos han propulsado los beneficios hasta la estratosfera: las aventuras del 007 encarnado a lo largo de los a?os por m¨²ltiples rostros, desde Sean Connery hasta Daniel Craig, llevan recaudadas 7.000 millones de libras (uno 8.000 millones de euros). Mucho menos longevo, ese Bourne torturado que adopta en la gran pantalla los rasgos del actor Matt Damon ha superado en taquilla los 600 millones de libras (casi 700 millones de euros). Ambas franquicias aspiran a seguir perpetu¨¢ndose con la publicaci¨®n de Carte Blanche, el libro n¨²mero 25 de la serie bondiana, y The Bourne Dominion, la novena novela que protagoniza el ex agente de la CIA amn¨¦sico.

La reinvenci¨®n de las historias de esp¨ªas para las audiencias modernas nos proyecta en Carte Blanche, escrita por Jeffery Deaver, a un James Bond treinta?ero, antiguo oficial que luch¨® en el frente afgano y que ahora revela escr¨²pulos a la hora de apretar el gatillo cuando se enfrenta a los malvados en su periplo por Serbia, Londres y Ciudad del Cabo. Esa desconocida sensibilidad del personaje, adem¨¢s de su obsesi¨®n por la vida sana que solo se salta con alg¨²n que otro c¨®ctel, pero nunca con un pitillo, encarna una versi¨®n descafeinada del agente "con licencia para matar" descrito en los catorce libros que leg¨® Ian Fleming. Desde la muerte del autor original, sucesivos escritores se han encargado de proseguir la saga, aunque Deaver es el primer estadounidense que se atreve con un 007 al servicio de su majestad y a quien ha trasladado a la ¨¦poca contempor¨¢nea.

El protagonista de The Bourne Dominion se ve enfrentado a un poderoso grupo que busca desestabilizar la econom¨ªa mundial, cuesti¨®n de candente actualidad que tambi¨¦n moderniza la trama. Pero el personaje mantiene esencialmente el perfil de sus anteriores novelas, quiz¨¢ porque ha pasado por menos manos: las tres primeras escritas por Robert Ludlum y las seis siguientes, por Eric Van Lustbader, el encargado de mantener viva la franquicia desde la muerte del autor original.